Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Opinión Corrientes

La historia de nunca acabar, por Ramón Salazar

05-10-2020
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Foto ilustrativa

Desde la primera infancia, como norma cultural impuesta por la propia familia, nos inculcan algunas máximas de uso cotidiano con el fin de domeñar las ínfulas propias de niño mimado, malcriado al fin, pero desprovisto de los conocimientos rutinarios que el futuro impone de “prepo” como hacedor de nuestra formación existencial de mano de la experiencia.

Así, y casi sin darnos cuenta fuimos archivando enseñanzas y datos vinculados al aprendizaje diario, que nos ayudaron a comprender que tanto en la necesidad como en la abundancia, mantener el temple era indispensable, esa escuela de la vida nos permitió compensar debilidades y fortaleza, sin caer en eufemismos grandilocuentes o autoelogios, ni dejarnos arrastrar por la frustración asfixiante, porque aprendimos que ante la falta de pan, buenas son las tortas, esa emergencia vital nos hizo comprender “que el agua no se masca”, que las mentiras no se repiten, que saludar, no te hace más ni menos que nadie y es muestra de buena educación, que el nombre familiar no se “debe manchar”, que no es igual “Juan que Pedro”, que no somos perros de presa agresivos, ni gastamos “ladridos” maldiciendo al prójimo, ni gatos falderos de entrecasa para que una caricia nos domine, y de yapa, “como si fuera una tesis de fin de curso”, los “viejos” ante el mínimo “furcio” nos enrostraban la máxima Sanmartiniana, señalando el cuadrito amurado a la pared con la imagen del Libertador y la leyenda en la que se lee: “Serás lo que debas ser, sino no serás nada”.

No era fácil apartarse de ese desafío, porque para zafar de la disyuntiva era necesario, contar y consumir el tiempo útil de los hacedores que imponen su docencia educativa, -ayuda indispensable- para fraguar la razón crítica lúcida, que sirva de bastión al pensamiento generador de la idea forjadora de la conciencia que predestina y materializa tu “deber Ser”, porque “el no serás nada”, es la contrapartida que desvanece al sujeto y lo saca de la realidad ignorándolo, y lo obliga a cargar la cruz impuesta desde su propia concepción, con el tilde “genético” del desamparo que lo deshereda antes de nacer, sin preguntarle “que quiere ser o hacer con su vida”, restando o quitando toda posibilidad de realización personal que anula su vocación superadora para dar “per saltum”, intentando sortear la impronta del sistema de inequidad social que se verifica cuando la realidad mantiene vigente de “antemano”, la prepotencia aplastante del orden social impuesto, -por caso- el nuestro, donde la estadística de pobreza refleja la supresión del derecho humano de subsistencia, porque más de la mitad de su población, se encuentra desarraigada y excluida, a causa de un designio o idea política que se rebate entre el egoísmo y la desidia inhumana de los que mandan, consustanciada y dependiente “de la orden de mando” emanada del poder súper-estructural económico-político, que se enmascara en connivencia con los responsables de la conducción oligopólica del Estado clasista neoliberal, que –desde siempre- han diseñado políticas para el “destierro” de las grandes mayorías populares, desposeídas, desclasadas y convertidas en “parias por generaciones”, que a ojos vista, constituyen el contrapeso anti-sistémico, que inviabiliza e invalidad la credibilidad retórica y la imagen institucional emblemática utilizada de base operativa por el poder económico, que cuando la ocasión lo permite, sienta sus reales en el Banco Central de la República, transformándolo en un “burdel” financiero, que en el pasado reciente, durante cuatro años ha sido “pirateado” hundiéndonos en el fondo de la “grieta” y amarrados al “salvavidas de plomo” multimillonario que a modo de ayuda, les tiró el FMI-Trump, para salvar del “naufragio” electoral a su “ahijado” político que terminó perdiendo las elecciones, no sin antes meternos la mano en el bolsillo, dejándonos en “pampa y la vía”, porque la moneda que recibieron de esa “agencia” multilateral de crédito internacional, se derritió en sus manos., desapareciendo de los registros contables del Banco Central encargado de llevar el control de nuestras reservas monetarias internacionales.

“LAS PRUEBAS DE LA INFAMIA…” EN QUÉ MALETAS LA GUARDARON
“No es moco e´ pavo” lavar dinero, ser evasor de impuestos, “exportando” por la “ventanilla de escape mafioso” el dinero en “negro” -no declarado-, que los “popes” del mercado, incluido el financiero, obtienen a nuestra costa, y remesan al exterior sin pagar un solo centavo de impuesto sobre las ganancias obtenidas, empobreciendo al país al que descaradamente roban, “sorteando los controles” del Estado, si es que los encargados de dicha función, no miran para otro lado, y terminan con absoluta complicidad diciendo: “por aquí no pasó”.

No quedan dudas que algo no funciona en ésta “rueda de la fortuna”, porque como dijo “el Diego” “se nos escapó la tortuga” vale por caso citar, el caso “VICENTÍN”, que con los “corsi y ricorsi” defensivo de sus directores, y la actuación del juez interviniente, hasta el propio gobierno nacional, que había dispuesto la “Intervención”, “tiró la toalla” y se desentendió del “balurdo”, en medio de la presión mediática propiciada por los capitalistas vernáculos, que veían amenazado sus propios intereses, y la movilización de apoyo, de una parte de los pobladores de Avellaneda –Sta.Fe-, que identificaban como algo propio dicha empresa, por ser la fuente de trabajo local. Sirven para testimoniar el “aquelarre” disfuncional, donde la suerte quieran o no, está echada, aunque en ese conflicto, el “sponsoreo” judicial se hace evidente para que la corporación en estado falencial y concurso de acreedores, cierre todos los caminos de solución y lo obligue a decretar la quiebra, en ese estado procesal, de antemano los acreedores -proveedores de materia prima-, son consiente que no van a percibir la contraprestación de pago, por falta de efectivo para hacer frente a las obligaciones, en el mientras tanto cabe mencionar, -recogiendo información que ha tomado estado público- que los directivos responsables, no solo vaciaron la empresa central, también se desprendieron de las subsidiarias del exterior pasándolas a manos extrañas, sin girar al mercado interno las divisas obtenidas para saldar las obligaciones pendientes, hecho que de por sí, importa una maniobra de descapitalización –insolvencia- dolosa, colocando en situación de quiebra irredenta a éste “pool” empresario, que indefectible a “caído” fuera del “sistema capitalista autosustentable”, y la justicia tiene la última palabra.

El párrafo precedente marca el anticipo de una pandemia económica, que hoy golpea fuertemente al sector industrial de producción y consumo, que entró en un estado de depresión, ya que conforme el trascendido oficial del organismo de estadística y censo en el segundo trimestre, el PBI argentino registró una contracción interanual del 19,1%, dato que lleva al contubernio opositor a desplegar su labia crítica, que encuentra en éste registro estadístico “pasto para alimentar las fieras”, sobre todo de aquella minoría, que hoy no puede quedarse con la “parte del león”, porque “Albertito” montado en “el caballo del comisario” –-y no en la “yegua”-les juega “al don pirulero” y los retoba, sacándolos del quicio, “prendándolos” con medidas de congelamiento de precios en los servicios que prestan tanto públicos como privados, haciendo saltar la térmica empresarial, al condicionar el plus rentable de luz, gas, agua, cable, internet, telefonía, TV paga y celulares, en principio hasta fin de año, atendiendo la situación generada por la emergencia económica y sanitaria en la que está inmersa por la pandemia universal nuestra Argentina.

LA “GRIETA” ELECTORAL DEL EVASOR
Lo trascendente, es superar el incordio sistémico, que ha colocado la “espada de Damocles” sobre el neoliberalismo y la casta imperial dominante, que incuba sus propios desatinos, agravados por “el misil invisible” disparado según pregonan las usinas mediáticas por los chinos, que a modo de defensa solo atinan a decir: “Yo no fui”, y desde Wuhan testimonian que han regresado a la normalidad y al “spleen” socialista, mientras que en occidente, el presidente norteamericano, recibe la “estocada” acusadora por ser un vulgar EVASOR impositivo, revelación acuñada por los opositores políticos que le están “contando las costillas” y “cortando las alas”, en tiempos en que un “pecado” de tal naturaleza, lo puede bajar de sus pretensión de perpetuarse por un 2do. período consecutivo en el “sillón de Abraham Lincoln”, solo resta esperar resultados, porque cuando de elección se trata, el fraude saca a lucir sus “mejores galas” y se apodera del “bastón de mariscal” del pueblo “pintado” de soberano, Aunque Ud. No lo crea, esto ya paso en EEUU, país paradigmático por ser “numen de la independencia y posterior demos-gracia” planetaria, desde el 4 de julio 1776.

Si el “árbol no nos tapa el bosque”, y la saña de la “contra” no destruye la democracia, es hora de pensar, que PUEBLO SOMOS TODOS y de hace un largo tiempo SOBERANO. Lo que no es poco decir, y nos confiere el derecho de plantarnos en defensa de los valores sustentables con los que conceptual y políticamente proyectamos hacia el futuro el objetivo de hacer realidad la ARGENTINA POTENCIA. Esta es la idea fundante que afianza el principio o enunciado que declara: “Que, para un argentino, no debe haber nada mejor que otro argentino”. Es un llamado convocante a la madures y convivencia social, para que “el otro” más que un amigo sea un hermano.

Asumamos la obligación de “PENSAR EN GRANDE”, lo sugirió Perón para desterrar el egoísmo político que nos condena al fracaso.

“No es hora de vagos ni de inoperantes”, pongámonos las pilas.