Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Opinión Corrientes
2 de MAYO

Se cumplieron 9 años de la Cátedra de Chamamé en la UNNE

03-05-2020
COMPARTIR     
(Por José MIguel Bonet * , para momarandu.com). Mientras en la Argentina en el 2011 despedíamos a dos grandes hombres de la cultura Ernesto Sábato y Facundo Cabral la Universidad Nacional del Nordeste ponía en marcha la Cátedra Libre del Chamamé gracias a una feliz iniciativa del Rector ese momento el ingeniero Eduardo del Valle y la Vice Rectora Delfina Delfina Veirave y todo el consejo académico.

Esta idea contó con gran apoyo y colaboración de todos los que cultivaban la música vernácula de Corrientes.

 El Chamamé tiene una disposición musical polirrítmica en la que la estructura de apoyo (bajo-base) se ejecuta en pie binario (3/4), mientras que la melodía, es decir el canto como los instrumentos de rasgueo, se sobreponen melódica y tonalmente con una estructura ternaria (6/8).

Decía Salvador Miqueri pensé muchas cosas y lo único que se me escapó es que el Chamamé pudiera llegar a la Universidad, con una Cátedra Libre

Habrán escuchado a Don José Ortega y Gasset señalando que a las universidades les faltaba algo: transmitir la cultura, esto es, enseñar un sistema completo e integrado de las ideas substantivas del saber de la época; Ortega dice, de las ideas vivas de la época o de las ideas de que vive la época. Sin el conocimiento de esa síntesis, dice él, se es inculto. Para este fin, propuso la creación de una Facultad de la Cultura.

El primer profesor que estuvo a cargo de la Cátedra de Chamamé fue , Enrique Piñeiro, hombre de vasta trayectoria en el estudio serio y responsable del chamamé, también Cacho González Vedoya y él que escribe este artículo.

Chamamé una música que nace en las misiones jesuíticas necesitaba un lugar académico donde profundizar sus raíces y para eso nada mejor que una Cátedra Libre.


El movimiento de la Reforma Universitaria de Córdoba de 1918, que atacó la estratificación conservadora de las universidades, fue favorecido por el momento sociopolítico que se vivía en la Argentina. Algunos de los focos de conflicto en ese momento, consecuencia directa de la docencia oligárquica, fueron las cátedras vitalicias, el mantenimiento de profesores ineptos, y la exclusión de la enseñanza de intelectuales independientes y renovadores. La intervención de los estudiantes, que eran los más afectados, en el gobierno universitario, y el establecimiento de cátedras y asistencia libres, combatieron definitivamente a la universidad conservadora, que se arrogaba el monopolio del saber y el derecho de conceder licencias para ejercer la profesión a una reducida élite.

A partir del establecimiento de las cátedras libres se buscó asegurar la eliminación de los malos profesores y la concurrencia leal con hombres preparados para ejercer la práctica docente. En el Estatuto de 1918 se reglamentaron las cátedras libres, caracterizadas por la autonomía y libertad de pensamiento. Si bien este movimiento se inicia internamente en la organización académica de los intelectuales y no en un movimiento social más amplio, su importancia se manifiesta en las consecuencias que tuvo en la educación universitaria latinoamericana. Darcy Ribero (1982: 122-123) entiende que el Manifiesto de Córdoba se inscribe en un movimiento histórico latinoamericano de autoconsciencia de los intelectuales y estudiantes y en la necesidad de la presencia activa en el gobierno universitario para democratizar y modernizar la sociedad latinoamericana y contribuir decididamente con ella. Esa organización interna implicó: co-gobierno estudiantil; autonomía política, docente y administrativa; elección por asamblea de todos los mandatarios de la universidad con representación docente y egresados; selección del cuerpo docente por concurso público, asegurándoles amplia libertad de acceso a la docencia; fijación de mandatos con plazos fijos de cinco años para el ejercicio de la docencia, renovables mediante apreciación de competencia del profesor; gratuidad de la enseñanza superior; asunción por parte de la universidad de responsabilidades políticas en defensa de la democracia; libertad docente; implementación de las cátedras libres y oportunidad de ofrecer cátedras paralelas a las del profesor titular, dando a los estudiantes la posibilidad de optar entre ambos; libre asistencia a las clases. Ese movimiento reveló una educación preocupada con las reformas sociales y no con la preservación de un status social

En su ensayo “La Universidad del porvenir”, José Ingenieros había advertido los peligros del profesionalismo y de la excesiva especialización directa. “Sin una base previa de cultura general, los especialistas son amanuenses perfeccionados, ruedas de un vasto engranaje, pieza de un mosaico; pueden ser utilísimos al servicio de otros, sin tener conciencia de la obra a que contribuyen con su esfuerzo [...] La Universidad debe readquirir la unidad de espíritu que ha perdido por la in adaptación a la época y al medio; y debe, a su vez, infundir en todos los que la frecuentan –profesores, alumnos, oyentes– esa cultura general que refluirá sobre toda la sociedad cuya ideología aspira a representar.” (Ingenieros, 1956: 35).

Alfredo Palacios, a su vez, cuando asumió al Rectorado de la Universidad de La Plata se propuso “infundir un espíritu humanista en la educación universitaria”, superando la fragmentación que significaban las diversas especializaciones.

Para eso propuso darle alma a la Universidad, mediante la introducción de un curso general de cultura moderna que debían aprobar todos los alumnos. También Gabriel del Mazo auspició una propuesta similar, convencido de la necesidad de contrarrestar el énfasis. Y es precisamente eso lo que otorga carta de nobleza a las cátedras libres.

La Cátedra en sus nueve años de andadura cumplió sobradamente los objetivos marcados del sentido corporativo, universal, científico y autónomo y es hoy un refugio de todo el mundo chamamecero.

Desde la historia de los ritmos, la presentación de conjuntos, y trabajos musicales la Cátedra es un lugar de debate de temas de actualidad del género. Si se recorre el facebook de la Cátedra se ve un valiosísimo material y quiénes han transitado por ella, dejando huellas muy profundas y emotivas. La Cátedra goza de muy buena salud y con proyectos itinerantes a fin de llegar a cada lugar de la provincia que se nutre de este acervo musical.


*Actual responsable de la Cátedra Libre del Chamamé de la UNNE