Corrientes, jueves 09 de mayo de 2024

Sociedad Corrientes

Esa juventud nos enseña

26-04-2024
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( Por Alejandro Bovino Maciel).La impresionante dimensión de la marcha universitaria del 23 de abril dejó en claro para quienes estén ocasionalmente en el Gobierno, que Argentina no es cualquier sociedad. Los densos analistas político/sociales vienen repitiendo que, en todo el mundo, como ola expansiva, este nuevo capitalismo.com vino a perturbar el ascenso social simplemente quitándole el peldaño intermedio. Si se elimina la clase media —digamos del profesional que tiene posibilidades de tener su casa y autos propios— solo quedan una clase alta minoritaria y poderosa económicamente, y una clase baja que es dependiente de aquella. Es decir, un neofeudalismo de señores y siervos, nuevamente.

Ya está sucediendo en la vieja Europa, en la que cada vez es más difícil sobrevivir con un sueldo de nivel intermedio. Los profesionales ven alejarse la posibilidad de obtener su casa propia, y el ascenso social, que se da por medio de la capacitación universitaria, tiene altos costos.

Discutíamos con un italiano estas particularidades. Sostuve y sostengo que Argentina es siempre una tierra de sorpresas donde lo nuevo estalla. El italiano me decía que la convocatoria universitaria sería minoritaria, porque hoy ya nadie ve a la educación como herramienta para mejorar las condiciones de vida material.

Le dije que estaba equivocado.

Y estaba equivocado.

En la ciudad de Buenos Aires nada más se calcula que (Infobae) cerca de 800.000 personas participamos de la marcha. Los jóvenes caminaban cantando consignas y muchos de ellos sosteniendo un libro bajo el brazo. Los carteles que enarbolaban tenían mensajes muy claros e ingeniosos; esto significa que hay una juventud que se está adelantando a los hechos promoviendo acciones, no simples slogans. Sorprendió la enorme cantidad de jóvenes que inundaron la Plaza del Congreso donde se citaron para concentrarse y después marchar hacia la histórica Plaza de Mayo. El mismo fenómenos se repitió en cada ciudad de Argentina.

La inclaudicable reacción viene de mano de los periodistas estrellas y motores de La Nación + que empezaron a cuestionar el manejo discrecional de fondos para las universidades, que nadie vigila. De inmediato salieron las autoridades de la Auditoría General de la Nación a desmentirlos. En las redes, poco después, comenzó a circular un nudo de objeciones: que está bien que las universidades sigan siendo gratis PERO los extranjeros deben pagar. Como si ofrecer educación gratuita fuese un pecado capital. Ninguna educación perjudica a nadie. Ese primer “pero” abriría la puerta a sinfines de objeciones después. Está bien que la universidad sea gratuita pero los morochos deberían pagar. Está bien que sea gratuita pero los tartamudos deberían pagar el doble. Y así, cada capricho de los burócratas de turno se iría aplicando al arancel hasta que únicamente el abanderado o medalla de oro podrían ser los que estudien gratis.

La juventud consciente ha tomado la posta en la educación superior. Si el Gobierno quiere seguir tapándose las orejas para escuchar los estribillos que le loan sus secuaces, peor para el Gobierno. La sordera suele ser una mala señal en la política.