ANÁLISIS DEL CONFLICTO PRESUPUESTARIO Y PERSPECTIVA ELECTORAL
El analista político, entrevistado por momarandu.com, reflexinó sobre la interpretación del gobierno nacional en torno las manifestaciones por mas presupuesto educativo, y concluyó que una escalada sólo perjudicaría a ambas partes. Además, remarcó que el mensaje de cadena nacional del presidente Javier Milei fue dirigido a los partidarios del gobierno o al mercado, y señaló que la división interna tanto en el peronismo como en el radicalismo, dificulta sostener una posición coherente frente al gobierno.
El profesor de Política Latinoamericana y Teoría de las Relaciones Internacionales en la Universidad Católica Argentina (UCA), además, advirtió al gobierno nacional que es un error involucrarse en un conflicto que podría alienar a su propia base de apoyo, especialmente en temas sensibles como la educación pública y plantea incertidumbre sobre cómo el conflicto podría influir en la aprobación de leyes cruciales, como la ley de bases y el paquete fiscal.
¿Usted entiende que el gobierno lo toma como una manifestación espontánea o se va a mantener el discurso que estoy armado para defender intereses políticos?
- A mí me parece que más que si toma nota y va con el discurso, la cuestión es si dobla la apuesta o deja... trata de desactivar este conflicto, ¿no? Entonces, si dobla la apuesta, va a parecer que se equivoca, ¿sí? Si trata de desactivar el conflicto, creo que sería la actitud políticamente más posible. Dejar que este tema sigua estando en la discusión pública, solamente lo va a complicar el gobierno. Entonces, sí se puede agarrar el gobierno y tratar de decir, de endilgarle la manifestación a muchos de quienes se trataron de colgar de ella. He visto políticos que tienen niveles muy bajos de aprobación, como Martín Lousteau, Sergio Massa y demás figuras que estuvieron en la manifestación. Pero lo conveniente sería que este conflicto no escale, porque ahí tiene más para perder el gobierno y la universidad pública.
Al mensaje de cadena nacional ¿cómo lo interpretamos?
- Honestamente me parece que no tenía mucho que ver con la manifestación. Tenía más, si tengo que apostar el mensaje, parecía más dirigido en parte a quienes apoyan al gobierno para decirles que el sacrificio no es en vano y que hay una expectativa de mejora y que lo peor ya pasó y demás. Y también al mercado, pero digo el mercado no necesita que venga Milei de una cadena nacional para darse cuenta que hay superávit primario, o sea anunciar que hay superávit primario y financiero y aparte tratar de traducir eso en algo como tangible para quienes hoy reconocen que les pasó lo peor pero así todo apoyan al gobierno pero no lo vincularía a la manifestación de hoy no hubo así como frases yo diría que pudieran provocar a quienes fueron hoy a manifestarse.
¿La oposición tampoco debe hacer una mala lectura que aquellos que marcharon coinciden o que su imagen va a mejorar porque marcharon con ellos?
- Yo diría que esa interpretación que es que algunos que fueron y adhirieron a la manifestación es un aval. Yo diría que si hacen esa lectura, es una lectura incorrecta. El error ahí del gobierno de haberse metido en la causa donde incluso podía dar público propio, que simpatizara con la educación pública. Porque una cosa es meterse con las prepagas, una cosa es meterse con los sindicatos, hablamos de organizaciones que tienen mala imagen entre sus usuarios o podría seguir, como empresa de telefonía celular y demás, y otra muy diferente es meterse con la universidad pública; puede haber problemas con la universidad pública, puede haber lo que denuncie el gobierno, pero la universidad pública es más que eso. Entonces, ahí lo que más les convendría es tratar de desactivar esto, dejar que esto pase, se desinfle. Ahora, evidentemente, desde la oposición, conviene mantenerlo en el candelero, tratar de sacarle todo el juego posible. El tiempo en sí para esto no es bueno para el gobierno, porque esto está ocurriendo justo cuando el gobierno tiene que negociar dos leyes importantes. No sabemos qué flexibilidad va a tener el gobierno a la hora de negociar, algo en torno a las leyes de bases y en torno al paquete fiscal.
¿Algunos posicionamientos pueden llegar a cambiar en el tratamiento de Ley de Bases?
- En principio, diría que depende de qué voluntad haya del Gobierno nacional de escalar en este conflicto. Si la voluntad se escala en este conflicto, la cuestión se va a poner más complicada. y se va más complicada y van a seguir perdidosos los dos, el gobierno y también las universidades, porque si no se aprueba la ley de bases, no la ley de bases, la del paquete fiscal, el gobierno no va a tener con los recursos extra que le pueden venir de, por ejemplo, el blanqueo o del restablecimiento del mal llamado impuesto a la ganancia, lo que sería el impuesto a los ingresos de la sociedad formal, lo que era antes la cuarta categoría. Entonces ahí es un escenario más perjudicial porque el ajuste fiscal se tiene que basar más en motocicleta y licuadora que en una combinación de recortes y aumento de ingresos. Entonces ahí se pone más problemática la cuestión. Yo diría que a la UCR que ha tenido de la Defensa de la Universidad Pública es una bandera histórica, la complicaría mucho también que este conflicto escale porque los pone digamos por un lado diputados que responden a gobernadores radicales están a favor de aprobar el paquete fiscal pero a la vez los comprometen con esta otra cuestión entonces ahí sería como un mal escenario para todos que este conflicto escale ahora si no escala bueno ahí la cuestión sería un poquito más simple pero también hay cuestiones todavía del paquete fiscal y de mismo la ley de bases que incluso entre la oposición más dialoguista y el gobierno todavía quedan por limar, ¿no? Entonces queda ver cuánta predisposición tiene el gobierno a hacer algunas concesiones que no hacen al corazón de ninguno de los proyectos para facilitar la aprobación.
¿La oposición va a seguir tratando de capitalizar actos como la marcha por la universidad o va a comenzar a reconstruir el liderazgo?
- A ver, no hay una sola oposición, no, hay una oposición bastante más recalcitrante que es de carácter más minoritario que la izquierda y un poquito más grande, más importante, con más peso político que es el peronismo. Y que el peronismo está en la superficie, permanece unificado, pero sabemos que hay un estado de liberación interna, producto de la derrota del año pasado. Y eso se ve un poquito en las noticias, con las expresiones que hay entre Kicillof, los intendentes de la Cámara, con algunos gobernadores y el resto del peronismo, que se ve también se refleja en el mutismo, el silencio de Cristina Fernández, que ya es una figura a la cual incluso dirigentes que le fueron muy cercanos la empiezan a cuestionar. Pienso en las declaraciones recientes de Andrés Larroque, por ejemplo. Después está el radicalismo y tiene un tema interno donde hay una parte del radicalismo que tiene simpatía con algunas de las propuestas del gobierno, y otra parte del radicalismo que es muy reacia a votar proyectos del gobierno. Y me parece que algo de eso se vio en la votación del decreto de Necesidad y Urgencia 70/23 en el Senado nacional, donde el presidente votó por la derogación junto a un par de senadores más y el resto del bloque votó a favor de sostener el decreto. Y en Diputados eso se ve también donde algo así como un tercio del bloque que responde a Facundo Manes también es reacio a las iniciativas del gobierno. Entonces, ahí hay un tema problemático. ¿Cuándo se va a ordenar la oposición o las oposiciones? Me parece que mucho depende de si Milei tiene éxito en su programa económico o no. Y lo otro que va a contribuir a ordenar la oposición es cuando nos acerquemos a la fecha de las elecciones.
