Corrientes, jueves 04 de diciembre de 2025

Cultura Corrientes
LA LEYENDA DE LA NIÑA CARBONILLA

Josefina Madariaga: “En mi obra, abundan los santos paganos de todos los mitos y leyendas”

02-10-2023
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"El funeral", carbonila sobre tela, 200 x 150, 2021

(Por Facundo Sagardoy para momarandu.com) Cuando el arte visual se abre a sus propios límites emerge Josefina. Trash, dark, urbana, con aroma apocalíptico, en la hecatombe del ser, hacia la irascible contemplación de la devastación de la naturaleza, Sierva María abismal de la experiencia vital contemporánea, donde todo credo ha sido empujado a horadar la nada.

Detrás de ella, las puertas de un templo oscuro se separan para iniciar un ritual de exploración sobre los bordes de la imagen y sus formas efímeras, un vistazo al amor furtivo y espectral del colapso, ruina sagrada testigo de la decadencia, de la desolación y de la desesperanza. Bajo la bóveda lúgubre de su mirada, navegando sobre un oleaje de llamaradas que desata su cabello rojo, vibrante, encuentra en el brillo de una sonrisa pálida a las brazas inconfundibles de un hilo conductor que jamás se apaga: la belleza.

Embriagado en la poética de un holocausto, nada existe en la lucha por la existencia, el cuerpo de Josefina se deshace en la expiación performática. La búsqueda de significado trasciende el lienzo y se revuelve en las paredes ante el altar de la muerte, una niña con trenzas, pura e inocente, sencilla y contundente como la brisa que esparce semillas de caos en cenizas agitando con las artes que devienen del fuego al hambre en el vientre de un incendio voraz, habitando la metáfora morticia, funeral, mitad cerámica, mitad mortal.

La atmósfera opresiva, controvertida, cautivadora, contribuye a la narrativa visual de la degradación y la sobrevivencia, con la fe empeñada en naufragar la experiencia sensible en la razón de la máxima ulterior a los tiempos titánicos: todo encuentra fin y principio en la creación.


"La infancia perdida". Carbonilla sobre tela 150x160cm.

Josefina Madariaga es una artista mercedeña, premiada en certámenes locales y regionales con gran futuro en el arte argentino.

Su obra fue exhibida en numerosas exposiciones colectivas y centros culturales.

El 23 de septiembre, fue una de las atracciones principales en la Noche de los Museos de Corrientes. Su presencia, cada vez más habitual, inaugura en esta provincia un portal a otro mundo, uno en el que la leyenda es carne y el mito la canonicidad en la tiza negra que reúne hoy en paredes limpias a las revelaciones de los artistas atraídos por el vértigo de hackear el arte consagrado desde el Renacimiento a la evocación, la glorificación y la adoración del misterio celeste.

Entrevistada por momarandu.com Josefina se muestra satisfecha con la exposición que acaba de cerrar, de la cual destaca la diversidad de visitantes que atrajo hasta allí y la atención que ha recibido antes de llegar hasta este punto.

Señala que el circuito de circulación de obras de arte contemporáneo en Argentina ha comenzado a enfocarse en el Interior del país y destaca la interacción y el intercambio con galerías, coleccionistas y público que hasta el momento ha logrado a través de su obra.

Josefina Madariaga, una muestra muy interesante, la Leyenda de La Niña de Carbonilla, que ya se retira del Museo Vidal ahora hacia Resistencia, fechas muy importantes para vos, para la gente en Corrientes, y para gran parte de esta región.
-Bueno, la verdad que es muy hermosa, con gente de todos lados. Suecia, Turquía, todo este mes que estuve viniendo, contacté con gente de Salta, de Brasil, mucho movimiento. Me voy muy contenta. Me encantó, me hizo muy bien. Una muestra que la recorrió mucha gente. Muchas escuelas, vino un grupo, hicimos actividades. Muy lindo.

De Buenos Aires a Corrientes, y viceversa. ¿Cómo notas el circuito de circulación de obras de arte contemporáneo en el país?
-Se abrieron más las puertas hacia todo lo que es el interior. Se está haciendo mucho más federal que siempre, es la intención, y deja de centralizarse todo en Buenos Aires, y eso es muy positivo, veo mucho movimiento y eso me parece muy valioso, cómo se está posicionando Corrientes hacia afuera.

En relación con tu obra, ¿cómo sentís la relación con galerías, coleccionistas y museos?
-Bueno, hay muchas preguntas y muchas buenas respuestas, o sea, hay mucho intercambio, y de parte, por ejemplo, de la gente, se pregunta mucho. La temática, la estética, por qué la elección de ciertos temas, y también veo que eso genera curiosidad, a todos, a los coleccionistas, a pesar de que en otros lugares no era una estética muy amistosa, en este lugar ocurrió todo lo opuesto, y veo que hay mucha gente que compra, coleccionistas que compran este tipo de producción más dark, y eso me pone contenta porque digamos puedo ser yo, tranquilamente.

Es difícil para un artista decir, estos son los pasos que estoy dando, pero te voy a hacer esa pregunta. ¿Qué ves que va diciendo tu obra? ¿Ser “punta de lanza” de este tipo de estéticas?
-Por suerte, me parece que es positivo que se muestre diversidad, que se muestre alguna gama amplia de ideas y de visiones y deseos también que cada artista pueda expresar a su modo, su visión, que no tiene que ser una igual, parecida a esto, con una estructura de cierto modo, sino que cada uno es libre en algún punto. Y eso me parece que poder hacerlo y que se ha recibido es lo mejor que le puede pasar a alguien. A mí me parece que eso, que vos hagas algo y te lo reciban bien a pesar de la estética, que no me parece tampoco algo muy trash, pero sí que es bueno.

Carbonilla, cerámica, acciones performáticas, lo visual y el cuerpo, lo textil…
-Sí, lo pienso todo en conjunto. Me vuelvo un poco loca antes de armarlo, pero pienso todo, o sea, todas las obras, el modo que se va a ser presentado en la sala, la instalación, qué tipo de material que tiene que ir también eso en relación a la presentación, o sea, qué contenido lo voy a mostrar y de qué modo en las salas. Esta última sala en el Museo Vidal tiene ciertas particularidades que es alargada, como es angosta, larga, casi como una especie de templo, a mí me dio como un recinto también sagrado y se unía con lo sagrado popular que yo siempre trabajo de estos santos paganos de todos los mitos y leyendas. Entonces, bueno, lo uní con eso, lo pensé así, que te vayas como en una especie de ofrenda, que vayas y pases como una procesión a lo largo del pasillo, que en su origen era un patio. Y, además, también entre todos esos ítems que pienso de contenido, de muestra, pienso en vestuario y como está puesto, porque también va a ser parte de ese momento.

¿Qué decir a los artistas que comparten tu obra y observan atentamente el desenvolvimiento de tu expresión?
-Me gusta y siempre trabajé en equipo y siempre trabajo de manera grupal. A pesar de que hago estas muestras individuales, creo que más hago muestras y trabajos grupales, no colectivos. Entonces, cuando ya armo esto, siempre voy para compartir con un grupo de músicos. En este caso se dio que ocurra una mezcla con lo literario, porque venimos de la Feria del Libro de Caá Catí. Siempre intento unir, eso me parece que es integral, tener música, tener un poco de, sí, la cuestión de otras disciplinas. Y creo que el mensaje sería que lo que quieran hacer lo hagan, investigando su tema y su interés, investigando y metiéndose a fondo, desarrollando su idea, se llega siempre a hacer lo que uno quiere, la meta es lograr hacer una muestra o lograr hacer algo en cierto, una fecha.

¿Hacia dónde transita Josefina Madariaga?
-Las redes. Se puede ver, manejo un montón las redes, el Instagram, que es mi Instagram, Josefina Madariaga, arroba Josefina Madariaga, y si no, la página web, que es también www.josefinamadriaga.com.ar, y si no, eso, eso, las muestras que voy armando, que están en camino.

Julio Sánchez Baroni, curador de la exposición expresa:

¿Qué lugar más fértil para el nacimiento de los mitos que el Paiubre, la región de Mercedes donde nació Josefina Madariaga? Como muchos niños, ella creció escuchando cuentos del Lobizón, el Curupí, la Luz Mala, y el Pombero, en la escuela, en su familia y en la calle. La ley, lo que está permitido y lo que no, se aprendía a través del mito (no salir a la siesta porque te roba el Pombero, por ejemplo). San La Muerte y el Gauchito Gil son otros de los personajes habituales en el imaginario correntino, en las procesiones a los santuarios el calendario parece alterarse y tiempo y espacio entran en una dimensión mítica.

El ritual formó parte de su vida, restos de loros, palomas y otros animalitos eran ceremoniosamente enterrados por ella y sus amiguitos mientras tarareaban la marcha fúnebre pues la muerte inspiraba respeto. Este es otro de sus temas, el vaivén entre la vida y la muerte, de ahí su interés por los autómatas, la creación del hombre de maíz del Popol Vuh, la historia de Frankenstein y otros, es decir mecanismo u objetos inertes que de pronto despiertan a la vida. Sus personajes con máscaras de gas tienen algo de autómatas, son humanos con rostros de metal haciendo equilibrio entre la integridad y la destrucción.

¿Por qué hay tantas niñas en sus carbonillas y cerámicas? Quizá porque en la psique de la niñez se cristalicen las estructuras míticas regionales y universales. Más adulta, queda encantada con el realismo mágico de la literatura latinoamericana y también con el grabado de Durero, El Caballero, la muerte y el diablo, 1513. Comprueba que en el arte y en las letras existe un mundo semejante al que vivió de chica. La gran diferencia es que ella no aprendió el mito en los libros, sino en carne propia. Sus carbonillas remiten a la paleta limitada de la fotografía blanco y negro, y por ende al tiempo “de los antiguos”, como se dice en las zonas rurales, o in illo tempore, como precisa Mircea Eliade, pues más allá de los abuelos la memoria del individuo entra en un tiempo mítico.

La tradición guaranítica, la herencia jesuítica, y el misterio inescrutable de la vida y la muerte se cruzan y se sintetizan en las carbonillas y cerámicas de Josefina, quien logra activar un universo vital e intangible donde lo tenebroso y lo maravilloso no pueden existir el uno sin el otro.


JOSEFINA MADARIAGA

Josefina Madariaga nació en Mercedes, Corrientes, en el año 1985. Es Licenciada en Artes Visuales, egresada de la Universidad Nacional de las Artes -UNA- en 2015. Trabaja y vive en la Ciudad de Bueos Aires en producción de obra, docencia, y gestión. Es gestora del distrito de Arte Once y de Anarko Gallery.

En el año 2022 fue parte del "Programa Glamart 2022", "Residencia Mango 2022", de la Clínica de obra con Verónica Gómez, Marcelo Pelissier y Lucas Marín, de "Escritura creativa" con Silvia Gurfein, de "Anatomía visual comparada con Pablo La Padula" en La Ira de Dios, de "De la imagen al concepto", por Juan Doffo, Cárcova y de "De Da Vinci a De Caro" por Eduardo Stupía en el Di Tella.

Su obra fue el centro de la exposición “El otro Lado” en el Banco Nación en el año 2017, y en el Consulado Argentino de Barcelona, en 2019.

También se expuso en "La Tabacalera, Imaginería Femenina", Madrid, España, en 2019, y participó como artista invitada/ pintora de "Ulises inmigrante, Una fantasía gráfica" de Eduardo Stupía, en el Centro de Arte contemporáneo, Sede Hotel de los Inmigrantes, Muntref, en 2018

En 2023 fue Jurado de las Becas Estímulo a la Creación, Provincia de Corrientes.

Sus obras fueron galardonadas en 2022 con el Premio Adquisición Banco Provincia de Corrientes, Arteco 2022, en 2021 con el Premio adquisición Museo Provincial de Bellas Artes, Juan Ramón Vidal, Corrientes, Arteco, y en 2018 con el premio graduado Salón Prilidiano Pueyrredón UNA.

En 2021 fue seleccionada para participar de la Uade 16°, en 2019 y en 2013 del Salón Nacional, 102° y 108° Casa del Bicentenario, Palais de Glace, en 2019 también del Premio Universidad Nacional del NordestE, Provincia de Corrientes, en 2016 y en 2013 de la Edición 61º y 58° Salón Manuel Belgrano Dibujo,

Su obra también forma parte desde 2015 de "Dibujo Contemporáneo en la Argentina", Libro digital, de Eduardo Stupía y Cintia Mezza, elaborado por el equipo Editorial Olga Martinez, Natalia Silberleib

En la actualidad, su arte es exhibido en Puertas Adentro, Punta del este, Aama CC San Martin, Galería Pasaje 17, Espacio Belgrado, UNNE muestra virtual Mita’í Litoral, CCBorges Pensar el Género, CCRecoleta, ECA Mendoza. Sus obras forman parte de colecciones privadas de Argentina, Francia, España, Uruguay, y Paraguay.