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Avanza el polémico proyecto de acuerdo con China para incrementar la producción porcina en Argentina e incluso ya se tendría resuelta la ubicación de las dos primeras plantas a construirse. El acuerdo contempla promover alianzas entre productores y empresarios chinos con productores argentinos para trabajar con destino al mercado asiático, o para terceros países.
Aunque Argentina triplicó en 20 años su producción anual de carne de cerdo al pasar de 223.000 toneladas, a más de 700.000 toneladas el año pasado, este volumen es apenas lo que Brasil coloca anualmente en el mercado internacional como 4º exportador de este tipo de carne, la más consumida del mundo.
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Pero localmente, si bien la ingesta se duplicó desde principios de siglo, todavía apenas se superan los 17 kilos (algunos hablan de hasta 20, por lo no registrado), muy lejos de las dos primeras: carne vacuna y de pollo, en alrededor de 50 kilos y 48 kilos por habitante y por año, respectivamente.
Sin embargo, Argentina cuenta con grandes cantidades del principal insumo que demanda este rubro: el maíz (alrededor de 50 millones de toneladas), y este fue uno de los factores determinantes a la hora de evaluar la posibilidad de comenzar a producir para China, proyecto que si bien ya existía, se aceleró a partir del año pasado cuando un brote de peste porcina obligó al gigante asiático a liquidar un tercio de sus cerdos, o sea, más de 200 millones de cabezas disparando, simultáneamente, una exponencial importación de proteínas animales para suplir el déficit.
Ahora, el Secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme, acaba de asegurar que ya está listo uno de los memorándum con China para producir carne de cerdo, en el que se prevé la radicación de las primeras dos granjas porcinas, con una inversión calculada en U$S 300 millones, en Santiago del Estero.
Según indica el diario Ámbito Financiero, el acuerdo, que se podría firmar en breve, contempla incluso “promover alianzas entre productores y empresarios chinos con productores argentinos para trabajar con destino al mercado asiático, o para terceros países”, es decir, que se establece que no toda la producción sea con destino solo al gigante asiático.
Los proyectos, que son integrales, incluyen la construcción de frigoríficos, plantas de tratamiento de afluentes, digestores, provisión suficiente de agua potable, etc., y según trascendió, se priorizarán para su ubicación, aéreas del NEA, del NOA, y de la Patagonia.
Según Neme, “esta sería la forma de construir valor agregado a partir de los 8 millones de toneladas de maíz que se cosechan en el norte argentino y que pierden parte de su precio cuando se transporta a granel al puerto de Rosario”.