Corrientes, sábado 27 de abril de 2024

Opinión Corrientes

Este 2022 el mejor deseo es cuidar el planeta, por José Miguel Bonet desde Mburucuyá

30-12-2021
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El vínculo más básico que tenemos en común es que todos vivimos en este pequeño planeta. Todos respiramos el mismo aire, todos valoramos el futuro de nuestros hijos y todos somos mortales. John Fitzgerald Kennedy. 

Calor extremo y ciencia

De Norteamérica a China pasando por Centroeuropa, el verano en el hemisferio norte estuvo repleto de eventos extremos en forma de olas de calor, incendios colosales e inundaciones devastadoras. El clima extremo desafiaba al mundo, y sus efectos se notaban en la pérdida de permafrost en Siberia, en los tremendos incendios de la costa Oeste de EE UU o en el aumento de las temperaturas en toda Europa.

A principios de agosto, mientras se sucedían esos fenómenos, se difundió el gran informe científico sobre el cambio climático que elabora el IPCC, el panel de expertos que lleva más de tres décadas sentando las bases sobre el conocimiento del calentamiento global. La conclusión principal fue que es “inequívoco” que el ser humano “ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra”. Además, “la actividad humana está haciendo los fenómenos climáticos extremos (olas de calor, sequías, precipitación intensa) más frecuentes y graves ,estudio advierte de que el incremento de la temperatura seguirá al menos hasta mediados de este siglo pase lo que pase. A partir de 2050 las cosas se pueden poner realmente complicadas, porque no se logrará que el nivel de calentamiento se quede entre los 1,5 y 2 grados “a menos que se produzcan reducciones profundas en las emisiones de CO₂ y otros gases de efecto invernadero en las próximas décadas”. En el peor escenario, si no se actúa y las emisiones siguen creciendo al mismo ritmo que hasta ahora, el informe estima que a finales de este siglo se llegaría a un incremento de 4,4 grados, algo que multiplicaría también la intensidad y frecuencia de los fenómenos extremos. Los científicos recuerdan que la última vez en la que se llegó a un nivel de calentamiento por encima de los 2,5 grados fue hace tres millones de años, cuando ni siquiera existía el ser humano.

El Acuerdo de París, firmado en 2015, fijó como objetivo principal reducir las emisiones para que el aumento de la temperatura global se quedara entre esos 1,5 y 2 grados. Y los informes del IPCC sirven también para notificar a los gobernantes de los países sobre qué se debe hacer para cumplir esos compromisos. Los expertos plantean varios escenarios de emisiones durante este siglo. En todos se espera que la barrera de los 1,5 grados se supere en los próximos 20 años debido a los gases de efecto invernadero que ha emitido hasta ahora la humanidad y que permanecen en la atmósfera durante décadas. Pero Pep Canadell, director del Global Carbon Project y uno de los científicos responsables del informe del IPCC, explica que la situación todavía no es irreversible: en el escenario de emisiones más optimista aún se puede lograr que el incremento de la temperatura a final de siglo se quede en 1,5 grados aunque pueda haber una superación temporal de ese umbral en los próximos años.

Para quedarse en los 1,5 grados hacen falta reducciones “rápidas, sostenidas y a gran escala”, como explica la climatóloga argentina Carolina Vera, una de las vicepresidentas del grupo de trabajo I del IPCC. Esas reducciones de las emisiones tardarían entre 20 y 30 años en tener efectos en las temperaturas globales. Pero el informe señala que “los beneficios para la calidad del aire llegarían rápidamente”. Además de reducir las emisiones, para cumplir con París se necesitará recurrir a la captura del dióxido de carbono que ya hay en la atmósfera a través de sumideros naturales, como los bosques, o soluciones tecnológicas, añade por su parte Canadell. Eso sí, la captura a través de los sumideros naturales es limitada, por lo que no puede ser la principal solución.

Cambios irreversibles

El informe del IPCC recuerda que muchos cambios motivados por las emisiones pasadas ya serán “irreversibles durante siglos o milenios”, especialmente los que afectan a los océanos y las capas de hielo. La investigadora Carolina Vera remacha que estos impactos “van a continuar durante cientos o miles de años, pero se pueden ralentizar si se reducen las emisiones”. Se espera, por ejemplo, que el nivel del mar siga aumentando durante este siglo. Entre 1901 y 2018, el incremento fue de unos 20 centímetros. Y, tomando como referencia el nivel del periodo comprendido entre 1995 y 2014, para 2100 la subida podría ser de 40 centímetros en el escenario de emisiones más optimista; en el más pesimista se duplicaría, hasta superar los 80 centímetros. Esto contribuirá a que se den “inundaciones costeras más frecuentes y graves en las zonas bajas y la erosión” de la costa. “Los eventos extremos relacionados con el nivel del mar que antes ocurrían una vez cada 100 años podrían ocurrir cada año a finales de este siglo”, explica el IPCC.

“Los eventos extremos relacionados con el nivel del mar que antes ocurrían una vez cada 100 años podrían ocurrir cada año a finales de este siglo”

Gases en aumento

Pero, frente a las declaraciones, los pactos y las promesas, la realidad se volvía a imponer: las emisiones de dióxido de carbono de 2021 se espera que reboten un 5% tras la caída causada en 2020 por la pandemia.

Este año año debe ser de respeto.

¡Y empatia con el planeta,es responsabilidad de todos!

*bonet.jm@gmail.com