La selección de básquetbol se impuso 97 a 77 al conjunto asiático, que dirige el argentino Julio Lamas. De esta forma, el combinado nacional se ubicó como uno de los dos mejores terceros y enfrentará en la etapa de eliminación directa a Australia.
La selección argentina de básquetbol hizo lo que tenía que hacer: recuperó su juego y mostró su categoría dentro y fuera del terreno de juego. Además, venció a Japón y consiguió el pasaje a los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Fue 97 a 77 ante un rival que, si bien se encuentra bastante por debajo del nivel del conjunto nacional, mostró orden y hasta amenazó con empatar el score al comienzo del tercer cuarto.
De esta forma, los dirigidos por Sergio Henández consiguieron el pasaporte a la próxima etapa y se medirán con Australia (se defició por sorteo con Francia porque ambos ganaron su s grupos) uno de los candidatos a medalla.
Desde el comienzo del encuentro, Argentina mostró otra cara. Las derrotas ante Eslovenia y España expusieron algunos problemas de juego que, en este último encuentro, parecieron disiparse.
Sin Patricio Garino, afuera por lesión, Argentina encontró en Marcos D´Elía una pieza clave en el primer cuarto. Con 10 puntos y un 4 de 4 de cancha, el pivot fue una de las figuras, no solo del primer parcial, sino de todo el partido.
Rápidamente, el equipo del “Oveja” tomó una ventaja de 13 puntos que se mantuvo, con algunos vaivenes, durante el primer tiempo.
Luis Scola preciso con tiros exteriores, un Facundo Campazzo inquieto, un Gabriel Deck punzante desde corta y larga distancia se adueñaron del juego y dejaron sin chances al conjunto local, dirigido por el argentino Julio Lamas.
También aportaron desde el banco otros jugadores cuando tuvieron que entrar. Leandro Bolmaro y Nicolás Laprovittola tuvieron grandes pasajes a lo largo de los minutos.
Ya en el segundo tiempo. Japón salió decidido a acortar la distancia. Y lo logró. Redujo el margen a cuatro puntos a fuerza de una fuerte defensa y aciertos desde el perímetro.
Pero Argentina reaccionó y a pocos minutos de finalizar la tercera manga recuperó la ventaja, e incluso la amplió a 14 puntos.
De ahí en más, todo fue del equipo nacional. Sin aflojar (Scola se tiró al piso para tratar de llegar a un mal pase de Laprovittola, como si tuviese 20 años) los albicelestes fueron ampliando la distancia y ganando confianza.
Más sueltos, más efectivos y con algunas jugadas espectaculares, Argentina sacó su pasaje a cuartos de final con jerarquía y corazón.
