Momentos de tensión se vivieron el sábado por la mañana en el puesto de la Policía Caminera de la Provincia del Chaco junto al peaje Manuel Belgrano.
En el lugar, turistas, paseantes y conductores de automóviles y motocicletas interpretaron una breve protesta tras ser victimas de malos tratos y amenazas por parte de un oficial en servicio, a quien identificaron como el "oficial Alarcón".
Junto al puesto policial, paseantes en tránsito de Corrientes hacia Chaco dijeron haber tenido que soportar tratos degradantes, gritos y desplantes del oficial, mientras entregaban documentación identificatoria.
"Mientras un suboficial revisaba nuestros documentos, el oficial, que se identificaba a sí mismo como el "oficial Alarcón" nos gritaba e increpaba de modo violento", señalaban.
"Mis hijos se asustaron muchísimo. Nos gritó de todo. Nos dijo lo que se le vino en ganas", expresó una acompañante, que había sido detendida junto a su familia, mientras se trasladaba hacia la ciudad de Resistencia para visitar a sus hermanas.
El oficial, según señalaron, recorría la fila de espera junto al puesto caminero, increpando a los conductores que habían sido apartados del camino por los otros agentes y oficiales en servicio.
"Intervenía en las conversaciones y les gritaba a los conductores en tono violento, como queriendo pelear con ellos, fue una situación realmente angustiante", dijo otro conductor, que había sido apartado junto su vehículo mientras esperaba por que sus documentos le sean devueltos.
Turistas de paso por ese mismo lugar, en tanto, dijeron haber tenido que soportar momentos de tensión cuando el mismo oficial se negaba a informar cuál era el monto al que ascendía una multa.
"Yo pedí al oficial que dejara de gritarnos. Nos empezó a gritar porque oyó que no sabíamos el motivo por el que nos estaban demorando. Fue horrible. Comenzó a gritarnos a todos, cada vez peor, primero desde la espalda y luego hasta centímetros del rostro", expresó uno de ellos.
Otros dijeron observar comportamientos irracionales por parte del mismo oficial durante otros operativos.
"Este oficial circulaba desde dentro hacia afuera de la oficina caminera y hacia el puesto junto a la calle con rapidez, y cuando se acercaba a la fila de espera se quedaba oyendo para increparnos violentamente, no podía escuchar que habláramos", dijo otro turista.