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A veces pienso porque nos dividen y nos llaman “individuos”, y no se toman el trabajo de “partirnos al medio”, para conocer y saber que el “SER” no es un ente individual, sino un eslabón de la cadena humana, que el gen –ese invisible personaje- nos da el valor que la sangre acuña.
Cierto es que algunos no viven “encadenados” porque no saben de donde salieron, -perdieron toda referencia-, son apenas “unos nadie” sin la prosapia que menta el vínculo familiar, y la flema que te emparenta a los pudientes galardonados por la fama de antecesores ilustres.
Ahora, todos tienen un lado fuerte y un lado flaco, porque llegado el caso esos “nadie” corren con la ventaja de no deber nada a nadie, no acarrean el “pecado original” pegado a la culpa de aquellos que le dieron el “nombre”, y que les permite de prestado sacar ventajas para jugar en “las grande ligas” haciendo la “gran Miau-rico” manoteando “los morlacos de los pobres otarios”, claro que toda regla tiene su excepción, es el caso del “pobre” Maradona o el rosarino Messi enraizado en el Barza, -todo comienza y termina en la M…”, va de suyo que en paralelo existen otros –como el mencionado malandra- que reciben el legado de los ricos heredando la alquimia del pillaje, “y al toque” se transforman en copias del pasado familiar, con una dimensión que sobrepasa el linaje rapaz al que nunca renuncian dando saltos acrobáticos, hasta lograr popularidad, “empinando la copa política” con la idea central de adueñarse del poder y si la oportunidad cuadra a su interés, dan el “golpe de mano” histórico –no debemos olvidar que la ocasión hace al ladrón- para enterrarte en la “grieta” mientras que para encubrir, “exportan” la riqueza mal habida a sus sociedades instaladas en los “paraísos fiscales for export”, a costa de vaciar las arcas del estado, endeudando y desamparando al “hombre de la calle”, que sufre las consecuencias desquiciante de la tilinguería de los “iluminados” por el síndrome del “Sí se puede”, que pusieron en acto al “capitalismo neoliberal”, constituido en la “espada imperial” histórica, hoy en manos del “Trum-pero” del Norte, el FMI, “bonistas”, y financista afines al dictado de la voluntad hegemónica del “cuenta-propismo” internacional.
Corresponde señalar, que los “cuervos del capitalismo” autóctono, prefiguran un engendro integrado por los partidos políticos de derecha tipo PRO y sus socios vitalicios, representando al electorado que se considera “caté” y personas “cool”, atrás, y desde las sombras, operan las sociedades “inter-estelares- anónimas y medios de comunicación que hacen de voceros en defensa de sus propios intereses oligarcocráticos, generadores del pánico social, que incitan a movilizarse contra el Gobierno popular con propósito desestabilizador, saboteando lo que dicen defender, la República y el principio de libertad y democracia, en aparente defensa de la “propiedad privada” canalla, estafadora y vaciadora “Vicentinesca” y a manera de colofón de su rabia incurable, el 9 de Julio sacaron el “gorila interior” a la calle contra el “impase pandémico”, prendiéndose de la ecuación vida-economía, mostrando el rostro impiadoso de su líder, que sentenció de muerte con su fatídico consejo: “Alberto, que se mueran los que se tengan que morir”
Sin dudas, han rebalsado los límites que impone la racionalidad, porque éstas conductas propician el “canibalismo político” buscando desatar el enfrentamiento, no solo político, sino el de “cuerpo a cuerpo” para producir el quiebre institucional, y la supresión del Estado Social de Derecho, debemos “curarnos en salud”, porque estos “protestones”, no se manifiestan por el “vaso de leche” o por el IFE, son GOLPISTA NATO, algunos inconscientes, pero otros, todavía tienen manchada de sangre sus manos, son cultores del odio y amantes de las bayonetas y llegado el caso –porque lo fueron y la historia no se borra- potenciales genocidas, lo que no es poca cosa en términos de “Civilización y barbarie”
Esta es la situación que bordea nuestra realidad y debemos superar, para ubicarnos dentro del imperio de la ley, evitando los comportamientos destructivos, “de los que tiran de la derecha, o de los que tiran de la izquierda”, la conciencia nacional es un imperativo para fraguar un orden de justicia social y de pan compartido, “Seamos todos artífices del destino común y ninguno instrumento de la ambición de nadie”, ésta es la máxima que nos dejó el General para lograr el punto de encuentro y reconciliación que nos permita reflotar de la “grieta” la Argentina que nos dejaron “los profetas del odio y la yapa”, conforme supo definir Arturo Jauretche a los cultores del colonialismo mental.
Sin dudas, debemos desechar los antagonismos que atentan contra el Proyecto Nacional y Popular, haciendo realidad la reconstrucción del patrimonio nacional, que “no se alquila, no se presta, ni se vende”, si comprendemos esto, sin dudas, el potencial ideológico que nuestro Pueblo recicla estará en línea con decir: “Ha pasado la hora de gritar Perón, ha llegado de defenderlo”, entonces la Argentina Potencia dejará de ser una aspiración, si entre todos acordamos transformarla en realidad.
Por todo ello, me permito reiterar esta frase irremplazable de Perón: “No es hora de vagos ni de inoperantes”.
Argentina, ¡levántate y anda!