Foto: Héctor Exequiel García
"Yo le puse resguardo físico para que nadie le haga nada, y en el propio servicio en el que tenían que cuidarlo lo mataron. No tenían necesidad de hacerle eso. No tenían necesidad de pegarle entre ocho personas, a él solo", dice en declaraciones a momarandu.com Laura Silvero, madre de Héctor Exequiel García, asesinado ayer con una golpiza en el Penal N°6.
Héctor Exequiel García, de 20 años, murió ayer por la tarde en el Hospital Escuela con muerte cerebral, múltiples contusiones en el torax y lesiones pulmonares tras recibir una brutal golpiza en el Penal N° 6 San Cayetano.
Por el caso, ya en investigación, según se informó oficialmente este jueves, se han apartado de sus cargos a ocho agentes penitenciarios.
De acuerdo a versiones vertidas en redes sociales, todas ellas hechadas por tierra a pocas horas de ocurrir el crimen, algunas de ellas aún así trascendidas hoy en medios de comunicación locales, su muerte se produjo en un intento de motin.
García fue asesinado mientras reclamaba su horario recreativo junto a una protesta por una ronda de hisopados para descartar coronavirus, luego de que se registraran entre cinco y ocho casos dentro del Penal y se informara sobre la muerte de otro interno infectado con Sars-Cov-2 en el Hospital de Campaña.
Por estos casos, diversas instituciones y ciudadanos de Corrientes llamaron el viernes pasado la atención al gobernador Gustavo Valdés por lo que describen como una “situación de emergencia sanitaria" en la Unidad Penal “por aumento de contagios de coronavirus".
A todos ellos, el lunes pasado, se sumó una carta del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y de la Coordinación del Servicio Paz y Justicia -SERPAJ- Argentina a través de la cual manifestaron a las autoridades su preocupación por la situación que atraviezan las personas detenidas en el penal N° 6, donde fue asesinado Héctor Exequiel García.
"Ayer, a las tres de la tarde, salí de mi trabajo a llevarle el paquete y cuando llegué allá nadie me dijo nada, que habían matado a mi hijo", dice Laura Silvero, en contacto con momaramdu.com este jueves, mientras aún se esperan los resultados de la autopsia sobre el cuerpo de su hijo.
M.: ¿Qué paso dentro?
-L.S.: "Cuando yo llego a mi casa, a las seis de la tarde, vienen los del servicio penitenciario y me dicen que mi hijo estaba en el hospital Escuela, que había fallecido. Yo le pregunté porqué, qué pasó, y ellos me dijero que no sabían qué pasó".
Silvero dice que por contactos propios en el Servicio Penitenciario pudo saber qué su hijo, Héctor Exequiel García, fue brutalmente golpeado "por que él no quiso entrar a su celda".
"Yo le puse resguardo físico para que a él no lo lastimen, y al final terminaron matándolos ellos, porque querían hacerle entrar a su celda", expresa a momarandu.
M.: ¿Qué pasaba con él?
-L.S.:"Muchas veces él me contaba que no cumplían el horario de recreo que él tenía. Él tenía una hora a la mañana y una hora a la tarde, y a veces le sacaban media hora, nada más, y, entonces, él, por eso, no quería entrar, y bueno". Yo estoy muy mal, yo solo quiero que se haga justicia, porque él era un chico bueno. Y capaz se dice que sí, que todos los presos que están ahí son chicos buenos".
M: ¿Cómo era Héctor Exequiel ?
-L.S.:"Él estudiaba, él se fue, el día del estudiante él fue a un boliche a festejar, el día del estudiante, y no llevó su moto, porque yo le había comprado, y él no llevó para que no le quitaran los zorros, y se fue, y cuando salió del boliche lo encotnró a un compañero, de acá, del barrio, otro chico, y le dijo que le hiba a acercar, hasta acá, hasta la casa, y cuando ellos vinieron tuvieron un accidente, y él perdió el conocimiento, se despertó en el Hospital, él no sabia qué pasó, y después se supo que esa moto era robada".
"Entonces él queda ahí detenido, porque el otro chico tenía diecisiete años. Y bueno, después vino la pandemia, y todo eso, y él no pudo salir. El abogado justo ayer me estaba diciendi que ahora cuado termiaba la feria el ya iba a salir ya, y ahora lo mataron", concluye.
"Yo le puse resguardo físico para que nadie le haga nada, y en el propio servicio en el que tenían que cuidarlo lo mataron. No tenían necesidad de hacerle eso. No tenían necesidad de pegarle entre ocho personas, a él solo", repite Laura.
