Carta abierta al presidente Alberto Fernández, al gobernador Valdez de la provincia de Corrientes, al intendente de Paso de los Libres, y a los y las integrantes de los poderes legislativo y judicial, federales y provinciales, y a los consejos de los municipios.
Les escribo en un momento de mucha angustia y tristeza en mi entorno familiar. Como ustedes saben, más allá de las creencias particulares, la fiestas y el verano, tradicionalmente son momentos de encuentro y re-encuentro familiar. Nuestra familia no es ajena a eso.
Con mucha ilusión compramos un pasaje a la empresa Crucero del Norte, de CABA a Paso de los Libres, para que mi hija de casi dos años pudiera viajar junto a su mamá para reencontrarse con su papá y sus abuelos, después de alrededor de 10 meses sin vernos por motivos laborales, de cuarentena, etc.
10 meses que puede a algunas personas no parecerles mucho, pero que para nosotros, es una eternidad, más con todas las angustias que venimos padeciendo con la actual pandemia en curso.
La cuestión es que la empresa Crucero, nos suspende el viaje y nos informa que en toda la provincia de Corrientes no hay ninguna terminal habilitada. Lo cual nos lleva a preguntarnos ¿Porqué desde la provincia se está habilitando el ingreso de turistas en automóviles particulares, como así la de transportes de todo origen y tipo, en general, pero no permiten el ingreso de personas de clase trabajadora, que en general nos trasladamos en micros? ¿No son esenciales los lazos afectivos? ¿No le generan ningún perjuicio emocional a una criatura y a su padre y sus abuelos privándoles verse?
El pueblo sabe que en general todos los funcionarios se mueven en vehículos públicos, privados, y a veces hasta en en helicópteros. Pero no deben olvidar que están ahí porque nosotros, el pueblo trabajador, los votamos cada 2 y 4 años. Y que no pueden dejar de lado nuestras necesidades afectivas cuando a nuestro lado, vemos a muchas personas con privilegios sociales moviéndose libremente. ¿No fue suficiente con que nos quitaran el tren de pasajeros con sus paradas en Corrientes, y que hoy no figura en ninguno de sus discursos? ¿Ahora tenemos que acostumbrarnos a que nos quiten la posibilidad de viajar en los, ya de por sí, precarios y abusivos servicios de transporte larga distancia?
El pueblo correntino tiene fama de tener paciencia, pero todo tiene un límite. Por la falta de oportunidades en la provincia, década tras década hay trabajadores y estudiantes, profesionales teniendo que migrar a otras provincias y ciudades. Le pasó a los grandes del Chamamé, ahora declarado patrimonio de la humanidad, y le sigue pasando a miles de trabajadores. La mayoría no nos hacemos espectativas de que ustedes resuelvan esa deuda histórica para con nuestra provincia, pero al menos permitan que la gente que está trabajando afuera, o estudiando, o que necesita y quiere establecer vínculos afectivos con quienes elegimos vivir acá, puedan hacerlo a un precio económico, accesible.
Aclaro que mi persona en particular, como todo mi entorno familiar y amistoso, venimos 'militando' los cuidados, evitando las aglomeraciones, usando el barbijo y exigiendo muchos veces hasta a funcionarios públicos que lo usen. Venimos manejándonos con entera responsabilidad frente a la pandemia.
Hemos adaptado nuestros trabajos a la virtualidad, con recursos propios, hemos tenido que rechazar otros, etc. No estamos conspirando contra la salud pública ni contra el cuidado de nuestros mayores y personas de riesgo. Pero la salud es también, principalmente, la salud mental y afectiva. Es el deseo de abrazarse y compartir con los seres queridos. Son las cosas que le dan sentido en general a nuestras vidas.
Si nadie se estuviera moviendo, quizás sería más comprensible, pero vemos gente entrando y saliendo en vehículos particulares, lo que constituye claramente una doble vara, clasista y discriminadora.
En este tiempo hemos recabado testimonios de muchas injusticias, como de personas trabajadoras con vehículos propios, a quienes obligaron a pagar hisopados en el puesto de Mocoretá, y a quienes ni siquiera se les realizaron los mismos. Por si no se enteraron, la edad feudal terminó más o menos alrededor del 1789 con la revolución francesa. La modernidad capitalista en la que vivimos, en teoría, no tiene miles de fronteras de señorío ni obliga a aplicar un arsenal de 'salvoconductos' para circular.
Para que nadie se confunda ni intenté hacer politiquería con esta carta y está situación personal angustiante que afecta a nuestra familia pero afecta a muchos más, creemos que también el gobierno 'federal' tienen sus responsabilidad en toda esta situación.
Si no, si de repente Corrientes es un país autónomo y no nos enteramos, con leyes propias, avisen, empiecen a hacer los documentos correntinos de identidad, etc. El poder central, como las cámaras legislativas federales, y la suprema corte de justicia, pueden y deben intervenir cuando alguna jurisdicción viola flagrantemente la letra máxima de la Constitución, como evidentemente lo está haciendo ahora la provincia de Corrientes. Pero volvemos a lo mismo. ¿Les interesa el pueblo trabajador que viaja en colectivo?
Por todo lo antes expresando llamo a todas las personas de bien a movilizarse en la manera que esté a su alcance para parar está injusticia 'Semifeudal'. Y a ustedes, funcionarios y funcionarias de todos los estamentos del estado, desde el concejal al juez, al diputado, y jefes de los ejecutivos, a revertir de manera urgente está situación arbitraria que atenta contra la salud emocional e integral de miles, como a nuestros lazos afectivos.
Dejo mí número de teléfono, por las dudas la navidad viene con algún milagro 3772612019.
*Comunicador
