El 11 de mayo de 1974, luego de oficiar misa en la Iglesia San Francisco Solano de Buenos Aires, fue asesinado en el atrio de es templo el Padre Carlos Mugica.
Aún hoy, luego de 47 años de ese crimen, no se tiene plena certeza sobre qué organización violenta determinó su muerte, si la Triple AAA de López Rega o la de Montoneros, aunque según ámbitos e hisoriadores de ésa época fueron los montoneros los que lo asesinaron, es decir los mismos que mataron al Secretario de la CGT y sindicalista de confianza de Juan D. Perón..
Si bien el padre Mugica había sido fuerte cuestionador del liberal capitalismo, contrario a la dependencia nacional de intereses extranjeros y también simpatizante del Che Guevara, tomó distancia de los cuadros que había ayudado a formar cuando estos (montoneros) apelaron al uso de la violencia para producir transformaciones estructurales en el país. Constituyó entonces la corriente JP Lealtad que terminó atrayendo del 30 al 50 % de militantes montoneros.
Miguel Bonasso en su libro “Diario de un clandestino” relata que el Padre Mugica le dijo “no puedo estar ahí porque estoy dispuesto a que me maten pero no estoy dispuesto a matar”.
El Jefe montonero Firmenich, a través de una entrevista realizada el17/11/72 en la revista El Descamisado le contestó: “De ninguna manera podemos abandonar las armas, el poder político brota de la boca de un fusil”.
A su vez, Carlos Mugica afirmó: “Con Perón en el gobierno y la democracia funcionando las armas de Uds. se las meten en el culo”. Dijo además “que montoneros jugaban con el pueblo” y que como dice la Biblia, “hay que dejar las armas y empuñar los arados”. Montoneros lo tildó de traidor y dijo que era merecedor de la cárcel del pueblo.
Pero Mugica también se había enfrentado con la asesina organización Triple AAA de López Rega, cuyos cuadros pasaron con posterioridad a engrosar la más espantosa dictadura militar en la Argentina. Hay quienes afirman que ésta es quien lo mandó asesinar a Carlos Mugica.
No está en el ánimo de este artículo condenar masivamente a quienes integraron
Montoneros. Quienes fuimos testigos de los hechos acaecidos en ésa época trágica y
actuábamos políticamente o en movimientos por los derechos humanos hemos podido
comprobar que así como hubo dirigentes de montoneros que “jugaban con el pueblo” también había cuadros de jóvenes idealistas, varones y mujeres, que eran militantes no violentos, con formación ideológica y compromiso social pero que no supieron valorar que la ética de los medios importa tanto como la ética de los fines, que la violencia genera más violencia..
A estos se le podía decir que la guerrilla no era el camino equivocado, que subestimaban al enemigo y que el pueblo no comprendería su violencia, que el verdadero proceso revolucionario pasa por la concientización del pueblo de porque sufre.. A lo sumo contestaban fraternalmente que éramos “gorilas buenos” porque teníamos buenas intenciones pero a su vez ingenuos por pensar que los partidos políticos de esa época podrían ser factores de cambio. Hoy tampoco lo son. En cambio, criticar procedimientos de la dictadura militar era condenarse a secuestro, tortura y desaparición.
Carlos Mugica era un hombre de paz, de diálogo que, como Martin Luther King, escogía la no violencia. No obstante ello, fue cruelmente asesinado por la violencia que engendra el odio, la intolerancia política o los intereses personales.
Pero a su vez decía que “la no violencia no es quedarse en el molde sino denunciar, poner bien de manifiesto la existencias de la violencia institucionalizada. Y para eso también hay que poner el cuero”
El ex Diputado Nacional CARLOS AUYERO dijo el 24 de marzo de 1986, al recordarse los horrores sufridos desde l976 hasta el final de la dictadura: “ TENGAMOS MIEDO DE OLVIDAR porque ello no es vivir con el pasado sino tener el coraje y la decisión de construir un vallado indestructible contra lo que nos ocurrió hace diez años”. Tiempo después dijo por las confrontaciones de ésa época y proféticamente para el presente “se debe estar preparado para buscar en el otro no al enemigo sino lo mejor de él para servir mejor al pueblo”,
Hoy tiene sentido recordar a CARLOS MUGICA y las consecuencias trágicas de la violencia institucionalizada porque día a día se agranda la grieta entre dos sectores cuyos principales dirigentes juegan a la destrucción del otro por razones meramente electorales. Mientras tanto el pueblo sufre las consecuencias de la incapacidad gubernamental de unos y otros que sólo tienen capacidad para aumentar la desocupación. la pobreza, la indigencia, la insalubridad, la mala educación, la incultura, la violencia. En síntesis, son incapaces de promover el desarrollo como factor imprescindible para la promoción humana. La Constitución hay que ignorarla, la justicia instrumentarla, el sectarismo y la corrupción como medio para acrecentar poder y lograr impunidad. Todo ello ignorando la violencia del subdesarrollo que generan.
Como dijo CARLOS MUGICA “TODA VIOLENCIA ES CONSECUENCIA DEL PECADO DEL HOMBRE, DE SU EGOISMO” y recordó lo dicho por HELDER CAMARA: “EL GENERAL HAMBRE MATA CADA DIA MAS HOMBRES QUE CUALQUIER GUERRA”.
Es más que necesario no reiterar situaciones de violencia verbal porque estas estimulan la violencia física, pobreza, muertes, desunión, caos y más angustias a un pueblo ya martirizado.
ALBERTO FERNANDEZ, CRISTINA FERNANDEZ DE KIRCHNER, INTEGRANTES DE LA CAMPORA, MAURICIO MACRI, PATRICIA BULLRICH, EL DIPUTADO NACIONAL FERNANDO IGLESIAS Y EL PERIODISMO SOMETIDO A LAS ESTRATEGIAS DE LA GRIETA SON ACTUALMENTE LOS PRINCIPALES RESPONSABLES DEL ODIO DESTRUCTOR DE PROYECTOS DE VIDA QUE HAGAN AL BIEN COMUN.
Imitemos a CARLOS MUGICA, militante de la paz, respetuoso de las instituciones, luchador por las Justica Social. Evitemos que la violencia verbal nos lleve a la violencia física, a que no explote la primera bomba o el primer tiro mortal QUE NOS HAGA VOLVER A LOS AÑOS DE PLOMO.
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