México ha experimentado nuevos episodios convulsos por el caso de la desaparición forzada de 43 estudiantes en septiembre de 2014.
El último capítulo de violencia relacionada fue la muerte de otro estudiante normalista a manos de la Policía local de Guerrero, el pasado 8 de marzo. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido a las autoridades esclarecer la situación, en medio de presiones de las familias de los desaparecidos, que exigen reunirse con el mandatario.
Casi una década después de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa (México), el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a pesar de sus continuas promesas, sigue sin proporcionar respuestas claras sobre lo ocurrido esa madrugada del 27 de septiembre de 2014 en la localidad de Iguala, Guerrero. La muerte de otro normalista ha agravado la herida histórica.
El país amaneció el 8 de marzo con la noticia del asesinato de Yanqui Rothan Gómez Peralta, estudiante de la escuela normal 'Raúl Isidro Burgos' de Ayotzinapa (la misma casa de estudios de los 43 desaparecidos), como resultado de un "enfrentamiento", según autoridades locales, con la Policía estatal de Guerrero en la capital, Chilpancingo.
Según la versión policiaca, Gómez Peralta, junto con otros cuatro sujetos, iba a bordo de una camioneta que presuntamente había sido reportada como robada, por lo que los uniformados les pidieron descender del vehículo.