El final del estado de alarma y del toque de queda ha provocado un ambiente festivo en muchas ciudades de España. Cientos de jóvenes se han concentrado este domingo de madrugada en plazas y grandes avenidas al tocar las doce. Las aglomeraciones sin mascarilla ni distancia y los botellones multitudinarios han dejado imágenes festivas e irresponsables.
En Madrid, la policía se ha visto obligada a desalojar la Puerta del Sol por la cantidad de gente que se concentró. Lejos de perderse la celebración e ir a casa, los grupos de jóvenes se han esperado en calles cercanas y, al faltar pocos segundos para las doce, han iniciado una cuenta atrás para correr en estampida hasta la plaza.
Escenas parecidas se han visto en Barcelona. El Born, el barrio de Gràcia y la Barceloneta concentraron la mayor parte de las aglomeraciones de jóvenes con ganas de fiesta. La Guardia Urbana de Barcelona desalojó 6.500 personas en 31 espacios de la ciudad la primera noche sin toque de queda.
En otras ciudades como Sevilla, Salamanca, Zaragoza o Valladolid se ha vivido una noche similar con cientos de jóvenes en las calles y decenas de llamadas al servicio de Emergencias 112, que alertaban de ruidos, molestias y fiestas en la vía pública.
