En el año 1956 surgió NUPILY en la ciudad de Corrientes. El Núcleo de Pintores Libres fue una eclosión de Arte que sacó a las calles las más diversas expresiones. Se exponían pinturas en las vidrieras de los negocios , se realizaban recitales de poesía en la Costanera y en las plazas. El deseo de renovación, originalidad y el espíritu de libertad brotaba en todas las creaciones.
En ese ambiente destacaron personajes como los poetas CARLOS GORDIOLA NIELLA, FILIBERTO GRONDA, los pintores CARLOS EMILIO CASTAGNINO, “CHOCOTO” DIAZ DE VIVAR, CHELA GOMEZ MORILLA, CACHO CALVO, el abogado FERNANDO DIAZ ULLOQUE, el psicólogo “MANINO” ACEVEDO, el dibujante “CHAQUE” MAURIÑO, el músico y sonetista BENJAMÍN DE LA VEGA, la bailarina clásica Nity Cigersa y su discípula Maquelita Rivero y el escultor ROLANDO DIAZ CABRAL que unen –o unían- a su enorme talento, un estilo propio y unas personalidades únicas e irrepetibles. Sus anécdotas darían para varios libros .
No me considero historiadora, y aún más, no estoy dotada para ello, pero ante el pedido del GRUPO DE DINOSAURIOS, no puedo negarme a escribir como mejor pueda esta nota sobre dos entrañables amigos mayores que acompañaron mis comienzos artísticos con sus consejos, su afecto y su bondad.
El médico psíquiatra “MANINO”Acevedo, primero en Corrientes en la especialidad, llegó a la ciudad entre los años l956 y 57. El impacto fue grande. Nos preguntábamos cómo sería y cómo se comportaría un “psiquíatra”. Nupili estaba en plena efervescencia. Se hacían frecuentes reuniones en casa de doña Lelia Lotero de Diaz deVivar, madre de CHOCOTO Díaz de Vivar. De inmediato lo invitaron a “Manino”. Estábamos expectantes. Chocoto le pidió a Manino: “Hacéle un psicoanálisis a Marily!! Y los demás a coro lo apoyaban. Yo tenía veintiun años y era una aldeanita que pintaba, hacía esculturas y escribía poemas…
Manino me miró –con ojo clínico- y dijo: - No puedo. No me atrevo porque los poetas leen los pensamientos.
En poco tiempo Manino se convirtió en gurú de la juventud estudiosa menos conservadora. Daba charlas en su consultorio, sobre temas importantes como el amor, las relaciones humanas, la vida en pareja… Todos lo seguíamos.
“Manino” tenía un método de choque cuando le presentaban a alguien. Le soltaba un exabrupto para que reaccionara y desnudara su personalidad. Los que lo seguíamos éramos su público y disfrutábamos. Cuando le presentaron a Alfredo Alcón, “Manino” le pasó la mano y le dijo: - ¡¡Encantado!! Soy Manino Acevedo, “El Macho del Cono Sur”!! . Inmediatamente Alfredo Alcón lo abrazó diciendo: ¡¡Mucho gusto”” Soy Alfredo Alcón, “El Macho del Macho del Cono Sur”!! . Fue una carcajada general.
No todos salían tan airosos de las provocaciones de Manino.
“Chocoto” Diaz de Vivar era pintor surrealista, el único de Corrientes. Un caballero, finamente educado por su madre que era una alta dama de la sociedad correntina. Siempre sonriente, respetuoso, de muy pocas palabras.
Tenía su taller en la Avenida Costanera, con amplias ventanas que abría cuando trabajaba. Ponía música clásica a todo volumen, y con el torso descubierto tomaba los pinceles y moviéndose al compás de la música creaba sus obras. La gente se agolpaba para verlo. Todo un espectáculo.
Sin duda, Chocoto habrá sido, más de una vez, blanco de las provocaciones de Manino como todos nosotros.
Decidí unirlos en esta nota para contar una anécdota de la que fui testigo: Un grupo de amigos estábamos organizando una excursión artística por el Paraná. Cada uno debía invitar a determinadas personas. Esperábamos a Manino que se comprometió a invitar a Fernando Diaz Ulloque y a Chocoto Diaz de Vivar. Cuando llegó lo rodeabamos para saber como le había ido.
¡¡Mal!! -dijo Manino- Fernando está en su estancia. Y Chocoto…no pudo atenderme…entré a la casa y estaba en su escritorio con la máquina de escribir…me dijo: “ Perdoname…no puedo atenderte porque le estoy corrigiendo este libro a Borges”… y siguió tecleando sin mirarme.
*Marily Morales Segovia/2013
