Corrientes, viernes 29 de marzo de 2024

Cultura Corrientes
LISTA REPRESENTATIVA DE NACIONES UNIDAS

Chamamé y Tango, únicas expresiones musicales con status de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en Argentina

16-12-2020
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Hasta el día de hoy, sólo dos elementos culturales argentinos han sido incorporados a la Lista Representativa por UNESCO: el tango y la técnica pictórica tradicional que combina los colores vivos con estilos tipográficos específicos conocida como "filete porteño de Buenos Aires".

La práctica de esta expresión cultural está muy extendida en la Provincia de Corrientes y, entre sus principales componentes, figura una danza que sus ejecutantes bailan fuertemente abrazados, así como eventos festivos llamados musiqueadas, invitaciones, plegarias y el sapukay, un grito peculiar lanzado con un movimiento del cuerpo que expresa emociones y sensaciones profundas de alegría, tristeza, dolor o valentía.



En un principio, la música del chamamé se interpretaba con vihuelas y violines, a los que luego se añadieron guitarras, armónicas, bandoneones, contrabajos y acordeones diatónicos de dos hileras.

En su origen, las canciones eran cantatas religiosas y sus letras, al igual que los poemas, se cantaban y declamaban en la lengua autóctona de la región, el guaraní, pero actualmente se transmiten en dialecto yopará, una mezcla de español y guaraní.

La música y el baile de este elemento del patrimonio cultural inmaterial son componentes importantes de la identidad regional y desempeñan un importante papel social porque suelen estar siempre presentes en todo tipo de celebraciones comunitarias, familiares, religiosas y festivas.

El chamamé pone de relieve toda una serie de valores esenciales: el amor a la tierra en que se ha nacido y a su fauna y flora; la devoción religiosa; y la ñande reko guaraní, es decir la “manera de ser y estar” de los humanos en armonía con la naturaleza y la espiritualidad.

EL TANGO



El tango, “tradición argentina y uruguaya" conocida en el mundo entero que "nació en la cuenca del Río de la Plata, entre las clases populares de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo”, es la única expresión musical en el país en la Lista Representativa del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La tradición argentina y uruguaya del tango, hoy conocida en el mundo entero, nació en la cuenca del Río de la Plata, entre las clases populares de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo.

En esta región, donde se mezclan los emigrantes europeos, los descendientes de esclavos africanos y los nativos (criollos), se produjo una amalgama de costumbres, creencias y ritos que se transformó en una identidad cultural específica.

Entre las expresiones más características de esa identidad figuran la música, la danza y la poesía del tango que son, a la vez, una encarnación y un vector de la diversidad y del diálogo cultural. Practicado en las milongas –salas de baile típicas– de Buenos Aires y Montevideo, el tango ha difundido el espíritu de su comunidad por el mundo entero, adaptándose a nuevos entornos y al paso del tiempo.

Esa comunidad comprende hoy músicos, bailarines profesionales y aficionados, coreógrafos, compositores, letristas y profesores que enseñan este arte y hacen descubrir los tesoros vivos nacionales que encarnan la cultura del tango.

El tango también está presente en las celebraciones del patrimonio nacional, tanto en Argentina como en Uruguay, lo cual muestra el vasto alcance de esta música popular urbana.
 
FILETE PORTEÑO



El fileteado porteño es un arte decorativo y popular nacido a principios del siglo XX en la ciudad de Buenos Aires.

Tuvo su origen en las fábricas de carros, donde los primeros pintores, crearon un estilo que desafortunadamente no fue documentado en sus inicios ni tampoco en su posterior desarrollo. Por ello, la historia del fileteado está basada en la recopilación de testimonios de los maestros de este oficio.

Al igual que en el tango, no hay un primer artista ni una fecha exacta que permitan determinar con exactitud el inicio de esta práctica, mas los testimonios coinciden en que fueron tres inmigrantes italianos los que desarrollaron casi contemporáneamente el filete al inicio del novecientos: Cecilio Pascarella, Vicente Brunetti y Salvador Venturo, quienes posteriormente tuvieron como primeros continuadores a sus propios hijos.

Según Alfredo Brunetti, fue su padre don Vicente quien inició este oficio cuando aplicó un color intenso sobre el color gris municipal que caracterizaba los carros porteños. Miguel Venturo, hijo de Salvador, fue quien incorporó la mayoría de los motivos que conforman el repertorio típico del fileteado. Flores, volutas, hojas de acanto, cintas argentinas, bolitas y líneas muy estilizadas se van combinando con escenas y frases. Otras características del fileteado son los colores vivos que se utilizan, los contrastes que generan una falsa sensación de volumen, la sobrecarga del espacio, la simetría y la conceptualización simbólica de elementos.

La ornamentación remitía mayormente al estilo neoclásico o gruttesco, que era copiada de diferentes elementos decorativos de la época, como rejas, frentes arquitectónicos, vidrios decorativos, etc y esto se evidencia en el recurrente uso de la espiral. Los temas preferidos eran retratos de iconos populares, (Carlos Gardel y la Virgen de Luján) paisajes de campo, y frases acuñadas por la sabiduría popular, que alguna vez Jorge Luis Borges supo definir acertadamente como “costados sentenciosos”. Consecuencia de ello es que el fileteado se realizaba no solamente con fines estéticos, sino también como manifestación de los valores socioculturales del hombre de Buenos Aires.



Posteriormente el fileteado adaptó sus formas a los camiones y a los colectivos (autobuses urbanos), pero este colorido pasó inadvertido para la gran mayoría de los porteños. Por otra parte, el fileteado nunca fue valorado entre teóricos y críticos de arte, y la primera exposición que se hizo de esta disciplina tuvo lugar recién en 1970, gracias a una paciente recopilación de trabajos hechos por Nicolás Rubió y Esther Barugel.

Sin embargo, poco después, comienza la desaparición del fileteado en los vehículos debido principalmente a una ley nacional de 1975 que prohibía filetear los colectivos en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires. (ordenanza SETOP nº 1606/75) A partir de ese momento, algunos fileteadores comenzaron a pintar carteles, vitrinas y objetos con lo cual el fileteado se desprendió del soporte original, los vehículos, adquiriendo una nueva e impensada autonomía.

En los últimos años, el fileteado se ha convertido en la imágen característica de Buenos Aires, y de la Argentina por extensión, constituyendo un producto cultural de fuerte identidad local, como el tango. En la actualidad, es muy utilizado en diseño gráfico, publicidad, indumentaria, bodypainting y tattoo. El 1º de diciembre de 2015 el fileteado es declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.