Israel bombardeó el martes zonas del sur de Gaza a donde había dicho a los palestinos que huyeran antes de una esperada invasión terrestre, matando a decenas de personas en ataques que, según dice, están dirigidos a militantes de Hamas que gobiernan el territorio asediado. .
Sin agua, combustible o alimentos entregados a Gaza desde el brutal ataque de Hamas contra Israel la semana pasada, los mediadores lucharon por romper un punto muerto sobre la entrega de suministros a civiles, grupos de ayuda y hospitales cada vez más desesperados.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se preparaba para dirigirse a la región mientras él y otros líderes mundiales intentaban evitar que la guerra desencadenara un conflicto regional más amplio. La violencia estalló el martes a lo largo de la frontera de Israel con el Líbano, donde operan militantes de Hezbollah respaldados por Irán.
En Gaza, decenas de heridos fueron trasladados de urgencia a hospitales después de intensos ataques en las afueras de las ciudades sureñas de Rafah y Khan Younis, informaron residentes. Basem Naim, alto funcionario de Hamás y ex ministro de Salud, informó que 27 personas murieron en Rafah y 30 en Khan Younis.
Un periodista de Associated Press vio alrededor de 50 cadáveres llevados al Hospital Nasser en Khan Younis. Los familiares vinieron a reclamar los cuerpos, envueltos en sábanas blancas, algunos empapados en sangre.
