Mucho se habla de los beneficios asociados al dominio de más de un idioma, y es innegable que estas ventajas son variadas. Desde mejorar las perspectivas laborales hasta abrir puertas a nuevas culturas y conocimientos, las virtudes de ser bilingüe son extensas. Sin embargo, los beneficios directos sobre la función cerebral son menos evidentes.
Varios estudios han explorado las diferencias entre quienes hablan una sola lengua y quienes hablan dos, revelando impactos significativos en diversos procesos cognitivos, desde la toma de decisiones hasta la memoria y la creatividad. A pesar de ello, según Grace deMeurisse, doctoranda en lingüística por la Universidad de Florida, la influencia del bilingüismo en el control cognitivo sigue siendo objeto de debate.
La literatura existente sugiere que estas diferencias no son tan marcadas, pero deMeurisse plantea la posibilidad de que esto se deba a las tareas específicas utilizadas por los lingüistas al investigar estas disparidades entre hablantes de un solo idioma y bilingües.
Motivados por esta incertidumbre, deMeurisse y la profesora Edith Kaan, del Departamento de Lingüística de la Universidad de Florida, se propusieron examinar las diferencias entre hablantes bilingües y monolingües. Para ello, emplearon un nuevo método que no se había aplicado antes en psicolingüística, el "Coste de Repetición Parcial", para evaluar la capacidad de los participantes para procesar la información entrante y controlar su atención.
En su reciente estudio, publicado en la revista Bilingualism: Language and Cognition, llegaron a una conclusión intrigante: aquellos que hablan dos idiomas parecen tener una mayor habilidad para cambiar su atención de manera eficiente, enfocándose en la información más relevante y siendo más eficaces en la omisión de datos irrelevantes.
"Nuestros resultados mostraron que los bilingües parecen ser más eficientes a la hora de ignorar información que es irrelevante, en lugar de suprimir –o inhibir– información", dijo deMeurisse, según un comunicado de la Universidad de Florida. "Una explicación de esto es que los bilingües están cambiando constantemente entre dos idiomas y necesitan desviar su atención del idioma que no están utilizando", agregó.
EL ESTUDIO
El estudio implicó la presentación de tres conjuntos de estímulos a los participantes, que consistían en flechas o cuadrados de colores. Se les pidió que seleccionaran opciones basadas en el primer y tercer estímulo, mientras que el estímulo intermedio proporcionaba información innecesaria para completar la tarea.
En específico, el equipo de investigación trabajó con dos grupos de participantes: monolingües funcionales y bilingües. Los primeros tenían poca o ninguna experiencia en un idioma extranjero, mientras que los segundos habían aprendido ambos idiomas antes de los 9 años y continuaban utilizándolos. Los resultados destacaron la capacidad de los bilingües para ignorar información irrelevante de manera más efectiva.
Kaan, coautora del estudio, enfatizó que la cognición de un individuo se adapta constantemente a factores externos, y en el caso del bilingüismo, esta adaptación es evidente. Sin embargo, señaló que esta adaptabilidad no es estática y puede cambiar si se deja de utilizar la segunda lengua.
Los investigadores subrayaron la necesidad de una mayor consistencia en los experimentos utilizados para comprender las diferencias entre hablantes de un solo idioma y bilingües.
"En el estudio del bilingüismo y la cognición, estamos redefiniendo la forma de hablar de las diferencias entre bilingües y monolingües y buscando más factores a tener en cuenta y más métodos para llevar a cabo esa investigación", dijo deMeurisse.
Los investigadores también afirmaron que el estudio no pretendía demostrar las ventajas de los bilingües, aunque subrayaron que el aprendizaje de una segunda lengua siempre aporta beneficios, ya sean cognitivos, sociales o ambientales.
Fuente: Dw.