Corrientes, miercoles 03 de diciembre de 2025

Opinión Corrientes

¿Hay solución para el caos en nuestros días?, por Arturo Zamudio Barrios

11-03-2020
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Muchas teorías se han acuñado sobre el socialismo y el capitalismo, sobre todo cuando hubo que explicar que el acotamiento de la vida de éste, expuesta desde Adam Smith hasta Marx, empezaba a cumplirse religiosamente a comienzos del siglo XX. Ya no bastaba, por supuesto, cortar cabezas en la Torre de Londres, como hicieran con Thomas Moro, ni intentar ahogar en “la cuna a la experiencia socialista”, enviando a la naciente República Soviética a los ejércitos que hasta ayer –fines de la Primera Guerra Mundial- se mataban unos a otros en las Ardennes Belgas o en las trincheras de Francia.

Pues, los tiempos corridos empezaban, a los tumbos, a desembocar en la complejidad de nuestros días, cuya extensión escasa apabulla a no pocos “críticos”. Mientras que la pregunta aflora en seguida: si el capitalismo necesitó no menos de cinco siglos para adquirir sus formas definitivas, a los cien años de vida desde la Revolución de Octubre en Rusia ¿se los puede considerar su prueba rotunda?

Naturalmente, hoy es visible que los “nones” a la idea de un cambio social están siendo cuestionados en todas partes, desde América a Europa, cuyos Gilets Jaunes –la “furia amarilla”, ha sido calificada por los franceses al definir a Macrón como, “Rey en espera”- se esparcen ya, no sólo con sus exigencias –demasiado diversas todavía- sino sobre una vasta geografía. Porque “está en curso –hubiese dicho Gramsci ((, lÚnitá, Instituto Gramsci, Roma, 1983)- una gran transformación histórica y cultural, que habría de introducir nuevos protagonistas en las historias nacionales…” Y se delinea cada vez más nítidamente que un orden, como el capitalista, cuyos fundamentos básicos asentaban su legitimidad “en el consenso”, vale decir, en su carácter “representativo” de múltiples sectores sociales, cada día que pasa pierde un poco más de la hegemonía hasta ayer en vigor.

Ahora bien, como en el historial de otras clases dominantes –a la actual, por haber nacido en ciudades de origen medieval llamamos “burguesía”, aunque también se la denomine con el pomposo inglés de nuestro tiempo, establishment- ésta apela también al garrote cuando el perfil seductor se evapora. ¿Alguien puede creer que el Premio Nobel otorgado por el banco sueco a Barak Obama tiene algo que ver con las virtudes reales del Presidente? ¿Alguien puede aceptar el dictamen sobre Bolivia del “Gorila Murillo”?, cuyos escuadrones de la muerte rondan muy cerca del territorio argentino para que no los tengamos en cuenta? Ya lo sugirió Su Santidad hace no mucho: algunas esferas piensan, ante el descalabro sistémico de Sudamérica, en un Plan Cóndor similar al ya sufrido hace medio siglo.

Singular por eso, el clamor de algunos personajes oriundos de la cloaca derechista, como Steve Bannion, crítico, se arguye, de la pretensión reeleccionista de Trump, cuando pontifica que el Partido Republicano debe de volverse un Partido Obrero. Pues… el garrote, solamente, el crimen, las cegueras provocadas por carabineros o gendarmes, no bastan para, lo que él mismo llama: “salvar al capitalismo”. Más vale hay que atender a la conquista de las

conciencias, y no tiene escrúpulos al concluir en su Conferencia de Prensa, a raíz del despido de la Casa Blanca: “los políticos son sólo financistas u oligarcas. Necesitamos camareras…”, aludiendo al enorme movimiento organizado por un par de mujeres a cuya cabeza se halla Alejandría Cortés, hoy Representante, con el claro propósito de enfrentar a un orden cuyo peligro para los seres vivos y la naturaleza es cada vez más visible. Los puentes, las carreteras, la vivienda, la salud y todo cuanto hombre y mujer necesitan para vivir, como expresa Pedrin en su página Web, han sido ignorados por una deuda estadounidense de 22 billones de dólares, mayormente bélica.

Por eso, al dar un paso dentro de la habitual charlatanería periodístico-política habitual en el país, tenemos que aclarar cosas cuyo déficit informativo, ayuda a dejarnos fuera de lo que ocurre en el mundo (pero en el real y no el que una y otra vez invocan los canales televisivos). Todos los días la prensa –amarilla o coloreada- discute el mejor modo de dialogar con el Fondo Monetario, a cuyos bonistas, es decir, acreedores, se les pide “entendimiento”. ¿Olvidan que en la era de la dictadura financiera, el capitalismo vive de esquilmar a quien puede mediante el préstamo, el interés y la venta de divisas cuyo rechazo han iniciado los países llamados orientales, ahogando con ello una parte del “negocio estadounidense”? ¿Basta con pensar en un Estado que atienda a los reclamos “humildes”, como en 1945, cuando el Keynesianismo trató de salvar a Europa del avance imponente del Ejército Rojo y las realizaciones ejemplares del período soviético?

Ciertamente, “la sovietización” que asustaba a las burguesías, se detuvo y, finalmente, un ordenamiento institucional inadecuado, iba a precipitar la década del Noventa. Pero la crisis del capitalismo no se detuvo… Y Ugo Palheta, entre otros, ha dado su dictamen sobre la significación ruinosa, para el capitalismo, que tiene el ciclo neo-liberal, cuando el 1 por ciento de la población mundial disfruta de casi la mitad de lo que queda para el resto (unos 6.900 millones, aproximadamente) ¿A qué futuro puede aspirar un orden de tal especie? A ninguno… por cierto, y peor todavía, pues las consecuencias desastrosas parten de una calamidad original (o varias del mismo tipo). Por eso, un comunicado de varias entidades antibélicas de los Estados Unidos (Vets for Peace, una de ellas) ponía de relieve el fin del “milagro americano” y su rebote en la política agresiva del Imperialismo. ¡Suprímase el alistamiento de la gente pobre!, decía. ¡Suprímase la política agresiva y las amenazas, cuando cada una de ellas, a la larga, repercute negativamente sobre la propia decadencia del Imperio del Caos, actual denominación de quienes ya no creen en la capacidad norteamericana de incidir sobre lo que ocurre en el mundo...! E incide, sin embargo, acentuando el estado calamitoso en que

se hallan los antiguos baluartes del capitalismo… Los trolls se interponen y resquebrajan en Francia, hasta las elecciones de alcalde, provocando la renuncia de candidatos; la desconfianza hacia “los medios de prensa” cunde de tal modo que hasta “L’Humanité” hubo de organizar ciclos de “entendimiento” con sus antiguos lectores… y estamos hablando de la patria del diarismo.

¿Es meritocracia salir a matar a quienes ningún relieve, han tenido en vida… o crear, como hubiese dicho el Padre Bromw, “el mercado de muertos cuya cantidad disimule el perfil de aquellos a quienes se mata por algún motivo…?” La verdad es que… si el capitalismo y su defensa radica en eso, parece más atractivo el reclamo de alternativas que gana a sus principales sedes, inclusive Estados Unidos, cuyos protagonistas bastante arrepentidos se hallan de aquel antepasado suyo creído en que el “modo de vida americano”, era capaz de abrir un ciclo nuevo en la historia de los seres vivos. Roosevelt asegurará, por eso, que ser judío, negro o …socialista… era ser anti-americano… ¿No han aparecido anti americanos en los días que corren … en no pocos sitios del “Coloso del Norte? Pues… ante la imagen a la vista es difícil que don Franklin Delano se sienta demasiado feliz…