Corrientes, jueves 25 de abril de 2024

Cultura Corrientes
PATRIMONIO INMATERIAL PROTEGIDO POR LAS NACIONES UNIDAS

Chamamé, declarado patrimonio mundial, entre sistemas agrarios, tejidos ornamentales, festejos tradicionales y artes milenarios

16-12-2020
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(Por Facundo Sagardoy para momarandu.com) El chamamé, canto bendito de la nación chamamecera, es declarado patrimonio mundial e incorporado a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad con status compartido junto a sistemas agrarios, tejidos ornamentales, festejos tradicionales y artes árabes, asiáticos, africanos y europeos milenarios.

El chamamé ha sido declarado este miércoles 16 de diciembre patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad e incorporado a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura -UNESCO-. 

Este mismo día, otras catorce expresiones de Patrimonio Cultural Inmaterial compartieron la calificación. 

Como el chamamé, “Al Aflaj ”, sistema de irrigación tradicional en los EAU: conocimientos y prácticas relacionados con su construcción, su mantenimiento y la distribución equitativa del agua, de Emiratos Árabes Unidos, también fue declarado patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad. 

También lo fue el “Al Sadu”, tejido tradicional presente en Arabia Saudita y en Kuwait, “Los Caballos del Vino” de España, el “Nar Bayrami”, festejo tradicional de exaltación del cultivo y la cultura de la granada, presente en Azerbaiyán, y el “Yeondeunghoe”, la fiesta del alumbrado de faroles de la República de Corea. 

También fueron declarados patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad e incorporados a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad los conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del cuscús, presentes en Argelia, Mauritania, Marruecos y Túnez, el arte de la miniatura, presente en Azerbaiyán, Irán, Turquía y Uzbekistán y el arte de la relojería mecánica y la mecánica artística, presente en Suiza y Francia

La carrera de dromedarios, práctica social y patrimonio cultural festivo de Emiratos Árabes Unidos y Omán, la charfiya, técnica tradicional de pesca de las Islas Kerkennah, Túnez, la competición tradicional de siega de la yerba en Kupres, de Bosnia y Herzegovina, y la cultura de los hawkers en Singapur, sus prácticas culinarias y comidas en común en su contexto urbano multicultural, también recibieron esta calificación. 

También la recibieron la danza budima de Zambia y la la fabricación de cerámica con torno manual en la aldea de Zlakussa, Serbia. 

La práctica del taijiquan, de China, la Peregrinación al monasterio del apóstol San Tadeo, presente en Irán y Armenia, también fueron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Finalmente, también lo fueron las prácticas y saberes tradicionales del tereré en la cultura del pohã ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay, ampliamente extendida en Brasil y Argentina. 

Junto a estas veintinueve expresiones culturales, UNESCO incorporó otras tres a la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia: los conocimientos y prácticas de la música ancestral “Aixan /gâna/ob #ans tsî //khasigu” de Namibia, los conocimientos y técnicas tradicionales asociadas con el Barniz de Pasto Mopa-Mopa en Putumayo y Nariño, de Colombia, y el tejido manual sa’eed en el Alto Egipto. 

EL CHAMAMÉ


Foto: Bailanta chamamecera, escenario Osvaldo Sosa Cordero. 

La práctica de esta expresión cultural está muy extendida en la Provincia de Corrientes y, entre sus principales componentes, figura una danza que sus ejecutantes bailan fuertemente abrazados, así como eventos festivos llamados musiqueadas, invitaciones, plegarias y el sapukay, un grito peculiar lanzado con un movimiento del cuerpo que expresa emociones y sensaciones profundas de alegría, tristeza, dolor o valentía.



En un principio, la música del chamamé se interpretaba con vihuelas y violines, a los que luego se añadieron guitarras, armónicas, bandoneones, contrabajos y acordeones diatónicos de dos hileras. En su origen, las canciones eran cantatas religiosas y sus letras, al igual que los poemas, se cantaban y declamaban en la lengua autóctona de la región, el guaraní, pero actualmente se transmiten en dialecto yopará, una mezcla de español y guaraní.

La música y el baile de este elemento del patrimonio cultural inmaterial son componentes importantes de la identidad regional y desempeñan un importante papel social porque suelen estar siempre presentes en todo tipo de celebraciones comunitarias, familiares, religiosas y festivas. El chamamé pone de relieve toda una serie de valores esenciales: el amor a la tierra en que se ha nacido y a su fauna y flora; la devoción religiosa; y la ñande reko guaraní, es decir la “manera de ser y estar” de los humanos en armonía con la naturaleza y la espiritualidad.

EL "AL AFLAJ"


Foto: “Al Aflaj ”, sistema de irrigación tradicional en los EAU. 

El “Al Aflaj ”, sistema de irrigación tradicional en los EAU: conocimientos y prácticas relacionados con su construcción, su mantenimiento y la distribución equitativa del agua presente en Emiratos Árabes Unidos, también fue inscrito hoy en en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Las tradiciones orales, prácticas y conocimientos vinculados a la construcción, mantenimiento y distribución equitativa del agua del sistema tradicional de regadío llamado “Al Aflaj” constituyen un motivo de orgullo para las comunidades depositarias de este elemento del patrimonio cultural inmaterial.

Este sistema consiste principalmente en la construcción de túneles subterráneos que conducen el agua a largas distancias, desde fuentes subterráneas hasta depósitos accesibles para los agricultores. El agua corre desde las altas mesetas hasta las planicies por una pendiente escalonada y los túneles limitan su evaporación.

Este sistema de regadío cuenta también con una red de canales de superficie que reparten el agua a las fincas agrarias de las comunidades locales.

El sistema se basa en prácticas y conocimientos ancestrales relacionados con la naturaleza y el universo, en métodos antiguos de localización del agua mediante la observación de los tipos de vegetación y otros indicios, en técnicas consuetudinarias de perforación de terrenos y de mantenimiento de las infraestructuras de regadío, y en costumbres tradicionales de distribución equitativa de los caudales de agua.



Los miembros de las comunidades contribuyen al mantenimiento del sistema y ayudan a quitar el barro de los túneles.

Todos esos conocimientos y prácticas se han venido transmitiendo de generación en generación desde hace unos 3.000 años, compartiendo experiencias e impartiendo instrucción. Hoy también se transmiten por otros medios, por ejemplo organizando excursiones educativas para los escolares.

Este sistema, que ha abastecido en agua potable, a lo largo de los siglos, a los seres humanos y animales de esta región árida del planeta y ha servido para regar las tierras de cultivo, es todo un ejemplo del espíritu creativo de las comunidades interesadas en su lucha para afrontar el problema de la escasez de recursos hídricos y el medio ambiente desértico.

"AL SADU", TEJIDO TRADICIONAL

Foto: La artesanía de al Sadu se transmite a la generación más joven.

Este día, también fue incorporado a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad el “Al Sadu”, tejido tradicional Arabia Saudita y Kuwait.

Son las mujeres beduinas las que practican el arte tradicional de tejer llamado al sadu, vocablo que en árabe significa “tejido horizontal”.

Ejecutadas en un telar colocado en el suelo y con fibras naturales recolectadas sobre el terreno por las propias tejedoras, las piezas tupidas y resistentes fabricadas con esta práctica tradicional se obtienen trabajando con una urdimbre bien apretada. Los motivos de este tejido típicamente beduino reflejan con sencillez y pureza el medio ambiente del desierto mediante formas geométricas que se suceden en secuencias regulares y simétricas.

Las tejedoras también utilizan hilos de colores vivos, como el rojo y el anaranjado, para poner una nota alegre en ese medio ambiente austero representado. La belleza de cada pieza realizada depende del primor con que se hayan realizado el hilado y el tejido, así como de la experiencia de la tejedora: cuanto más finos sean los hilos más relieve y delicadeza tendrán la estructura y los motivos de la pieza tejida.



Las principales depositarias de este elemento del patrimonio cultural inmaterial son las maestras tejedoras, que suelen ser las beduinas de mayor edad. Éstas desempeñan un papel esencial en la transmisión de los conocimientos y prácticas de este arte que, en la mayoría de los casos, tiene lugar en el seno del hogar familiar.

Algunas asociaciones y organismos educativos también contribuyen a la transmisión del elemento mediante la organización de cursos y talleres.

Actualmente, el arte del tejido al sadu es una actividad recreativa o una fuente de ingresos para sus depositarias y practicantes, y es una prueba de la importancia del papel desempeñado por las mujeres en la sociedad beduina. Hoy en día, las piezas tejidas no son esencialmente objetos funcionales, sino más bien vectores de una tradición cultural profundamente arraigada. 

"LOS CABALLOS DEL VINO"

Foto: Preparativos para Los Caballos del Vino.

También fue inscripta la fiesta ecuestre llamada “Los Caballos del Vino”.

La fiesta ecuestre llamada “Los Caballos del Vino” tiene lugar del 1º al 3 de mayo de todos los años en la localidad de Caravaca de la Cruz, durante las celebraciones en honor de la Santísima y Vera Cruz. Esta fiesta comprende una serie de eventos que tienen por protagonistas a los caballos.

Enjaezados con soberbias capas bordadas de seda y oro, estos animales desfilan en cortejos por las calles de Caravaca flanqueados por los cuatro adiestradores que los conducen y seguidos por todos los habitantes de la ciudad.

El momento culminante de la fiesta es la carrera contra reloj que los caballos emprenden, flanqueados una vez más por cuatro adiestradores, para llegar a lo alto de la empinada pendiente que conduce al castillo de la ciudad. Los ganadores de la carrera y los enjaezamientos más vistosos son galardonados con distintos premios.



Los conocimientos y prácticas relativos a la cría, el mantenimiento, el manejo y la conducción de los caballos se transmiten en el seno de las familias y grupos de practicantes de este elemento del patrimonio cultural inmaterial, y las técnicas del bordado se aprenden en el hogar o en talleres.

También se han venido transmitiendo de generación en generación los valores de respeto y colaboración que deben presidir la relación entre el ser humano y el caballo. La viticultura y la cría caballar son dos actividades indisociables de la economía, la historia y la cultura de la región de Caravaca.

Esta fiesta valoriza la camaradería y la solidaridad, al conferir a sus participantes el sentimiento de pertenencia a un grupo socialmente cohesionado.

"NAR BAYRAMI"

Foto: “Nar Bayrami”, festejo tradicional de exaltación del cultivo y la cultura de la granada.

El “Nar Bayrami”, festejo tradicional de exaltación del cultivo y la cultura de la granada de Azerbaiyán, también fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Celebrado cada año en la región azerbaiyana de Goychay durante los meses de octubre y noviembre, el “Nar Bayrami” es un festejo tradicional que exalta el cultivo de la granada y los aspectos culturales vinculados a este fruto, esto es, su simbolismo y sus usos tradicionales desde siglos atrás.

La cultura de la granada engloba un conjunto de conocimientos, competencias, prácticas y tradiciones relacionadas con el cultivo del fruto que no sólo se emplea para preparaciones culinarias, sino que también está presente en los objetos artesanales, las artes decorativas, los mitos, los relatos tradicionales y otras prácticas creativas.



Este elemento del patrimonio cultural inmaterial está estrechamente ligado a los agricultores y las poblaciones de la región donde se cultiva y recolecta el fruto, y los practicantes del elemento poseen un conocimiento muy profundo de las características ambientales y las técnicas de su recolección.

La granada y la fiesta del “Nar Bayrami” gozan de una gran notoriedad entre la población y desempeñan una importante función sociocultural en el seno de ésta, que abarca desde prácticas culinarias tradicionales hasta la temática poética. Desde un punto de vista simbólico, la granada representa la perdurabilidad y abundancia del cultivo de la tierra y se reputa que posee un gran valor energético.

En las leyendas profanas autóctonas simboliza el amor y la pasión, y las personas creyentes la consideran un símbolo de eternidad.

Esta fiesta anual exalta con orgullo las tradiciones ancestrales vinculadas a este fruto, fomentando los intercambios y la comunicación entre las comunidades locales que la celebran y los visitantes foráneos que acuden a participar en ella, y ofrece así una buena ocasión para dar a conocer la naturaleza y la cultura de la región. 

LA "YEONDEUNGHOE"

Foto: La “Yeondeunghoe”, fiesta del alumbrado de faroles en la República de Corea.

La “Yeondeunghoe”, fiesta del alumbrado de faroles en la República de Corea también fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

En vísperas del aniversario de Buda, conmemorado el octavo día del cuarto mes lunar, tiene lugar en toda la República de Corea la fiesta anual del alumbrado de faroles llamada “Yeondeunghoe” que ilumina todo el país con sus luces de colores.

En sus orígenes, esta fiesta era un rito de conmemoración del nacimiento del buda Shakyamuni, pero hoy en día se ha convertido en una fiesta nacional de exaltación de la primavera en la que todos pueden participar.

Llevando en la mano faroles fabricados por ellos mismos, los habitantes de aldeas y ciudades se agrupan en la vía pública para participar en procesiones que recorren las calles ornamentadas con faroles de colores suspendidos en forma de flores de loto. Las celebraciones comienzan todos los años con el rito de la aspersión de agua sobre una imagen del niño Buda para conmemorar su nacimiento.

Luego tienen lugar las procesiones y, a continuación, los que han asistido a ellas participan en una serie de actividades recreativas y juegos colectivos. Los faroles fabricados y paseados por los participantes en la fiesta tienen por objeto expresar sus mejores deseos para ellos mismos, sus familias, los habitantes de sus barrios y todos los coreanos en general.



El alumbrado de los faroles simboliza la iluminación espiritual de las personas, las comunidades y la sociedad en general por obra y gracia de la sabiduría de Buda.

La transmisión de las prácticas y conocimientos vinculados a este elemento del patrimonio cultural inmaterial la efectúan los templos budistas, las comunidades y la Asociación de Salvaguardia del Yeondeunghoe, que desempeña un papel importante con la organización de en programas educativos.

Durante la fiesta reina la alegría y se borran temporalmente las diferencias sociales entre las personas, y en los periodos difíciles este elemento facilita la integración de los ciudadanos y les ayuda a superar los problemas de la vida diaria. 

CUSCÚS

Foto: Los conocimientos, competencias y prácticas de preparación y consumo del cuscús.

Los conocimientos, prácticas y tradiciones vinculadas a la preparación y el consumo del cuscús presentes en Argelia, Mauritania, Marruecos y Túnez también fueron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Los conocimientos, competencias y prácticas de preparación y consumo del cuscús abarcan las modalidades de su producción y elaboración, los acondicionamientos y utensilios necesarios para cocinarlo, los objetos conexos y las circunstancias en las que se consume en las comunidades interesadas.

Su preparación es toda una ceremonia que exige la realización de diversas operaciones. Desde el cultivo del cereal hasta su presentación en la mesa, pasando por la molienda para obtener la sémola en grano que será trabajada manualmente y cocida al vapor, la preparación de este plato exige ejecutar toda una serie de prácticas con un conjunto de utensilios peculiares. La sémola va acompañada por vegetales y carnes que difieren en función de la región, la estación del año y las circunstancias de su consumo.



Tanto hoy como ayer, los métodos de preparación del cuscús son el producto de todo un compendio de conocimientos y técnicas que se transmiten de modo informal mediante la observación y reproducción de las prácticas usadas.

Con respecto a la fabricación de los utensilios, los de barro son fabricados por alfareras y los de madera se producen en cooperativas o talleres artesanales de tipo familiar principalmente. Hace ya varios decenios que la transmisión de este elemento del patrimonio cultural ha traspasado el umbral los hogares familiares. De la transmisión de los aspectos del elemento que no son culinarios –rituales, expresiones orales y determinadas costumbres sociales– se encargan los depositarios de estas tradiciones.

El cuscús encarna toda una serie de simbolismos, significados y aspectos socioculturales ligados a valores como la solidaridad, la amistad y la convivencia, así como a la práctica social de organizar comidas familiares o comunitarias. 

EL ARTE DE LA MINIATURA

Foto: Pintura en miniatura de la artista Parinisa Asgarova (Azerbaiyán).

El arte de la miniatura, presente en Azerbaiyán, Irán, Turquía y Uzbekistán también fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

La miniatura es un arte bidimensional consistente en diseñar y ejecutar pinturas de tamaño pequeño en libros, cartón piedra, alfombras, textiles, muros, cerámicas y otros soportes, utilizando como materias primas oro, plata y diferentes sustancias orgánicas.

Antaño, la miniatura era una pintura insertada en un texto para ilustrarlo visualmente, pero el arte de su realización ha evolucionado y ahora se recurre a ella para las decoraciones arquitectónicas y el embellecimiento de los espacios públicos.

Representación visual de creencias, cosmovisiones y modos de vida, la miniatura ha cobrado un nuevo aspecto por influencia del islam.


Foto: El artista en miniatura Arif Huseynov con estudiantes (Azerbaiyán).

El arte de su realización, tal como se practica en los cuatro Estados solicitantes, posee características comunes a pesar de la existencia de diferentes estilos.

En todos los casos, se trata de una práctica artística tradicional que se considera parte integrante de la identidad sociocultural de cada sociedad interesada y que se transmite de maestros a aprendices en un régimen de educación no formal.

La perspectiva en las miniaturas es muy particular ya que los tamaños y motivos cambian en función de la importancia que se atribuye a los elementos representados, y esto es lo que las diferencia principalmente de las representaciones en estilo realista y naturalista.

Este arte, practicado desde hace siglos, sigue evolucionando y afianzando los vínculos entre el pasado y el presente, ya que los artistas de hoy ejecutan sus obras respetando los principios y técnicas ancestrales e imprimiendo a la vez en ellas la impronta de su creatividad personal. 

EL ARTE DE LA RELOJERÍA MECÁNICA Y LA MECÁNICA ARTÍSTICA

Foto: Arte de la relojería mecánica y la mecánica artística.

El arte de la relojería mecánica y la mecánica artística, de Suiza y Francia, también fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Los conocimientos teóricos y prácticos en materia de relojería mecánica y mecánica artística son a la vez científicos, técnicos y artísticos y no sólo permiten fabricar cronómetros y relojes de pulsera, bolsillo, salón o péndulo para medir el tiempo, sino también autómatas artísticos y androides mecanizados, esculturas y cuadros animados, cajas de música y pájaros cantores automáticos, entre otros muchos objetos más.

Todos ellos llevan mecanismos que generan movimientos y sonidos. Por regla general, los mecanismos están ocultos, pero también pueden ser visibles y hacer así que los objetos cobren un aspecto poético y emotivo.

En la región del Arco Jurásico, esta clase de artesanía se mantiene muy viva gracias a la presencia de artesanos altamente cualificados, así como de empresas dinámicas que valorizan los conocimientos y competencias de la mano de obra y ofrecen una formación profesional completa. Tradicionalmente, este arte tradicional lo practicaban familias enteras que creaban métodos de aprendizaje y establecían entre ellas alianzas personales y profesionales.



El aprendizaje de los conocimientos teóricos y prácticos relacionados con este elemento del patrimonio cultural inmaterial suele comenzar en escuelas de formación profesional.

Hoy en día, los practicantes del elemento pueden compartirlos por intermedio de blogs, foros y tutoriales en línea, y por conducto de proyectos colaborativos de enseñanza abierta. Esos conocimientos, además de tener una función económica, han configurado la arquitectura, el urbanismo y la vida social en las regiones interesadas.

El arte de la relojería mecánica y la mecánica artística es un vector de toda una serie de valores: afición al trabajo esmerado, puntualidad, perseverancia, creatividad, paciencia y pericia. Además, la búsqueda incesante de la precisión y el aspecto intangible de la medición del tiempo confieren a este arte tradicional una acusada dimensión filosófica. 

LA CARRERA DE LOS DROMEDARIOS

Foto: Una atmósfera vibrante de diálogo y discusión social que acompaña a las carreras de camellos.

La carrera de dromedarios, práctica social y patrimonio cultural festivo, de Emiratos Árabes Unidos y Omán, también fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Práctica social y patrimonio cultural festivo a la vez, la carrera de dromedarios goza de una gran popularidad entre las comunidades interesadas. La preparación de un dromedario de carreras comprende las siguientes etapas: selección previa en función de su origen, tipo y edad; imposición de un régimen alimentario especial; entrenamientos en grupo en el campo de carreras; y preparación para participar en competiciones.

Las carreras tienen lugar en las comunidades y los dromedarios corren en campos especialmente acondicionados bajo la supervisión de comités de expertos. El número de dromedarios que corren en cada competición oscila entre 15 y 20, y la distancia que deben recorrer los animales se fija en función de su edad.



La práctica de las carreras se rige por las tradiciones, costumbres y normas de las comunidades, y un comité de preparación se encarga de verificar el origen de cada animal de carreras.

La transmisión de las prácticas y los conocimientos y relacionados con este elemento del patrimonio cultural inmaterial es asumida conjuntamente por representantes de las comunidades, organismos gubernamentales, centros especializados y la federación de carreras y clubs. Los niños y los jóvenes adquieren progresivamente esas prácticas y conocimientos mediante la observación, la simulación y las expresiones orales asociadas al elemento.

La carrera de dromedarios es un componente fundamental del modo de vida nómada de los beduinos, así como una fuente de inspiración creativa para la poesía y la canción. La importancia y la continuidad de este elemento en la sociedad beduina están vinculadas a la esencial omnipresencia del dromedario en la vida del desierto. 

LA CHARFIYA

Foto: La charfiya, técnica tradicional de pesca de las Islas Kerkennah.

La charfiya, técnica tradicional de pesca de las Islas Kerkennah, Túnez, también fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La charfiya es una técnica tradicional de pesca pasiva que se practica en las Islas Kerkennah, aprovechando las condiciones hidrográficas, las características del relieve del fondo del mar y una serie de recursos naturales, tanto terrestres como marinos.

Consiste en crear una instalación pesquera fija, formando una barrera triangular construida con palmas clavadas en el fondo del mar. Los peces, arrastrados por el descenso de las aguas en la marea baja, penetran primero en cámaras de captura y luego en redes o nasas quedando así atrapados.

A diferencia de los que son pescados con artes de arrastre que rascan el lecho del mar, los peces capturados en la charfiya permanecen vivos y en ayunas dentro de las redes y nasas hasta que se procede a izarlas.



La charfiya sólo se instala y utiliza desde el equinoccio de otoño hasta el mes de junio, a fin de dar un reposo a los recursos haliéuticos y facilitar su regeneración.

La reinstalación anual de este dispositivo de pesca va acompañada por diversas prácticas sociales, como celebrar comidas en común y recitar plegarias. Esta técnica de pesca requiere un buen conocimiento de la topografía submarina y las corrientes marinas.

La mayoría de los habitantes de las islas aprende a pescar desde la infancia. Suele ser corriente que los jefes de familia transmitan a sus hijos mayores los conocimientos inherentes a esta técnica, así como la propia instalación pesquera, para que su propiedad no salga del ámbito familiar.

En algunos centros de formación profesional también se puede hacer un aprendizaje indirecto de este elemento del patrimonio cultural inmaterial.

Por ser la técnica pesquera más usada en las Islas Kerkennah, toda la comunidad participa de uno u otro modo en la práctica del elemento, desde la instalación de la barrera hasta la izada de las redes y nasas, pasando por la práctica de los rituales conexos. Esto hace que la charfiya sea un factor de unificación de la población del archipiélago. 

COMPETICIÓN TRADICIONAL DE LA SIEGA DE LA YERBA

Foto: La competición tradicional de siega de la yerba en Kupres.

La competición tradicional de siega de la yerba en Kupres, de Bosnia y Herzegovina, también fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El evento social anual más importante del municipio de Kupres es la competición de siega que tiene lugar en el mes de julio en el prado especial de Strljanica, que da su nombre a este certamen tradicional.

Los concursantes deben segar la hierba a mano con una hoz y son evaluados en función del tiempo empleado, la cantidad de yerba cortada y el esfuerzo realizado, que es muy considerable porque la altitud a la que está situada esta población exige que los participantes posean una fuerza y una técnica fuera de lo común.
Son declarados vencedores los tres mejores segadores y el primero de ellos asume la función de segador en jefe, encargado de vigilar que la hierba de todos los prados del municipio se corte adecuadamente para almacenar la mayor cantidad de heno posible, dado que la economía de la región depende esencialmente de la ganadería y la agricultura.



Los hombres participan en el certamen desde los 18 años de edad y la transmisión de este elemento del patrimonio cultural inmaterial se efectúa de padres a hijos dentro de cada familia. Durante el concurso, las mujeres rastrillan la hierba y preparan la comida para los invitados al evento.

Otros elementos relacionados con esta competición son la costumbre de llevar la indumentaria nacional, la forja de las hoces y la preparación del ganado para el evento.

Todos las personas y grupos étnicos o religiosos de Kupres, sean cuales sean sus orígenes, pueden participar en la celebración de este concurso considerado como un componente fundamental de la identidad cultural de la región.

Los depositarios de este elemento del patrimonio cultural inmaterial y la Asociación de Segadores de Kupres son los que asumen principalmente la salvaguardia del mismo. 


LA CULTURA DE LOS HAWKERS

Foto: La cultura de los hawkers en Singapur.

La cultura de los hawkers en Singapur, prácticas culinarias y comidas en común en un contexto urbano multicultural, también fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En los locales de los hawkers, presentes por doquier en todo Singapur, se preparan y sirven platos variados (hawker food) a los clientes que acuden a ellos para comer y encontrarse.

Son una especie de “restaurantes comunitarios” que acogen a personas de orígenes muy diversos deseosas de compartir en común con otra gente un desayuno, un almuerzo o una cena.

Esos locales ofrecen al mismo tiempo la posibilidad de distraerse jugando al ajedrez, por ejemplo, o escuchando música y contemplando cómo algunos pintores ejecutan sus obras de arte.

En un principio fueron modestos puestos ambulantes de despacho de comidas, pero hoy se han convertido en auténticos símbolos de la idiosincrasia multicultural de esta ciudad-Estado poblada por chinos, malayos, indios y personas de otras muchas culturas.



Esta mezcolanza cultural tiene una influencia decisiva en la capacidad de los hawkers para adaptar su cocina a los gustos de las distintas comunidades ciudadanas y de los diferentes barrios de Singapur, ya sean de viviendas, de negocios o de actividades recreativas.

Los hawkers más veteranos vienen ejerciendo su oficio desde el decenio de 1960. Hoy en día, muchos de ellos se han especializado en determinadas prácticas culinarias que han ido perfeccionando a lo largo de los años.

Las recetas de sus especialidades, sus prácticas y sus conocimientos culinarios tradicionales las transmiten a los miembros más jóvenes de sus familias, o bien a aprendices.

Un conjunto de asociaciones comunitarias, organizaciones no gubernamentales y centros docentes desempeñan un papel fundamental en la promoción y el apoyo a la cultura de los hawkers ofreciendo programas de formación, preparando diversos eventos y llevando a cabo proyectos de documentación.

Dada su condición de espacios sociales que agrupan a personas de medios socioeconómicos muy diferentes, los locales de los hawkers tienen una función muy importante en el fomento de las relaciones intercomunitarias y en el fortalecimiento de la cohesión social. 

LA DANZA BUDIMA

Foto: La danza budima, de Zambia. 

La danza budima, de Zambia, también fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

La budima es una danza guerrera del pueblo we que se baila en cualquier momento del año en el que las circunstancias exijan dar muestras de solemnidad y espiritualidad: ceremonias tradicionales, procesiones fúnebres, bodas, ritos de iniciación, investiduras de jefes, acciones de gracias, celebraciones de cosechas y otros actos rituales. 

Los bailarines ejecutan la danza provistos de lanzas, hachas ceremoniales, bastones, mazas y escudos, tocando instrumentos musicales tales como silbatos, flautas y trompas, tambores y sonajas. 



En la danza participan hombres, mujeres y niños. Los hombres representan el papel de guerreros o soldados avezados que blanden con gestos bélicos unas lanzas largas, mientras saltan y se agachan avanzando y retrocediendo dentro y fuera del círculo formado para el baile. Otros cantan y tocan flautas y trompas de una sola nota hechas con cuernos de antílope, o hacen redoblar tambores grandes y pequeños. Engalanadas con collares y brazaletes de cuentas y llevando sonajas en los tobillos, las mujeres cantan a coro y bailan con brío. Los jóvenes adquieren las competencias y conocimientos vinculados a este elemento del patrimonio cultural inmaterial mediante la observación y la práctica. 

En las ceremonias de iniciación se les instruye acerca de la importancia cultural que tiene esta danza, y también se les enseña a bailarla y a fabricar algunos de los instrumentos musicales que la acompañan. La danza budima constituye un motivo de orgullo y es un factor de unión para los miembros de las comunidades interesadas, que en todo momento pueden participar en ella uniéndose a los bailarines.

ALFARERÍA CON TORNO MANUAL DE ZLAKUSSA

Foto: Alfarería con torno manual de la aldea de Zlakusa

La fabricación de cerámica con torno manual en la aldea de Zlakussa, Serbia, tambié fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La alfarería con torno manual de la aldea de Zlakusa es una actividad artesanal tradicional que requiere poseer las técnicas y conocimientos necesarios para producir recipientes de cerámica sin esmalte destinados a cocer alimentos.

Usadas en hogares y restaurantes de toda Serbia, estas cerámicas se fabrican con arcilla y calcita en tornos accionados exclusivamente a mano.

Desde la preparación de la pasta de arcilla hasta la cocción, pasando por las operaciones de torneado, decoración, acabado y secado, el proceso de fabricación suele durar entre seis y días. Los recipientes terminados se decoran con motivos geométricos realizados con instrumentos de madera o metal y a algunos de ellos se les añaden asas.



Los objetos tradicionalmente fabricados –ollas, recipientes para cocer el pan y la carne, fuentes pequeñas para hornos de cocina– se han ido adaptando a las modalidades modernas de preparación y servicio de los alimentos. La transmisión de las técnicas y conocimientos relacionados con este elemento del patrimonio cultural se efectúa mediante una participación directa en el trabajo de los artesanos experimentados de la comunidad.

Otros modos de transmisión importantes son las demostraciones organizadas durante el Festival de Zlakusa y los cursos impartidos en la Escuela de Arte de Užice.

Los objetos de alfarería de Zlakusa se exhiben a menudo en ferias y festivales de toda Serbia y se suelen usar en las comunidades y familias cuando celebran eventos importantes.

Se dice que algunos platos preparados en cerámicas de Zlakusa y cocinados con fuego de leña tienen un sabor único. La alfarería es una actividad muy estrechamente ligada a la aldea de Zlakusa porque en sus inmediaciones también se extraen las materias primas necesarias para la fabricación de las cerámicas. 

LA PRÁCTICA DEL TAIJIQUAN

Foto: Chen Peiju (derecha), portadora representante del Taijiquan de la escuela Chen, práctica tuishou (habilidades de empujar con las manos) con su aprendiz.

La práctica del taijiquan, de China, también fue inscrita en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad

Surgido a mediados del siglo XVII en el distrito de Wenxian, perteneciente a la Provincia de Henan situada en el centro de China, y practicado hoy en todo el país por personas de cualquier edad y etnia, el ejercicio físico tradicional denominado taijiquan se caracteriza por la ejecución de movimientos circulares relajados, el control de la respiración y la adopción de una actitud mental impregnada de neutralidad y ecuanimidad.



Sus movimientos básicos se guían por el wubu –“cinco pasos”– y el bafa –“ocho técnicas” –, son repetitivos y se intercalan con el tuishu, un empuje mutuo con las manos entre dos participantes. Debido a la influencia del taoísmo, el confucianismo y las teorías de la medicina tradicional, el taijiquan se ha escindido en diferentes escuelas o estilos que han adoptado los nombres de diversos clanes o de maestros experimentados. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmite en el seno de esos clanes, o bien de maestros a alumnos.

En este último caso, la transmisión se efectúa en el transcurso de una ceremonia llamada baishi. El taijiquan se ha incorporado también al sistema educativo formal. El elemento, cimentado en los ciclos del yin et el yang, así como en la visión cultural de la unidad del cielo y la humanidad, se ha venido transmitiendo por conducto de leyendas, proverbios, rituales y vectores de otro tipo. La salvaguardia del taijiquan puede incrementar su notoriedad y propiciar un diálogo sobre las diversas formas de practicarlo que se dan en las diferentes comunidades.
 

PEREGRINACIÓN AL MONASTERIO DEL APÓSTOL SAN TADEO

Foto: La Sagrada Comunión es distribuida por el Obispo a los peregrinos.

La Peregrinación al monasterio del apóstol San Tadeo, presente en Irán y Armenia, también fue inscrito en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La peregrinación tridual al monasterio de San Tadeo, situado al noroeste del Irán, tiene lugar todos los años en el mes de julio con objeto de venerar a dos grandes santos: San Tadeo, uno de los primeros apóstoles de la cristiandad, y Santa Santukhd, virgen y protomártir cristiana.

Los depositarios del elemento son los armenios del Irán, los armenios oriundos de este país que viven en Armenia y los fieles de la Iglesia Apostólica Armenia. Los peregrinos se agrupan en la ciudad iraní de Tabriz antes de emprender camino al monasterio, y los que vienen de la capital armenia, Ereván, recorren todos los años los 700 km que separan a esta ciudad del monasterio. Esta conmemoración religiosa comprende una serie de liturgias especiales, procesiones, plegarias y ayunos.

El punto culminante es la celebración de la Santa Misa o Eucaristía.



Durante la peregrinación actúan grupos artísticos tradicionales armenios y se saborean platos típicos de la gastronomía armenia. Esta peregrinación es el acontecimiento sociocultural anual más importante para los armenios de Irán y los fieles de la Iglesia Apostólica Armenia. El hecho de que los peregrinos acampen en tiendas cercanas entre sí fortalece su sentimiento de pertenencia a una comunidad.

Las peregrinaciones al monasterio datan de diecinueve siglos atrás, pero en la época soviética se prohibieron en Armenia y solamente se reanudaron en el decenio de 1990 después de la independencia del país. Los depositarios de este elemento del patrimonio cultural inmaterial preservaron la memoria de su celebración, transmitiéndola a sus familias y comunidades. 

TERERÉ 

Foto: La Pohã Ñana, hierbas medicinales de Paraguay

Finalmente, las Prácticas y saberes tradicionales del tereré en la cultura del pohã ñana, bebida ancestral guaraní en Paraguay también fueron inscriptas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

Las prácticas y los conocimientos tradicionales relacionados con el tereré, bebida ancestral guaraní, están muy extendidos por todo el territorio del Paraguay. Los depositarios de este elemento del patrimonio cultural inmaterial son muy numerosos y diversos. 

El tereré se prepara tradicionalmente en una jarra o un termo, mezclando agua fría con el pohã ñana, una hierba medicinal previamente machacada en un mortero. Se sirve en un recipiente en el que se ha puesto mate y se absorbe con una bombilla de caña o metálica. 

La preparación del tereré se efectúa con arreglo a un ritual íntimo regido por una serie de códigos preestablecidos. Los beneficios para la salud del pohã ñana se conocen gracias a que la sabiduría popular los ha venido transmitiendo de generación en generación. 



La transmisión de las prácticas tradicionales vinculadas al tereré se viene efectuando en el seno de las familias paraguayas desde el siglo XVI por lo menos. 

Los conocimientos tradicionales sobre las virtudes curativas y el buen uso del pohã ñana también se transmiten espontáneamente en el ámbito familiar. 

Desde hace algunos años está aumentando el número de personas que aprenden este elemento, pero las familias siguen siendo el principal vector de su transmisión. 

Esta práctica cultural fomenta la cohesión social porque el contexto espacial y temporal del consumo del tereré propicia la inclusión, la amistad, el diálogo, el respeto y la solidaridad. Además, también acrecienta la estima de las nuevas generaciones por el rico legado guaraní en los ámbitos de la cultura y la botánica.