Escuché, alarmado, las declaraciones del músico Mario Tessare en un canal de T.V.
Dice, con exquisita dosis de razón que últimamente las fiestas provinciales se han llenado de músicos foráneos: él se refería a la inminente Fiesta Nacional del Surubí en Goya que cuenta en su programación de espectáculos a Los Pericos, Los Tekis, Lit Killah (que ni sé quién es, por el nombre debe de ser un músico afgano) y Cristian Castro. Esto figura (lo comprobé) en el Portal InterMirarte con información difundida con orgullo por las autoridades de la organización. Tessare reclama, con absoluto sentido común, la presencia de la música emblemática de Corrientes, pero el chamamé no figura en esta nómina oronda que difundieron las autoridades. Dice, además, Tessare, que toda vez que se necesita recaudar fondos (para incendios, catástrofes, pestes, etc) los primeros convocados son los chamameceros, pero cuando hay presupuesto (y millonario, el mexicano no vendrá a cantar por menos) nadie se acuerda de nuestros cultores del chamamé.
Esto no sucede únicamente en la Fiesta goyana. Viene creciendo esa tendencia en todas las fiestas provinciales, dice Tessare.
Aquí hallo dos explicaciones posibles que me dicta la lógica.
La primera es que los organizadores, ante el crecimiento inusitado de la Fiesta que necesita de una logística muy sofisticada, hayan recurrido a alguna empresa porteña para la organización y ya sabemos qué esperar de esas megaempresas de espectáculos que priman lo que vende, así sea su propia madre en cómodas cuotas.
La segunda, más grave, si es que la organización y la nómina de artistas corrió por cuenta de las autoridades culturales goyanas, es la sensación de inferioridad que muchas veces ataca a los correntinos. Es como si lo propio (a pesar de las declaraciones nominales de la UNESCO acerca del chamamé como bien intangible de la Humanidad) nos diera pudor y quisiéramos exhibirnos ante el público masivo como “gente de mundo” que tiene por compinches a Cristian Castro, a Los Pericos y quizás a Tinelli y por qué no, los ganadores de Gran hermano y Master Cheff.
La tilinguería argentina no tiene techo. Crece más rápido que las paredes de las casas que la alojan.
Espero que, como deber hacia los contribuyentes, las autoridades expliquen a los goyanos y goyanas por qué pululan las músicas que nada tienen que ver con la cultura de Corrientes y se optó por artistas (cuyo nivel de popularidad nadie discute) que nada tienen que ver con lo nuestro. Creo que, al menos, deberían alternarse en el escenario lo nuestro con lo exportado. Y recordar a los chamameceros no sólo cuando hay sequía, incendios y vacas flacas.
Recordarlos y remunerarlos también cuando se hacen las famosas Fiestas nacionales, provinciales, departamentales y municipales.
Adhiero plenamente al reclamo de Mario Tessare.
Buenos Aires, abril de 2023.
Alejandro Bovino, talomac@gmail.com
