Tigre venció a River 2 a 1 y Argentinos en los penales a Estudiantes y ambos disputarán por un ,lugar en la final de la copa de la Liga
La sorpresa fue la eliminación de River. Sorpresa doble, por o mal que jugó el equipo de Gallardo.
En su propio estadio fue superado con claridad , sobre todo en la primera parte del juego. aprovechando los baches defensivos del local y controlándolos muy bien en sus esporádicos ataques
River no se pareció a River. O a lo mejor sí: al River que fue futbolísticamente claramente superado en Brasil contra Fortaleza. River no es River sin dos delanteros. Y otra vez Gallardo pobló el medio campo de volantes y en soledad como delantero neto Álvarez. No le funcionó el planteo casi nunca llegó su River a posición de gol. Se desvaneció en toques intrascendentes. Cuesta entender porqué Palavecino permaneció en el banco hasta los últimos cinco minutos del partido. Es el que pudo aportarle claridad de juego y pases filtrados de los que hoy careció por completo.
De la Cruz no es ese generador que River necesita.
Tigre golpeó en seguida de abierto el partido, aunque ya antes había insinuado con remates peligrosísimo. En la segunda parte Enzo Fernández, lo mejor de River, estampó el empate con un golazo desde fuerza del área. pero en seguida nomás Tigre hizo el segundo, tras un error de Díaz, con una gambeta fallida.
River pudo haberlo empatado en la atropellad del final cuando, ahí sí ya estaban Romero como sgundod elantero, palavecino y Simón en al cancha, pero no lo consiguió y tampoco hubiera sido justo. Tigre se llevó un premio m´s que emrcido y ahroas e las verá con argentinaos por unlugr en al final
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ARENTINOS SEMIFINALSSTA
Argentinos no sólo esgrimió sus armas y respetó la filosofía de su técnico, también le agregó fibra y corazón, dos supuestos estandartes justamente de su rival. Lo cierto es que se bancó a un pesado como Estudiantes, que entregaba como gran pergamino haber sido el equipo más artillero de la fase clasificación. Y, pese a jugar con uno menos durante 40 minutos, lo sacó de la competencia desde los doce pasos luego de armar un partido parejo, muy cortado, desprolijo, pero en el que no faltaron los dientes apretados. Así, el Bicho se metió en las semifinales casi en forma impensada.
Los nervios apretaban los músculos en un contexto de tensión. Argentinos se acomodó mejor con la pelota como si fuera su novia, aunque lejos de la casa de Andújar. Estudiantes apareció maniatado, sin lograr ser avasallante, sin juego asociado. Por momentos decidió quedarse, esperar y no presionar, mientras la visita manejaba la redonda, era el dueño de la mitad de la cancha, pero todo muy light.
El Pincha no pasó grande zozobras en la primera parte, pero Argentinos era el dueño de las riendas. Sin embargo, sin merecerlo aunque poco le importó al León, sacó ventajas por ese gran goleador que tiene. Porque Boselli se mueve en el área como pez en el agua y así se fabricó el hueco para derrotar a Lanzillota. ¿Había hecho lo suficiente? No, pero acariciaba las semifinales.
Estudiantes asomó desinflado, cansino, con un eje energético bajo. Pero su rival le dio una carta más con la expulsión de Galarza. Un gol arriba y un hombre menos el rival, era una ecuación que seducía a la ilusión. Pero Estudiantes se encaprichó en complicarse la noche. Nunca pudo hacer pesar la diferencia numérica a favor, se enloqueció con el gol de Vera con el que Argentinos le pagó con la misma moneda: la pelota parada.
Fue incapaz el local de llevarse por delante a su rival. El equipo de Milito sacó pecho, no renunció a jugar -quizás su gran virtud en la noche platense-, nunca se refugió y salió a pelearla en el medio. Es más, con un Avalos intratable, estuvo mucho más cerca de poner el segundo que el Pincha.
Por eso hubo que buscar el semifinalista desde los doce pasos. Para el equipo de Zielinksi representó el cadalso, para el Bicho el paraíso. Es que Argentinos le sumó a su fútbol filosófico nuevos ingredientes, como la garra y la valentía, que le dieron el regalo de estar entre los cuatro mejores.
