(Por Francisco Tomás González Cabañas). La única verdad es la realidad”, recordaba Perón, sin citar a Aristóteles, pero en verdad quería referir a Hegel con aquello de “lo real es racional y lo racional real”.
Lo cierto es que en estas elecciones del 29 de agosto, la elección a intendente de Corrientes capital, carece de un candidato, candidata o cómo se pretenda mencionar, peronista o que abreve en el peronismo. La intervención del Pj correntino, a manos de los generadores de “negros Pablo” del conurbano bonaerense (africanizado), en el loteo que realizaron para presentar una lista alquilaron la celda a cubrir para la intendencia capitalina.
Nadie puede desconocer que el actual vicegobernador ha sido de diversas expresiones partidarias, incluyendo la de su primer hacedor en la política grande “Don Toco” Navajas Artaza. Enjuiciado por delitos de lesa humanidad, supo ser interventor de Corrientes como Ministro nacional, de distintos gobiernos de facto, acusado de esconder en sus magnificentes establecimientos yerbatales a detenidos-desaparecidos, podría en su ancianidad rever sus actuaciones y dar un apoyo explícito al candidato por la intendencia capitalina, a quiénes le militan la candidatura los nietos de los que persiguió en los años de plomo.
Y debemos ser claros en cuanto al lugar desde el que se habla. Para que llegara donde está hace casi 8 años, hemos sido muy pocos, los que le escribimos el guión (en versión libro) y le planchamos el saco peronista para vincularlo con el extinto José Manuel De la Sota. En una demostración de su hábil plasticidad, dos mandatos en la vice le sirvieron para alquilar el sello completo a los depredadores del conurbano bonaerense (al que terminaron de africanizar) quiénes asumieron el rol de interventores del PJ Corrientes. Pero la mácula de haberse forjado en los espacios de hacedores de las expresiones golpistas que asolaron el país, el ahora candidato que asume la representación peronista, alquiler mediante, no pudo borrar la mancha por el simple acto contractual. Fue nomás el año pasado, en pleno inicio de las restricciones más duras por la pandemia, un 24 de marzo, fecha fatídica para los argentinos demócratas y especialmente para los peronistas a los que a fuerza de armas se nos corrió del poder, cuando dejó ver su rostro menos afable y sobre todo su voz más temible y temeraria.
Mientras conmemorábamos, en medio del pavor por las restricciones, un nuevo inicio de las fechas más crueles de nuestra historia, en un claro hecho de violencia simbólica, desde su sitial de poder, me envió un mensaje de voz al teléfono móvil del que esto escribe.
Trémulamente me señaló que “me callara un poquito la boca”, dado que hablaba de más, sin saber. Tuve el tino de viralizar tal intimidación, pese a recabar menos adhesiones de las que el acto demandaba, lo cierto es que la “razón” de tal reacción, obedecía a una de las tantas notas que publicaba en relación en ese caso, a que pusiera a disposición de la provincia, para los casos covid y sospechosos, los hoteles que administraba.
Tal vez por ósmosis, el peronismo y los valores que representa, puedan incorporarse ahora al candidato, lo cierto es que por más esfuerzo que se haga, no podemos desconocer la realidad, que es la verdad a decir aristotélico, que es la racionalidad hegeliana y que nos recordaba una y otra vez Perón.
En mi largo recorrido como escriba, como le gusta decir a un peronista de la línea de Vandor, dado que escribió en sus años mozos una solicitada “contra el tirano prófugo” y que como dueño de medio, administra la válvula de lo que hace publicar o no, de acuerdo a su conveniencia política y judicial, también señalé sendas críticas (en el rol de intelectual que profeso desde hace años) a la actual gestión municipal de Eduardo Tassano. A diferencia del que lo desafía, y de muchos otros, no sólo que no padecí ni de violencia simbólica ni de persecución alguna por parte del criticado, sino que tomó cartas en el asunto para modificar lo señalado, dando cuentas incluso de lo que realizaba y porqué, tal como uno desee que suceda en una comunidad democrática, o al menos como señalan los libros.
Estos valores, no son secundarios y no deben ser elementos para especular. No creo que sea saludable darle la confianza política a quién se dice de un partido por la mera conveniencia electoral, mucho menos sí demostró en ocasiones específicas y puntuales, como las referidas, que sigue actuando bajo las modalidades de los hombres de facto.
Tiene el Intendente municipal de Corrientes, la posibilidad de ser reelecto y de nutrir aún más de valores democráticos la ciudad en la que nací y vivo, es al menos lo que hombres y mujeres, como su propia madre, como la del gobernador, referenciados en el peronismo los que pese a saberlo en su honestidad radical, que respetará y promoverá el peronismo democrático y republicano, por el que tantos compañeras y compañeros, han luchado, entregando sus propias vidas, sus libertades y proyectos (como el caso de mi padre que cumplía funciones en el derrocado gobierno de Don Julio Romero y padeció simulacro de fusilamiento) para que nunca más tengamos no sólo gobiernos de facto, sino también actitudes facciosas o dictatoriales, por parte de quiénes astutamente creen que lo lograrán por alquilarse un sello, un saco, ocupando posiciones de poder para imponer sus nociones de autoridad o sus deslices autoritarios..