16 años después de los hechos, y con acusados ya fuera del banquillo, inició hoy el juicio por los graves hechos de violencia institucional que terminaron con la vida del referente social del barrio Quinta Ferre, Ramón Arce, en 2004. Organizaciones y movimientos se manifiestaron en reclamo de Justicia. "Ojala el caso Moncho Arce, sea la bandera para una armonía entre la Justica y la sociedad", dice a momarandu.com su hijo, Rolando Arce.
Este martes 10 de noviembre comenzó el juicio a los acusados de los graves hechos de violencia institucional que terminaron con la vida del referente social del barrio Quinta Ferre, Ramón Arce, en la Navidad del 2004.
La audiencia se abre 16 años después de los hechos, con acusados fuera del banquillo.
Familiares de Ramón Arce, organizaciones de DDHH, movimientos sociales y políticos se concentraron esta mañana en Plaza Vera de la Ciudad de Corrientes y se movilizaron hasta el recinto que trata la causa, para acompañar y manifestar el pedido de Justicia para Ramón Arce.
"Estamos con todas las fuerzas, y queremos aprovechar esta oportunidad, más allá de que la carátula sea leve con el castigo, pero vamos a dejar todo para lograr algo imposible", dijo en contacto con momarandu.com Rolando Arce, hijo de Ramón Arce, desde dentro del tribunal.
"Con mucha fe... ojalá el caso Moncho Arce, sea la bandera para una armonía entre la Justica y la sociedad, y se termine esa brecha y volvamos a creer en nuestra justicia correntina", señaló.
En 2008, el Juzgado de Instrucción Nº2 de Corrientes sentenció a los suboficiales de la PAR Ramírez y Basualdo a dos años de prisión en suspenso, a cuatro de inhabilitación policial, y a indemnizar con 10 mil pesos a la familia querellante y ordenó remitir las actas al Juzgado Nº6 para investigar delitos de acción pública.
Condenados sólo por los dos cargos restantes, los suboficiales debieron también fijar residencia por cuatro años, someterse al cuidado del Patronato de Liberados y Procesados, y realizar ocho horas mensuales tareas comunitarias en la Fundación Virgen de Luján.
En ese mismo acto, el Tribunal absolvió a los oficiales de delitos por lesiones leves calificadas a Nancy Arce, durante el operativo en el Barrio Quinta Ferré, esa noche del que resultó muerto Ramón Arce.
Las pericias ese año arrojaron 18 impactos en el interior de la vivienda, en el dormitorio de Arce, de proyectiles que pertenecían a la fuerza policial.
En aquella audiencia, la querella y la fiscalía habían pedido al Tribunal que condene con 4 años de reclusión a los dos policías acusados, que impute a otros tres miembros del PAR y que investigue e inculpe a los altos mandos.
Ramóm Baltazar Arce, "Monchito" Arce, era un reconocido dirigente vecinal, responsable del comedor infantil "Caritas sucias", donde sábados, domingos y feriados asistía la alimentación de un centenar de niños de una populosa barrida humilde al norte de la ciudad de Corrientes.
EL HECHO
El homicidio se produjo en la Navidad de 2004, poco después de las 3 de la mañana, cuando irrumpieron en su domicilio decenas de efectivos de la comisaría Undécima, de la Patrulla Motorizada, de la Policía de Alto Riesgo (PAR), de la Dirección de Seguridad Metropolitana y de la División de Investigaciones Criminales (DIC), EX- Brigada de Investigaciones.
La resistencia vecinal motivó que no menos de 15 unidades móviles, y 60 efectivos de la patrulla motorizada, del P.AR. y de la Metropolitana rodearan la calle de la vivienda de Arce, que se había refugiado allí con sus hijos menores y sus nietos, entre 1 y 13 años, y las mujeres de su familia.
Moncho Arce fue salvajemente golpeado, pateado y pisado entre cuatro efectivos y arrojado en la parte de atrás de una camioneta del Grupo P.A.R, donde, según los vecinos, siguió recibiendo golpes y pisotones.
De este móvil, unas dos o tres cuadras más adelante, fue traspasado a un móvil de la Comisaría 11, adonde permaneció detenido hasta que debió ser trasladado al Hospital Llano, donde habría ingresado ya sin vida.
Por su responsabilidad sobre el operativo llevaron a reclamar a la familia Arce, que sean procesados el entonces comisario Juan Ramón Verón, jefe de día Dirección General Seguridad y Prevención del Delito, y el entonces comisario José Antonio Vallejos, jefe del PAR.
Los funcionarios policiales imputados y procesados, Ramón Rolando Basualdo y Carlos Ramírez, lo fueron por lesiones leves, homicidio preterintencional, incumplimiento de deberes de funcionario público y allanamiento de morada sin orden. Carlos Ariel Alcaráz fue imputado por homicidio preterintencional, incumplimiento de deberes de funcionario público, y allanamiento de morada sin orden.
