En una medida que los analistas internos y externos consideran una cesión del régimen iraní ante la creciente presión popular, la Teocracia suprimió la Policía moral, fuerza que vigilaba la vestimenta de las personas, sobre todo de las mujeres, y que fue acusada de la muerte de la joven kurda Masha Amini, crimen que detonó protestas callejeras que vienen registrándose desde hace tres meses.
"Esta Policía no tiene nada que ver con el Poder Judicial'', se despegó el fiscal general de la nación persa, Mohamad Yafar Montazerí, de la fuerza en una cuyas sedes pereció Masha, a quien habían arrestado horas antes por no colocarse correctamente el velo.
A LA HORCA
La Justicia de la República Islámica ahorcó ayer a 4 iraníes condenadas a muerte por colaborar con el Mosad, el servicio de inteligencia de Israel, uno de los principales enemigos de Teherán.
Hosein Ordukhanzadeh, Shahin Imani Mahmudabad, Milad Ashrafi y Manuchehr Shahbandi Bejandi formaban parte de "una red que, bajo la dirección de los sionistas, realizaban secuestros armados y recibían el pago por sus trabajos en monedas digitales'', indicó el fallo que los sentenció a la pena capital.
"Esta banda cometió raptos y obtuvo confesiones falsas -añadió-, además de la destrucción de bienes públicos y privados''. Sus miembros fueron capturados con la cooperación del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria y el Ministerio de Inteligencia.
