Reporteros Sin Fronteras (RSF), ONG internacional que vela por la protección de la prensa en el mundo, ha abierto un segundo proceso ante la Corte Penal Internacional (CPI) para que se investigue la responsabilidad del Ejército israelí en la muerte de siete periodistas palestinos, desde la presentación de su primera querella el 31 de octubre. RSF contabiliza alrededor de 66 periodistas que han muerto en Gaza desde la intensificación del conflicto israelí-palestino el 7 de octubre.
A pesar de los llamados internacionales para su protección, la libertad de prensa en Gaza sigue bajo amenaza del fuego israelí. En esta segunda demanda presentada ante la Corte Penal Internacional, con sede en La Haya, RSF denuncia que la muerte de al menos siete periodistas palestinos habría sido responsabilidad del Ejército Israelí, al atacarlos "deliberadamente por su profesión".
"RSF tiene motivos razonables para creer que los periodistas mencionados en esta demanda fueron víctimas de ataques que constituyen crímenes de guerra", mencionó la organización de origen francés en un comunicado publicado en su página oficial.
Además, el secretario general de la organización, Christophe Deloire, hizo un llamamiento al fiscal de la CPI, Karim Khan, para que se priorice la investigación alrededor de las muertes de los 66 periodistas palestinos que han muerto por ataques de Israel desde el 7 de octubre, cuya situación fue calificada como "masacre" por Deloire, además de asegurarse que se "actúe contra los responsables".
Es la segunda demanda que presenta RSF ante la CPI en referencia a los crímenes en contra de periodistas palestinos solamente en lo que va de 2023. La primera fue entregada el pasado 31 de octubre, detallando los casos de "nueve periodistas asesinados y dos heridos en el ejercicio de su trabajo" desde el ataque de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre.
Además, la primera denuncia de la organización también expone el acoso de las fuerzas israelíes a infraestructura vital para la labor periodística dentro de la Franja de Gaza, alegando "la destrucción deliberada, total o parcial" de inmuebles que albergan las transmisiones de al menos 50 medios de comunicación en el enclave palestino.
En un sentido tajante, RSF considera que las muertes de los periodistas palestinos dentro de Gaza pueden ser consideradas como crímenes de guerra, específicamente haciendo referencia a la categoría de "ataque indiscriminado", comprendido en el Estatuto de Roma, documento fundacional de la CPI.
"Incluso si se considerase que estos periodistas fueron víctimas de ataques contra objetivos militares legítimos, tal y como afirman las autoridades israelíes, estos habrían causado daños manifiestamente excesivos y desproporcionados a civiles", sostuvo el comunicado de Reporteros Sin Fronteras del pasado 31 de octubre.