Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Chaco
HOMENAJE

“A Landriscina hay que reconocerlo como el primer recitador chamamecero”

02-02-2024
COMPARTIR     
Hace sesenta años la delegación chaqueña en Cosquín, liderada por Luis Landriscina, marcó un hito en la historia del Festival Nacional del Folklore, y del Chamamé. Corría 1964 y, con calidad artística suprema, por sobre todo estereotipo, de su consagración nacería el recitado chamamecero. Jovino Cantero, bandoneonista chaqueño, integrante de aquella mítica agrupación destacó, entrevistado en Radio Facundo Quiroga, la importancia de haber dejado aquella huella, para el desarrollo de la música, las letras y las danzas tradicionales.

Así transcurrió parte del diálogo en el estudio.

En Cosquín, hubo un homenaje por los 60 años de aquel triunfo que trajo la delegación chaqueña en el Festival Nacional del Folklore. Aunque no fueron aquellos sobrevivientes de aquella delegación, solamente Don Luis (Landriscina) y en el marco de los cuatro de Córdoba. Vino a visitarnos Jovino Cantero, bandoneonista, autor y compositor chaqueño.
- Landriscina, en ese ratito que tuvo, yo lamento que en Córdoba no entendieron, no entendieron el valor de esto, y decían, contate un cuento, y él quería mencionar a los otros y lo apuraron, apuraron por el cuento. Es imposible, también, nosotros éramos más de 50.

A 60 años ¿qué queda, además de la moción de haber sido reconocido ahí en Cosquín?
- Queda mucho, justamente hoy yo recordaba que aquella época yo me fui de casualidad porque la delegación necesitaba un conjunto importante, y vieron a Marcos Bassi que era el músico más importante porque ya era una estrella y ya había grabado, era importantísimo. Después me integré con él, por supuesto grabé mucho con él. Los 15 años de él estuve a su lado, aunque yo tenía mi conjunto, pero para giras importantes y para actuaciones importantes me llevaba porque se me quería mucho. Aparte que, la diferencia de Marcos Bassi era que él tocaba con dos bandoneones en el conjunto, no con un bandoneón y un acordeón. Él tocaba con dos bandoneones. Así que el que le secundaba era otro bandoneón. Y a mí me quería mucho. En aquella época el bandoneón. Él grabó todos esos temas grandes, Margarita Belén, todo eso grabó con Felix Villalba, un muchachito paraguayo que tocaba muy bien.

Esa es tu historia con Marcos Bassi, pero ahí te convoca. Y entiendo que vos también sos el que con el bandoneón acompaña el recitado de "Casi Gringo", que es el que hace ganar a Luis Landriscina como recitador.
- Claro, yo te contaba, bueno, yo me voy con Marcos Bassi y después le seguía Crescencio Lezcano en importancia de conjunto, ya un conjunto bien estable y conocido. Y Crescencio no quiso ir porque no había plata, no pagaban. Y, después, entonces me vieron a mí. Yo estaba bien con mi conjunto ya en la región, en todos lados, Paraguay y todo. Yo era un músico importante. Y bueno, me fueron a ver. Yo tocaba en el Rincón Florido, acá en Resistencia, un día sábado. Y bueno, iba a la Srivio Acosta con Juan Pedemonte y me convoca, me dice, joven, vamos a ir a la Cosquín, y yo no conocía ni Cosquín, ni el nombre no conocía y bueno, me explicaron ahí, me dicen, no hay plata pero es todo gratis y entonces le dije, vamos a hablar con los muchachos, le digo porque nosotros si nos tocamos los sábados y domingos no comemos. Entonces, ¿qué vamos a hacer si no vamos y no hay plata? Y me dicen los muchachos, ¿y si vamos a conocer y qué sé yo? Entonces le dije, ¿nos vamos a conocer? Le digo, por ahí tiramos las mangas, ya actuamos en algunas peñas, le digo. Y bueno, fuimos, y gracias a Dios que fuimos. Porque después que salimos ganadores, fuimos contratados directamente de ahí de Cosquín, nos fuimos a Canal 13, Casino Philip, y fuimos a la fábrica de Philip que pagaba todas esas cosas.

Es que la delegación de Chaco llamó mucho la atención. Más allá de no ganar todos los premios, porque en realidad ganó en conjunto de danza y recitador con Luis. Pero la delegación impactó, ¿no?
- Totalmente cuando nosotros salimos, yo te contaba antes de salir al aire que cuando nosotros fuimos se reían de nosotros, se reían por nuestra pinta, por nuestra facha, pero cuando empezaron a hablarlo delegado y convocaban a la prensa empezaron a demostrar que nosotros teníamos capacidad y conocimiento de todo, fuimos músicos buenos, un grupo de danza espectacular y después los delegados que tenían un conocimiento total no solamente de la música de la danza que nos importaba a nosotros sino también de la geografía de nuestra región.

Don Juan Pedemonte y Raúl Cerruti fueron realmente dos eruditos, hay que decirlo eran tipos muy preparados.
- Muy preparados entonces y ahí se pusieron serios la gente porque yo todavía, yo cuando se reían de nosotros.

DEL COSTUMBRISMO, AL RECITADO CHAMAMECERO

Eso se dio durante muchos años, joven, lamentablemente, pero... Pero volvamos a Cosquín, volvamos a lo que fue ya la consagración, y en este caso la mención, porque Luis te menciona, y cuando te mencionas vos te mencionas a Víctor, él hace un reconocimiento a esa delegación, porque él claro, a él quisieron poner en él todo, y él dijo no, no, no, esto fue de todo, ¿no? ¿Cómo lo viste a eso?
- Bueno, Víctor fue integrante del ballet. Él fue bailarín. Están los músicos que me nombran a mí primero, porque yo era el director del conjunto musical. Yo tocaba los tres temas que teníamos que tocar, que era un rasguido doble, un valseado y un chamamé, y después tenía compromiso de acompañar a Luis porque Luis cuando entra acá yo siempre digo que a Luis hay que reconocerlo como el primer recitador chamamecero porque él fue el creador de los recitados chamameceros, después vinieron estos grandes vino, Cáceres de Los Imaguaré, vino otro recitador muy bueno de Chamamé.

Jensen.
- Antes no había, hace 60 años, inclusive yo le pregunté a Luis, le digo, ¿con qué fondo musical vos recitabas tus temas con Chamamé? Porque después yo le decía a todos que había que poner, reconocerla y hacer el día del recitador Chamamecero, el 19 de diciembre que es el día de cumpleaños de Luis. Hace 20, 30 años que yo vengo luchando, venía luchando por ahí y después un día le dije a Peppo. cuando Pepo era gobernado pero la conocemos antes porque nosotros llamamos a Villa Ángela con Luis y ahí Peppo era de allá entonces le digo este domingo le digo le vamos a hacer reconocimiento y bueno entonces le digo y sacaron ella le dio se vea a esta chica la hija de Zito Segovia le dio para que saque la ley que ponga en la en los diputados y sacaron la ley pero como este Oral como este... no recitador chamamecero sino como narrador oral y no fue él el primero narrador oral justamente fue Fernando Ochoa, que yo lo escuchaba cuando yo era chico.

Cambiaron el concepto
- Claro yo quería porque verdaderamente él era el recitador chamamésero, que así lo tenía que reconocer y así iba a ser otra manera de recibirlo en Corrientes y todo, pero a él nos lo reciben como eso, nos lo reciben como Luis Landriscina, con sus cosas, ¿no es cierto? Bueno, de ahí fue importantísimo. Víctor fue... él toca la guitarra y canta también. Sí, claro, por supuesto. Claro. Pero él fue... él estaba como bailarín. Después, creo que él después se fue, se vinculó cuando ya Luís estaba radicado allá. Yo estuve radicado, Luís se fue y se radicó porque lo contrataron inmediatamente después de eso. Ya lo contrataron a la televisión cuando fuimos ahí.

Claro, porque hay que recordarle a la gente que Luis gana como recitador costumbrista y él mismo cuenta que cuando termina de actuar con tu fondo de bandoneón, le pide permiso a la gente para contarle una historia, y ahí cuenta un cuento que justamente él mismo ve en la imagen de la cara de los jurados que dijeron, uy este pibe la embarró y resulta que el cuento de él hizo reír a todo mundo y a partir de ahí fue el boom de agarrarlo, no para este es un capo del humor lo apartaron y arranca su carrera, porque él no gana como contador de cuentos, gana como recitador costumbrista.
-Bueno, cuando nos bajamos de ahí, como vos decís salimos ovacionados, salió ovacionado Luis. Nos bajamos de ahí, era una ovación la gente abajo del escenario y los periodistas. Entonces, le pedían un reportaje para la televisión de Chile, para la televisión de Brasil, para Córdoba, qué sé yo, todo, las radios y todo. Le pedían una vez. Entonces, él me llamaba a mí y me decía, oye, no traen el bandoneón porque me piden. Y entonces yo ya empezaba otra vez con Margarita Belén, porque ensayamos como recitador. Cuando él llega, porque dije que él es el primer recitador chamamecero, nosotros lo incorporamos el mismo día que se incorpora él, me incorporo yo, a mí me ven un día sábado, Y el lunes nos presentamos al ensayo, el lunes ensayamos en la escuela de niñas, creo que era del mercado viejo, una cuadra para esa escuela. La escuela número dos, claro. Bueno, en esa escuela. Ahí ensayamos y ahí, bueno, yo tocaba y el cuerpo de baile bailaba. Y en uno de esos se presenta Luis, me dice a mí directamente, el que primero vino a hablar conmigo. Me dice, “¿me puedes acompañar un verso?”, me dice. “Sí”, le digo, “¿y qué tengo que hacer?” Me dice, “toca un chamamé, y yo voy a recitar”. Y le digo, “¿y qué chamamé quiere que toque?”. “Cualquier chamamé, un chamamé cadencioso”, me dice. “Le digo, ¿puede ser Margarita Belén?”. “Sí”, me dice, “empezá no más”. Y empecé a hacerle temblar Margarita Belén, de Marcos Bassi, y empezó a recitar él y ahí nos metieron al bolsillo a todos y después fue con nosotros, eso fue un día lunes y el día miércoles ya viajamos a Cosquín.

“MUCHACHO, ¿PUEDO ESCUCHAR EL ENSAYO?”

O sea 48 horas de ensayos y a jugar.
- Esa es la única vez que ensayamos a una sola vez fue el día lunes y después ya en martes y miércoles ya no nos vimos y creo que el miércoles a la noche viajamos y bueno de allá actuamos el día jueves actuamos y ganamos el día jueves actuamos y no sabíamos seguíamos quedando ahí seguíamos quedando y resulta que después viene la novedad no tenemos que quedarnos hasta el domingo tenemos que actuar el domingo. Había sido que ya ganamos y en el hotel donde parábamos tuvimos una semana, ahí estaba Horacio Guaraní, con nosotros, en el hotel estuvo y después venía a escuchar nuestro ensayo. Estaba Jorge Cafrune. Tengo acá una foto con él, con Horacio Guaraní y con Cafrune. Y tengo anécdotas también de ese momento, nosotros ensayábamos a las 11 de la mañana, nos levantábamos tarde por ahí y por ahí estaba la puerta medio entreabierta y entra Horacio Guaraní, con el mate y dice, "muchacho, ¿puedo escuchar el ensayo?" Sí, le digo, pase.

¿Cómo le va a decir que no a Horacio Guaraní?
-Pero no era muy conocido todavía. 38 años tenía él. Y yo tenía 23. Y bueno, le digo, pase don Horacio. Yo se le conocía, pero tenía una fuerza. Y bueno, me dice, ché, pero qué lindo ese golpe de chamamé. Me dice, "pero ese golpe de chamamé auténtico". Por supuesto, le digo, porque viste que los rajidos, los paraguayos tocan aparentemente como chamamé, pero no es chamamé los golpes de los paraguayos. Si, a la manera de marcar la guitarra, por supuesto. Los santiagueños mismos también, viste, y todo. El chaqueño y el correntino hacen el chamamé auténtico. Entonces me dice, ¿les pueden enseñar a mi guitarrista? Y él tenía un guitarrista famoso que después fue del... de este que cerraba los ojos para cantar, ¿cómo es? El Chango Nieto. Y me dice Horacio, me dice, "¿les pueden enseñar ese golpe a mi guitarrista?" Sí, le llamó al guitarrista, y al guitarrista le enseñaron el compás.

Por Facundo Sagardoy