(Por Jose Miguel Bonet desde Mburucuya*).Decia un poeta Espanol Antonio Gala,hay músicos que entretienen y otos que conmueven,Rudi esta entre estos últimos.Respetuoso,puntilloso,humilde y con fusiones que no confunden,de nuestra música vernácula el chamame,respetuoso de sus pausas de sus cadencias a quien acompana,un mojon donde mirarse en tiempos de confusión.
Vivimos en una sociedad inestable, siempre cambiante y sin compromisos con ninguna institución o estructura social. Es esa liquidez constitutiva y definitoria la que obliga a los individuos a formar una nueva identidad personal, social y política basada en la fugacidad del tiempo y los cambios que se presentan constantemente.La música es uno de los elementos culturales que ha sido sometido al proceso de licuefacción.
En contraposición a la concepción de la obra de arte como algo trascendente temporalmente, los artistas de la era liquido-moderna se centran en lo efímero, en lo pasajero, aquello que saben que no perdurará en el tiempo. La nueva generación de artistas nos bombardea con canciones que buscan ser solamente un éxito del momento. La mayoría de músicos, cantantes y autores se encuentran centrados en desarrollar temas que sean del agrado de la gente, con algún beat o coro pegajoso que posiblemente sea recordado durante algunas semanas hasta que algún otro cuyo objetivo sea el mismo lo sustituya.
El deseo por crear un álbum memorable que cuente historias, que evoque las emociones más profundas y se quede plasmado en la memoria de las personas, se ha ido diluyendo hasta casi desaparecer.
¿Será qué las obras musicales que buscaban quedar inmortalizadas en la historia por su contenido artístico quedarán sepultadas por aquellas que se encuentran condicionadas por el consumismo y la carrera contra el tiempo, con el objetivo de que los «artistas» no pierdan su vigencia? Esta es la pregunta que me hago,aca tenemos la pora para combater esto,RUDI FLORES.
*desde Mburucuya.