Corrientes, jueves 25 de abril de 2024

Opinión Corrientes

Quién se robó tu soberanía...patria mía, por Roberto Salazar

24-09-2020
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Foto ilustrativa

Se metió en el bolsillo el "vellocino de oro" de los argentinos y anda desparramando tufo por todo occidente, para colmo de males, transporta el virus histórico de la cofradía mal acostumbrada a amarrarse a lo ajeno, mostrando un arquetipo al que se le reconoce ser astilla del mismo palo, investido de un linaje importado, a pesar de mostrar una devaluada imagen referencial para representar al neoliberalismo del siglo XXI.

Sin dudas el mérito que se le adjudica es haber logrado su “coronación”, merced el apoyo del “populismo plebeyo” que lo empoderó en tiempo de demos-gracia, aunque hoy sufre “el destierro” político impuesto por sus propios pares que lo consideren un “rebelde way” increíble, que intenta perpetuar su efímero liderazgo sin lograrlo, y para colmo de males no percibe que camina por los estrechos laberintos de fuga, que el sistema habilita a los plutócratas desmembrado del poder que sufren el abandono de sus cómplices de aventura, porque éstos le soltaron la mano, dejándolo sin amarre para la supervivencia política.

LA VIDA TE DA SORPRESAS, SORPRESAS TE DA LA VIDA
A ciencia cierta, la imaginación popular se vio desbordada por la increíble aparición surrealista de “Miau-rico” en la vida política de los argentinos, quien apoyándose en el “círculo rojo” orbital de la ciudadela porteña, conquistó el “sumun” del poder sentando su “humanidad” en el sillón de Rivadavia.

Sin dudas, la ingenuidad de pensar que lo imposible y el mañana no existe, nos hizo chocar la realidad, -como dice Cervantes “cosas veredes Sancho que non crederes”-, poniéndonos de espaldas para terminar con nuestra inocente soberbia de pensar y dar sentado que la política es “cosa seria”, sin advertir que en ella convive la marioneta infiel que te deja “de la cuarta al pértigo” en un “abrir y cerrar de ojos”, haciéndote pasar de la felicidad al espanto sin pedir permiso, y del goce al absurdo colocándote en las antípodas del deseo, sobre todo cuando la suerte te juega una mala pasada, y para colmo de males , comete el error histórico de colocar el “anillo del poder” al émulo del “hijo pródigo” al son de bombos y platillos, y el sonar de maracas mediáticas que cumpliendo el rol asignado de sus mandantes, “chamuyan” al oído “el canto de sirena” neoliberal, para sumar voluntades capaces de contagiar las promesas mentidas con su letal “infectadura”, que al final se comprueba que la historia es solo un cuento vil, que segrega a sus propios adeptos expulsándolos a vivir en la marginalidad alejados del festín.

LA CONSECUENCIA DEL ENGAÑO
Una cosa es cierta y no debemos ignorarla, “los que no tienen cabeza para pensar, deben tener lomo para aguantar”, por rústica que parezca esta frase, es creíble porque lo avala la experiencia, y son los “hechos los que mandan” y “el cuero el que lo sufre”. En éste devenir , el “avant premier” de la noticia la ofrecen los responsables de sancionar conductas administrando justicia, que en el aquí ahora posan su mirada sobre el “alfil” del PRO, que a su regreso de “Uropa” sufre el encierro preventivo obligatorio, aunque según las “malas lenguas” encartadas en la denuncia, lo acusan de ser un violador serial de la cuarentena, porque recibe en su “cotorro residencial Los Abrojos” a sus acólitos dispuestos a “soltar la lengua”, regresando al medio social transformados en mensajeros o “corre ve y dile” del “ex premier”, con el agravante que no son “políticamente” hisopados, lo que da cuenta, que poco les importa cumplir las normas protocolares de prevención, ni decir la verdad, son “astillas del mismo palo”, que en la emergencia concurren al encuentro ofreciendo “una mano amiga” solidaria para sacar del aislamiento al refugiado, y ayudarlo a superar la angustia generada por la orfandad política que la sufre como si fuera un reo patibulario.

El dato relevante se cierne sobre el ex presidente y las responsabilidades inherentes a su desempeño, que lo ubican en el “ojo de la tormenta” política y judicial, provocando el consiguiente descrédito político, que si bien corre por cuerda separada, guarda estrecha vinculación con las imputaciones de supuestos ilícitos que se le adjudican por acciones “non sancta” cometidas durante el ejercicio presidencial, que deberían “pasar por el cedazo”, sujetos a revisión de la autoridad judicial competente para lograr su esclarecimiento y sancionar eventuales dispendios que se reputen contrarios a la ley.

No obstante, corresponde señalar que algunos de sus colaboradores inmediatos han sido “convocados” a comparecer ante los estrados de la justicia penal.

Dicho lo anterior, pregunto, lo que muchos se preguntaran, si a los subordinados se los obliga a arrodillarse ante “la piedra filosofal” donde se imparte justicia, el ex jefe de Estado “que siempre usó buzo mariscador” en aguas políticas profundas ocultando las presas obtenidas, cuando será citado para responder a los interrogantes que lo inculpan adjudicándole responsabilidad penal, para poner “blanco sobre negro”, porque en él mientras tanto la duda que encubre la impunidad, va ganado la partida y obliga a indagar para transparentar la actuación de fiscales y jueces que cumplen conforme a derecho su función de administrar justicia, garantizando la plena vigencia del Estado de Derecho, y cuantos permanecen envueltos en una maraña de incertidumbre y obscuridad que les juega en contra de su propio crédito, favoreciendo la idea para que el imaginario popular haga suya la creencia que los jueces son “alfiles” subordinados del poder político, carentes de autodeterminación funcional e incapaces de superar por sí mismo, las injerencias de terceros encargados de inducirlos a prevaricar y cooptar su independencia interfiriendo sus decisiones.

TODO TIENE QUE VER CON TODO
Es cierto que no todo tiempo es igual ni todo lo que “brilla es oro” sobre todo cuando las dictaduras suprimen la democracia, pero si en libertad le “sacas el cuerpo” a tu responsabilidad, y te acoplas a la inconciencia que abruma el discernimiento, aceptando y concediendo el “perdón” indulgente a los “merenderos financieros” que se apropian de nuestra economía, “dejándonos en pampa y la vía” , es porque simplemente cambiaste de bando, o te encegueció el “vil metal” que ostentan los “magos” financieros del “circo vip” argentino, que en un pase de magia hacen “derretir la moneda”, y “si te he visto no me acuerdo”, porque nunca dicen en que la convirtieron o invirtieron, o donde la llevaron, ni quien se apoderó de lo nuestro.

Desde el último tercio del siglo XIX teniendo a Martínez de Hoz –dictadura mediante- de sponsor de la economía neoliberal, los grupos del “patriciado oligárquico” se acostumbraron a practicar el “ocultismo” financiero, confabulándose por “izquierda” para que “los morlacos del otario” se los apropie la banda de la derecha, dejándonos “el muerto” de la dependencia a nuestro cargo colgándonos de la ganchera. Cualquier semejanza con la realidad heredada del “macricinismo”, no es pura coincidencia, porque es más de lo mismo, procurando esterilizar nuestra soberanía con la impronta neoliberal que ideológica y políticamente nos coloniza y subordina al capitalismo extranjero dominante, que “no ha perdido, ni el pelo ni la maña”.

La única verdad que te canta la precisa es la realidad, y es cruel cuando te dejan con “las manos vacías” y una deuda imposible de pagar varias veces millonaria, la que según dicen los auditores fue “disecada” en un “pasa mano” y le “piratearon” 86 mil millones de dólares que no se sabe quién se los llevó ni en que “paraíso fiscal” atesoran. Sin dudas, nos “hicieron pasar un elefante y un camello por el ojo de la cerradura”, y ¿no nos dimos cuenta? Como decir no te creo, sin embargo, saldaremos las cuentas pendientes poniendo el cuerpo, aunque “estemos más secos que lengua de loro”, porque como decía el “Viejo” y sabio Conductor del Peronismo: “Cuando un Pueblo se decide a la lucha, suele ser invencible”. Esta definición debería incorporarla a su saber, los opositores que gastan su energía soplando “los molinos de vientos” de la decadencia, tomando conciencia que “A éste país lo salvamos entre todos o no lo salva nadie”.