Corrientes, viernes 19 de abril de 2024

Cultura Corrientes
7 DE JUNIO DÍA DEL PERIODISTA

Investigación sobre asesinato del estudiante de Medicina Cabral, en 1969, ahora de acceso libre y gratuito

07-06-2021
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A partir de hoy, momarandu.com pone a disposición de sus lectores, la descarga gratuita del libro de investigación periodística “Che, mataron al enano – Correntinazo, 15 de mayo de 1969”, escrito por María Laura Riba

La primera edición en papel de “Che, mataron al enano – Correntinazo, 15 de mayo de 1969-, se realizó en 2007, luego, en 2015, hubo dos ediciones más; actualmente sus ejemplares están agotados. En tal sentido, momarandu.com ha decidido poner a disposición este libro en formato digital, el cual se puede descargar de manera gratuita, en el siguiente link:  https://mega.nz/file/yclnmYJL#Eh8mdxJYPZt2h5dol5w-ieoLoupl4eU9ENWHoUnhoCs

A continuación, transcribimos las palabras de la hermana de Juan José “Chelo” Cabral, María Delia, palabras escritas en 2009 para ser incluidas en el libro. María Delia no había hecho declaraciones a ningún medio desde el asesinato de su hermano hasta el momento de ser contactada para realizar este libro, en 2003. Palabras que se siguen agradeciendo:

DOS SUEÑOS

Después de que mataron a Juan José, empecé a tener dificultades para dormir y cuando dormía no soñaba, a veces deseaba soñar con él o que en sueños encontrara alguna pista, algún indicio que trajera un poco de paz a mi atribulado corazón; pocos meses después lo vi en un sueño, a lo lejos, a la orilla de un río. Empecé a correr todo lo rápido que pude, no le veía el rostro, aunque sabía que era él, corrí y corrí, pero al llegar y a abrazarlo sentí que abrazaba la nada, que abrazaba el aire, que no había nadie allí y desperté llorando, con la misma angustia de la vigilia.

Después de muchos meses, otra noche en sueños me vi pescando con papá y con él, los dos éramos niños, el lugar era bello y silencioso (como en el Miriñay adonde íbamos de niños); papá nos enseñó a no hablar cuando se pesca para que los peces no se den cuenta de nuestra presencia y muerdan la carnada. La línea de papá tuvo pique, levantó el pez que se movía en el aire y hacía reflejos plateados, le pasó la caña a Juan José que lo sacó, lo desenganchó del anzuelo y lo colocó cerca nomás de la costa para seguir pescando, entonces papá, siempre en el sueño, lo tomó y me lo regaló. Me pareció que el sueño encerraba un mensaje secreto que debía descifrar, con los días le encontré un sentido que me ayudó a empezar a cerrar el trecho más duro del duro trabajo interior del duelo.

Ese sueño me habló, en la serenidad de aquella imagen, en la plenitud del entendimiento entre nosotros que se respiraba allí; de la ventura de haberlo tenido como hermano que, aunque ya no estuviera, esa ventura quedaría en mí mientras viviera como parte entrañable de mi “avío” del alma.


María Delia Cabral

Argentina, Resistencia, 5 de septiembre de 2009