La jueza federal María Eugenia Capuchetti elevó a juicio oral la causa por el intento de magnicidio contra Cristiana Fernández de Kirchner, con sólo tres acusados.
Lo hizo, pese a la oposición manifestada por los abogados de la vicepresidenta, José Ubeira y Marcos Aldazábal, y dejando –en lo formal- abierta la posibilidad de seguir investigando otras eventuales implicancias y responsabilidades.
La jueza dio por “parcialmente clausurada” la investigación y mandó a juicio a Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo, los tres únicos detenidos que tiene la causa.
“Se han recibido formalmente los impulsos de las acusaciones pública y privada (esta última a través de un planteo subsidiario), para avanzar a la etapa de debate”, justificó la jueza la elevación del expediente a juicio.
Capuchetti rechazó los planteos de la vicepresidenta, quien consideró que la instrucción está incompleta y que no se han explorado varias líneas de investigación que conducen hacia otros potenciales imputados.
“De la lectura de las diligencias que, a criterio de la parte querellante, deberían sustanciarse de forma previa a someter a juicio a las tres personas que se encuentran detenidas y procesadas en esta causa, se advierte que se vinculan en su totalidad a cuestiones ya evacuadas o que, en su defecto, en nada se vinculan a dichos imputados”, refutó la jueza.
“La oposición a la elevación de la causa en lo que hace a Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo, en base a un supuesto detrimento de la búsqueda de la verdad por desdoblamiento de la instrucción, no habrá de prosperar”, añadió.
Capuchetti explicó que acató un fallo de la Cámara que urgió la realización del juicio: “con apoyo en el criterio de la Alzada, que se comparte en esta instancia, y a fin de garantizar el derecho de los imputados a ser juzgados sin dilaciones indebidas, no habrá de hacerse lugar a la oposición de elevación a juicio planteada por la parte querellante”.