Corrientes, sábado 06 de diciembre de 2025

Política Corrientes
ANÁLISIS POLÍTICO

Carlos Fara: El de Milei "es el gobierno más débil políticamente desde el 83"

19-03-2024
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SIN ACUERDOS SÓLIDOS. El analista señala que la falta de consenso político y la escasez de garantías jurídicas complican aún más la situación del plan presidencial.

El consultor político, consultado por momarandu.com, opinó que los cien días de Gobierno de Javier Milei han estado marcados por la falta de avances legislativos significativos. Remarcó que la negativa a convertir el DNU en un proyecto de ley ha generado retrasos y debilitado la posición del gobierno ante una situación económica compleja.

El analista, además, evaluó que la actitud de la vicepresidente, al aceptar el debate parlamentario, sugiere una necesidad de revisar la estrategia política del gobierno en relación con la oposición, y señaló que la formación de la opinión pública será un proceso lento y complejo, marcado por la crisis económica y social.

Fara explicó que la incertidumbre sobre el futuro económico y la necesidad de reformas dificultan la toma de decisiones políticas, y señaló que la relación con los gobernadores es crucial.

Estamos en los famosos cien días de Javier Milei. ¿Qué balance hace?
-Si el gobierno hubiera aceptado la idea de convertir el DNU en un proyecto de ley en diversas partes, probablemente hace dos meses que ya habría tenido aprobada alguna de las iniciativas. Pero bueno, el gobierno lleva 100 días y no tiene ley ómnibus, el DNU está en signo de interrogación en la justicia y objetada hasta que no lo trate la Corte Suprema, de manera que parece que ha perdido tiempo, parece que ha perdido fuerza, teniendo en cuenta que, más allá de que haya una parte importante en la opinión pública que lo pueda estar apoyando, hay un dato indiscutible, que es el gobierno más débil políticamente desde el 83, que por lo tanto está totalmente obligado a generar consensos para poder avanzar en leyes que le aseguren las reformas necesarias para poder salir de la crisis. En eso es muy difícil y además los decretos de necesidad y urgencia tienen menos garantías jurídicas, menos seguridad jurídica que lo que ofrece una ley, que obviamente es mucho más sólida.

¿Cómo entiende usted la actitud de la vicepresidente al habilitar el debate?
-Antes de la segunda vuelta, Villarruel tuvo una reunión con Macri y eso generó obviamente ruidos en relación con el presidente, pensando siempre que Villarruel tuviese una especie de plan B si Milei tan confrontativo termina mal políticamente y bueno, lo que terminó sucediendo es primero una Villarruel que no le quedó otra que aceptar la sesión porque así lo indica el reglamento del Senado, eso por un lado y segundo porque acá hay un punto en el cual efectivamente me parece que él me parece que ya lo que hizo fue como advertir al gobierno de yo le pongo buena onda pero hay cosas que se me escapan y que por lo tanto digamos sería bueno que revisemos en general la estrategia política que el gobierno lleva en la relación con la oposición

Respecto al acompañamiento de la opinión pública. ¿Hay tiempo?
-Primero hay que decir que la verdad es que lo de los 100 días es un poco una fantasía porque en realidad la mayor parte de la opinión pública se va formando con cierta lentitud. Primero porque sabe que la crisis es muy grande, que los problemas son complejos y que va a tener que tomar decisiones poco simpáticas y después porque sabía que cualquier resultado lleva tiempo, de manera que me parece que en general digamos antes de los seis meses es como mucho más difícil que la opinión pública saque algunas conclusiones. Y luego el otro que hay que prestar atención es el hecho de que hoy tenemos una crisis derivada de la inflación, en el sentido de la gente que me cansa la plata. El tema es qué pasa si profundiza la recesión y entonces tenemos una crisis por desocupación, que es mucho más complicada porque en una alta desocupación, ya la gente directamente no tiene recursos. Me parece que hay un timing difícil, más allá de que la mayoría quiera, y no solamente que le vaya bien, sino que además quiere acomodarle el tiempo necesario para que el presidente pueda llevar a cabo alguna de sus reformas, sin las cuales es imposible esperar un resultado de corto plazo.

¿Cómo ve a la relación con los gobernadores? Hay necesidad mutua, ¿no?
-Está claro que la situación económica reduce la capacidad de recaudación, eso obliga a un ajuste permanente. Y una situación difícil que es que algunos tienen las cuentas más ordenadas, como Corrientes, otros que recibieron las provincias con alta deuda y recién asumen, en caso de que no ellos. Y entonces, ahí hay como diversos tipos de necesidades, porque un gobernador que recién asume que tiene deuda, que tiene que hacer un ajuste sin ayuda del Gobierno Nacional, es muy complicado. El Estado Nacional siempre tiene otros recursos, además de recurrir a la emisión del Banco Central. Entonces, me parece que acá hay una tirantez lógica de que los gobernadores no quieren que se agrave la situación, porque si no, todos van a pagar los platos a otros, pero al mismo tiempo se encuentran con un gobierno que le cuesta escuchar y consensuar. Digo, son de esas situaciones en donde es más probable que si no ganan todos, lo más probable es que pierdan todos. Esto de que gane el Gobierno Nacional y paga los platos rotos sobre los gobernadores, en situaciones generales no existe, o ganan todos o pierden todos.

¿La llegada en Macri va a hablar de un nuevo PRO? ¿De un acercamiento o de un posicionamiento un poco más duro? ¿Y qué va a pasar con el radicalismo, teniendo en cuenta el posicionamiento de Lousteau?
-En el Pro se diría que tener a Mauricio Macri como presidente es transparentar una situación de hecho, que es que el líder máximo de esa fuerza política, efectivamente. Con lo cual, que Macri no esté en la conducción en esta etapa, por mucho sentido no tiene. Segundo, me parece que es la relación de Macri con Milei y de Pro con el gobierno. Me parece que es un juego de póker de largo plazo. Porque para el Pro, al igual que para la mayor parte del sistema político, la pregunta sigue: ¿Cómo es Milei conduciendo políticamente? Recién lo estamos averiguando, es una interrogante grande para todo el mundo. Me parece que Macri lo va a estudiar más a Milei, que no se va a apurar y eventualmente verá si en algún momento el gobierno entra en crisis, probablemente tenga como una mejor posibilidad de poder negociar cosas con el gobierno. Pero me parece que de corto plazo Macri no se va a a apresurar. Respecto al radicalismo sucedió lo esperable. El poder real siempre lo tienen los generales que tienen mando de tropa, que son los gobernadores, y que obviamente tienen necesidades muy distintas de aquello que son totalmente, exclusivamente legisladores como el caso de Lousteau. Me parece que a todo el mundo sirvió. A los gobernadores sirvió poder decir "nosotros estamos de acuerdo con Lousteau, me parece que había que aprobar el DNRU, pero al mismo tiempo, me parece que Lousteau, al marcar esa situación, revaloriza el apoyo de los gobernadores. Es un negocio raro, que me parece que le sirvió a las dos partes.

¿Pudo haber sido acordado ante eso el voto de Lousteau?
-Claro, la verdad, primero, seguro que sí. Todo el mundo sabía. Eso en principio. Segunda cuestión: se decidió libertad de acción. No es que se decidió, no es que hubo un indisciplinamiento del bloque, sino que se dijo a libertad de acción. ¿Por qué? Porque hay intereses y posturas distintas. Entonces, que cada uno vote lo que le convenga, cosa que efectivamente sucedió. Y después, por supuesto, los gobernadores: El comunicado diciendo que había que apoyar es un mensaje a Milei.