Corrientes, jueves 04 de diciembre de 2025

Cultura Corrientes

Maty Obregón, pieza clave del arte correntino contemporáneo, por Julio Sánchez Baroni

18-08-2023
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El aire se cortaba con un cuchillo, el silencio se quebraba como un papel. En un extremo Maty Obregón, con un ramo de flores en la mano, como una novia esperando a su prometido, dejó que Aquiles Coppini le humedeciera el pecho con una bebida alcohólica, permitió que le hiciera un tajo en la piel y que le insertara una pequeña figura de San La Muerte que quedó para siempre en su cuerpo.

La performance fue un ritual que tuvo lugar en las salas del Fondo Nacional de las Artes de la calle Alsina, en Buenos Aires. Así de intensa era Maty, oriunda de Sauce había llegado a Corrientes a mediados de los años 90 para estudiar y producir arte. Cuestionó y se burló de los estereotipos de lo femenino con su serie de Venus de Willendorf, aquella voluminosa talla prehistórica, de caderas anchas y mamas caídas; también lo hizo con las muñequitas de Barbie.

El mito de la diosa se transformó, como era de suponer en tierras correntinas, en la Virgen de Itatí, figura que bordó una y otra vez, rodeada de pájaros, mariposas, libélulas y frases de amor y pasión.

La ¨figura cónica” de la Virgen llegó a crecer y convertirse en una especie de almohadón gigante para el descanso de los fieles, obra que presentó en Arteba. Maty fue una figura catalizadora en los años noventa, amaba el diálogo íntimo, de a dos, como las multitudes en la que era líder indiscutida, arrastrada en su aceleración, su pasión por la vida y su reinado místico.

Las reuniones en café El Mariscal con artistas, músicos y escritores tenían su punto más efervescente cuando ella llegaba. Ejerció en su vida y en su arte, la forma más elevada de la inteligencia: el humor y la ironía; fue capaz de hacer conexiones entre hechos y sucesos con la velocidad de la luz, no las que hace la razón, sino el pensamiento lateral, el inesperado.

Pionera del arte textil, abordó el territorio del arte de la manera más desprejuiciada y fue el ariete que abrió compuertas para que nazca una generación de artistas correntinos desligados de la tradición.

Maty Obregón, fue la pieza clave del arte correntino contemporáneo, por aquello que ella hizo y por lo que provocó en otros.