(Por Alejandro Ansaldi). Llora Brasil y el fútbol mundial. Llora en serio, con esas lágrimas que no alcanzan para borrar recuerdos. Se apagó otra estrella del firmamento verde. Las canchas de fútbol recordarán por siempre a la leyenda brasileña que se llevó al cielo un pedazo enorme de la historia de la pelota. Al cabo, murió el único ser humano que alcanzó el hito de ser tetracampeón mundial del fútbol: Mário Jorge Lobo Zagallo falleció a los 92 años.
Lo confirmó una nota publicada en su cuenta oficial de una red social. "Con enorme pesar, informamos del fallecimiento de nuestro eterno tetracampeón mundial Mário Jorge Lobo Zagallo", reza el breve comunicado sobre el deceso del ídolo en Instagram. La información fría no sirve para describir al tremendo personaje que se fue. Es apenas un título, un balde de agua fría para sus fans, pese a que el hombre era mayor y ya había sufrido problemas de salud. La buena noticia es que dio todo por el fútbol, que no se guardó nada.
Zagallo nació el 9 de agosto de 1931 en el estado de Alagoas, una bella zona ubicada al noreste de Brasil contorneada por playas de arena blanca llenas de palmeras, lagunas cristalinas y arrecifes de coral. De ese precioso paisaje surgió el enorme Lobo, quien actuó como delantero en su etapa como jugador, en la que defendió los colores de América, Flamengo y Botafogo, estos últimos, dos de los grandes clubes de Brasil.
Su brillante carrera comenzó como futbolista en su país pero se extendió cunado se convirtió en un tremendo entrenador, profesión que le permitió recorrer el mundo. Fue maestro de maestros en ese aspecto. Primero como DT del seleccionado de Brasil y, después, dirigiendo otros combinados nacionales como los de Kuwait o Arabia Saudita, lugares remotos a los que llevó su sabiduría.
Claro que su máximo logro consistió en ser el único en participar en cuatro de las cinco copas del Mundo obtenidas por Brasil... Insuperable en el globo terráqueo en ese aspecto. Jamás nadie pudo tanto. Logró dos títulos como jugador (en los mundiales de Suecia 58 y Chile 62) y otros dos como entrenador (México 70) y asistente técnico (Estados Unidos 1994).
La nota que confirmó su muerte el viernes, agrega que también fue "un padre dedicado, abuelo amoroso, suegro cariñoso, amigo fiel, profesional victorioso y un gran ser humano. Idolo grande. Un patriota que nos deja un legado de grandes conquistas". Todos atributos que, sin dudas, le sirvieron para armar buenos grupos y conducirlos a la gloria, como también hizo cuando fue la mano derecha del DT Carlos Alberto Parreira en Estados Unidos 1994.
Su deceso sacudió a Brasil. El presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues, decretó luto oficial de 7 días. "La CBF y el fútbol brasileño lamentan la muerte de una de sus mayores leyendas, Mário Zagallo. La CBF presta solidaridad a sus familiares y fans en este momento de pesar por la partida de un ídolo de nuestro fútbol", dijo Rodrigues.
Mientras que como extremo por izquierda, el Viejo Lobo formó parte de la selección brasileña que ganó las Copas del Mundo de 1958 en Suecia (superó en la final al local 5-2) y en 1962 en Chile (cuando derrotó en el partido decisivo a Checoslovaquia 3-1), junto a Pelé.
Ya a los 34 años, el veterano (para ese entonces) crack dejó de jugar profesionalmente en 1965 y comenzó su carrera como entrenador en Botafogo de Río de Janeiro, al año siguiente. Su buen trabajo lo llevó a ser nombrado director técnico del selecciona nacional de Brasil en 1970, justo antes del Mundial de México. Allí heredó una plantel inolvidable. Ese que quedó en el registro de los memoriosos como uno de los mejores de todos los tiempos y que integraban Pelé, Jairzinho, Gerson, Roberto Rivellino y Tostão. Ese Brasil aplastó a Italia por 4-1 en la final y se convirtió en el primer tricampeón.
Zagallo, viudo y con cuatro hijos, quedó ligado a la gloria eterna. Porque a esa gesta como conductor de la vedeamarella en el 70, le agregó la frutilla del postre cuando viajó como asistente de Parreira en Estados Unidos 1994 (allí los brasileños superaron en la final otra vez a los italianos, aunque en esta oportunidad recién lo hicieron en la definición por penales (3-2), después de haber empatado sn goles).
La única final que perdió con la gloriosa casaca brasileña fue la del Mundial de 1998 en Francia, ante el equipo local comandado por Zinedine Zidane, en tanto que también fue DT de Brasil en la Copa del Mundo de Alemania 1974… Así, los únicos otros dos atletas en ganar el Mundial como futbolista y técnico resultaron el alemán Franz Beckenbauer (1974 y 1990) y el francés Didier Deschamps (1998 y 2018). Pero nadie ganó 4. Zagallo si.
La Confederación Sudamericana de Fútbol también lamentó el fallecimiento de la "leyenda del fútbol y único tetracampeón", en una publicación compartida en X, antes Twitter. Y hasta el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decretó tres días de luto nacional su honor.
"Mario Jorge Lobo Zagallo fue uno de los más grandes jugadores y entrenadores de fútbol de todos los tiempos, un gran ganador y símbolo de amor por la selección brasileña y por Brasil", destacó Lula en X. "Valiente, dedicado, apasionado y supersticioso, Zagallo fue un ejemplo de brasileño que nunca se rindió", agregó el mandatario brasileño, sobre el fallecimiento de la leyenda futbolística. "Es esta lección y espíritu de cariño, amor, entrega y superación la que deja para todo nuestro país y para el fútbol mundial", cerró Lula.
El apellido original de Zagallo era Zakour, de origen libanés. Se casó con Alcina de Castro el 13 de enero de 1955 en la Iglesia de los Capuchinos de Río y permaneció al lado de su esposa hasta la muerte de ella, ocurrida el 5 de noviembre del 2012. Mário y Alcina tuvieron cuatro hijos.
El Viejo Lobo se fue a los 92 años, víctima de una insuficiencia orgánica múltiple, informó el hospital Barra D'Or de Rio de Janeiro, donde había sido tratado por problemas de salud en los últimos meses. El velorio tenía lugar ayer en la sede de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en Río de Janeiro y hoy se espera que sus restos sean enterrados en el cementerio de Sao Joao Batista, en el barrio Carioca de Botafogo.
Fuente laprensa.com
