Corrientes, miercoles 24 de abril de 2024

Opinión Corrientes

Maradona y la distopía, por José Miguel Bonet

25-11-2020
COMPARTIR     
Los sueños de la utopía se han realizado en su mayor parte, pero con un espíritu muy
distinto a cómo fueron concebidos; lo que para la utopía era perfección, para nosotros
resultó tara; sus quimeras son nuestras desgracias. El tipo de sociedad que la utopía imagina con un tono lírico, nos parece intolerable... Tan enormes elucubraciones demuestran, o debilidad mental o mal gusto -Mill y Ciorán.



Diego Maradona fue un monumental jugador de fútbol. La fama justificada no da títulos, ni derechos, ni conocimientos para opinar con absoluta certeza acerca de casi todo y al mismo tiempo desautorizar a todo aquel que no esté de acuerdo con sus ideas. En Argentina, mientras avergonzaba a algunos, hacía gritar de entusiasmo a muchos más. Creían, orgullosos, que unidos al " ídolo" todo el mundo "se la chupaba". En realidad, el que se ha chupado todo, desde alcohol hasta cocaína, ha sido Maradona. Nadie lo acusa ni lo maltrata por su triste enfermedad. Solo se trata de señalar su soberbia desconsiderada, de carácter profundamente narcisista, militante misógino base de sus penosas afecciones del alma, metáfora de la patología crónica de un país, a quien seguia deleitando en el día a día con actitudes patriarcales ,con sus amores y que los programas lo reproducen como si fueran ejemplares metáforas de Gandhi.

El endiosamiento de seres Ídolos-Dioses a los que no debe criticarse, intocables seres sin errores, lleva al fracaso reiterativo y doloroso que arrastra a millones de argentinos al sufrimiento. El granero del mundo mientras tanto se va convirtiendo en un país lleno además de granos de pústulas creadas por el sistema: fracaso, pobreza, desnutrición, inseguridad, criminalidad, destrucción de las instituciones desprecio a los principios de la república, destrucción de la educación y llegamos entonces a que la fantasía de ser un pueblo "protegido" por los Dioses cae en una triste y ridícula realidad.

Las sociedades propensas a alimentar estas ilusiones, caen en la seducción hipnótica de líderes de estas características. Son sociedades cerradas, como dice Karl Popper, con un fuerte carácter autoritario, convicciones inamovibles y preponderancia al pensamiento mágico. Hoy un gran mago Argentino se ha hecho inmortal.