( Por José Miguel Boinet*).Nacieron en 1975, anticipando la etapa de oscuridades en la que se iría ahogando la Argentina. Se caracterizaron desde el primer momento por la pluralidad de sus ideas y proyectos, pero también por el objetivo claro de estar alertas ante los hechos de violación de derechos humanos.
Esta es la
historia de una agrupación que supo reunir entre otros a Alicia Moreau de
Justo, Jaime de Nevares, Raúl Alfonsín, Oscar Allende, Eduardo Pimentel,
Alfredo Bravo, Emilio Mignone, Augusto Conte Mac Donell, Jorge Novak y Aldo
Etchegoyen. “En agosto de 1979, la CIDH envió una comisión a la Argentina
con el objetivo de preparar lo que sería su visita oficial en setiembre. Los
representantes estuvieron en la Asamblea y se entrevistaron con algunos de
sus miembros. Dos día después, la APDH sufrió el único allanamiento judicial
ocurrido durante la dictadura militar.” “El desafío más urgente era la defensa
de la vida. Las primeras desapariciones de personas habían ocurrido durante
el gobierno de Isabel y veíamos que la tormenta se venía encima.” De esta
forma, Aldo Etchegoyen, Obispo de la Iglesia Metodista , recuerda el clima de las primeras reuniones que dieron origen al organismo en 1975.
Los sucesivos encuentros fueron dando forma a un proyecto que se consolidó
de manera definitiva en una reunión realizada el 18 de diciembre de 1975. Ese
día, en Casa de Nazareth, se fundó la Asamblea Permanente por los Derechos
Humanos. Entre las personas más reconocidas se encontraban Monseñor Jaime de Nevares, Alicia Moreau de Justo, el Obispo Carlos Gattinoni, Raúl Alfonsín, Oscar Allende, Eduardo Pimentel, Alfredo Bravo, Emilio Mignone, el padre Enzo Giustozzi, Augusto Conte Mac Donell, el Pastor José Miguez Bonino, Monseñor Jorge Novak, Aldo Etchegoyen y Jaime Schmirgeld.
En el acta fundacional también quedó plasmada otra de las ideas
fundamentales: el pluralismo de voces y representaciones. “Sus integrantes
iniciales, personas de las más variadas ideas filosóficas, religiosas y políticas,
formularon la más amplia y ferviente convocatoria para alcanzar la suma de
todas las voluntades posibles. No había tiempo de estar tomándonos examen
sobre nuestras formas de creer o pensar cuando el desafío urgente era la
defensa de la vida. Y en este camino hemos aprendido mucho mutuamente.
Hemos desarrollado una capacidad de análisis desde distintos enfoques y una
capacidad de diálogo muy creativo y abierto” ,nos recuerda Aldo Etchegoyen
Alicia Moreau de Justo fue quien sostuvo desde el comienzo
que lo más importante era hacer docencia: “Para reclamar por sus derechos la gente tiene que conocerlos”.
La farsa llevada a su maximo extremo,en abril del 76 horas antes de que comenzara la reunión, los integrantes de laAPDH recibieron en el templo de la calle Corrientes al 700 un telegrama firmado por Jorge Rafael Videla. El presidente de facto manifestaba allí sua dhesión a la creación del organismo y saludaba la iniciativa como “una señal positiva para la defensa de los derechos humanos”,esto no era nada mas que el anticipo de lo que se vendria con posterioridad.
Fueron estos valientes Argentinos que en plena oscurantismo trabajaror por restablecer la luz, defender los derechos humanos y dar cobijo a los reclamos de las desapariciones de personas,solo ellos se animaban a hacerlo.
Estos Argentinos no tomaron conciencia del miedo,el amor por la verdad los hizo valientes y hoy son heroes.
* Desde Mburucuya