En el tercer día de conflicto, las ráfagas de proyectiles hicieron sonar las alarmas en Tel Aviv y castigaron otras ciudades, mientras los ataques al enclave palestino tampoco cesan. Netanyahu ordenó intensificar las operaciones.
Varios palestinos observan los daños en la torre Al-Jawhara tras un ataque aéreo israelí.
Jerusalén (EFE) - Israel y las milicias palestinas no mostraron ninguna contención, pese a la muerte de civiles y las llamadas internacionales, e intensificaron durante este tercer día los ataques que encaminan este nuevo enfrentamiento a una cuarta guerra.
Los cohetes desde el enclave -más de un millar, la mayoría interceptados o fallidos- mataron ayer a un niño de seis años, elevando a 7 las víctimas en Israel, según el servicio de emergencias israelí United Hatzalá. En Gaza, 65 palestinos murieron desde el lunes, entre ellos 16 niños, y hay cerca de 400 heridos.
Según el digital Ynet, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, habría confirmado ayer al gabinete de seguridad que rechazó una propuesta de Rusia para alcanzar un alto el fuego. Además, el mismo medio informó que el gabinete aprobó ayer un plan para intensificar los ataques sobre las milicias palestinas en el enclave.
El Canal 12 de televisión, por su parte, informó que se está preparando para atacar los símbolos del poder de Hamas en Gaza, incluido, por ejemplo, el Ministerio de Finanzas. Una medida que, según analistas, indica que el conflicto está destinado a durar aún más días.
El movimiento islamista Hamas, que gobierna en Gaza, aseguró que no aceptará una tregua hasta que paren los bombardeos. Lejos de eso, el número dos de la organización, Salah al Arouri, declaró ayer en una entrevista con el canal de televisión Al Aqsa TV que los cohetes y misiles disparados en los últimos días son "existencias viejas" de las cuales querían deshacerse y que aún no han disparado el arsenal más nuevo.
Los bombardeos israelíes, que incluyeron una operación de inteligencia contra "el mando militar supremo" de las Brigadas al Qasam, el brazo armado de Hamás, costaron la vida al comandante de la ciudad de Gaza, Bassem Issa.
Los recuerdos son hoy las tres guerras de 2008, 2012 y 2014, esta última la más sangrienta, con más de 2.200 víctimas fatales palestinas y 73 israelíes. Miles resultaron heridos.
MISIL Y AMENAZAS
El brazo armado de Hamas disparó ayer un misil antitanque -el segundo después del lanzado por la Yihad Islámica el lunes- contra un vehículo blindado militar y mató a un soldado israelí de 21 años.
