Ciudades enteras anegadas, carreteras levantadas, deslizamientos de tierras y barrios enteros arrastrados por las aguas al mar.
Al menos 2.000 personas habrían muerto en las inundaciones que desde el fin de semana han arrasado Libia, aunque la cifra es difícil de corroborar en medio del caos de la zona cero del "desastre" en el noreste del país. Los desaparecidos se estiman en más de 5.000, en una única ciudad más devastada.
Tras su paso por Grecia (donde dejó 15 fallecidos), la tormenta mediterránea Daniel tocó tierra en la costa nororiental de Libia el sábado pasado y se ha cebado especialmente con la ciudad costera de Derna, la cuarta más grande del país con 120.000 habitantes; la más afectada por las inundaciones y declarada “zona de desastre”.
Con la ciudad prácticamente inaccesible tras el colapso de las carreteras y aislada casi sin conexión a internet, electricidad o telefonía, la cifra real de víctimas mortales es difícil de asegurar. "Los desaparecidos se cuentan por miles y los muertos superan los 2.000", ha informado Osama Hamad, primer ministro del Gobierno que controla el este del país, en declaraciones a la cadena Al-Masar.
Un portavoz del Ejército Nacional Libio del general Halifa Haftar, brazo militar del este, ha apuntado que entre 5.000 y 6.000 personas permanecen desaparecidas. En un último tuit a última hora de la noche del lunes, la Media Luna Roja libia compartía una fotografía con 300 cadáveres, alineados en una plaza, preparándose para ser enterrados este lunes solo en la ciudad de Derna. "Han desaparecido barrios enteros en Derna, junto con sus residentes… arrastrados por el agua hacia el mar”, ha descrito Hamad.
El desastre se produjo cuando las lluvias de la tormenta Daniel, “excepcionales, y quizá sin precedentes en la historia de los registros climáticos libios”, según el Centro Nacional de Meteorología libio, sobrepasaron la capacidad de dos envejecidas presas montaña arriba.
Residentes aseguraron a la prensa local haber oído el sonido como de una explosión -presuntamente, cuando se quebró la presa- antes de que el torrente de agua acumulada, unos 33 millones de metros cúbicos, simplemente borrara del mapa empujándolo hasta el mar un barrio residencial entero. Imágenes recogidas por las televisiones locales y grabadas por los vecinos recogen escenas de gran devastación. Un alud de barro y espuma bajando desde la montaña directo a zonas residenciales del centro de la ciudad.
Edificios de apartamentos de varios pisos cediendo por el empuje de las aguas. El ayuntamiento de Derna anunció en su página oficial de Facebook que “la situación es catastrófica y está fuera de control” y ha pedido la apertura de un corredor marítimo, debido al colapso de la mayoría de las carreteras de la ciudad.