Corrientes, jueves 25 de abril de 2024

Cultura Corrientes
MITOS Y LEYENDAS GUARANÍES POR NUBE EDICIONES

Matías Gómez y las leyendas de la yerba mate, y de la caña con ruda en el Museo Vidal

22-09-2020
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Foto. Caá Yarí. Matías Gómez. Ilustración digital. 42 x 29,7 cm

Las leyendas de la yerba mate y de la caña con ruda renacen en la obra del artista visual Matías Gómez en la muestra online de Mitología Guaraní que expone el Museo Provincial de Bellas Artes de Corrientes Dr. J.R Vidal junto a Nube Ediciones.

Además de Matías Gómez, también participan en esta muestra Eugenio Led, Bibiana Romero, Kevin Mayore, Alexander Roa, Sol Flores, Carlos Vivas Diana Aguirre, Agustina Magalí Aguirre, Fabián Roldán, Emiliano Correa, Manuel Artigue, Sofía Di Pietro, Jorge Efrén Silva, Darío Ojeda, Gerardo Mansur y Marcos Billordo,.

La muestra puede apreciarse completa en https://museovidal.wixsite.com/corrientes/mitologia-guarani

LA LEYENDA DE LA YERBA MATE

Cuenta la leyenda que hace años una tribu que se asentaba cerca del arroyo Tabay, decide dejar este lugar para adentrarse en la profundidad del monte.

En el largo recorrido por el monte, un viejo indio, cansado, no podía seguir a su tribu, por lo que decidió abandonar su grupo y refugiarse en la soledad de la selva acompañado de su hermosa hija Yarîi.

Un día, al atardecer, un hombre -que no parecía ser originario de esas tierras- se acercó al hogar del anciano y su hija.

El anciano y su hija recibieron muy alegres al hombre, tanto que lo invitaron a quedarse y a compartir la cena con ellos. Esa noche el anciano y la bella Yarîi cocinaron a fuego lento un acutí, una sabrosa carne y tabú -el plato especial de fiesta de los guaraníes.

El hombre -que era un enviado de los dioses- recompensó a la familia por el cálido recibimiento y la compañía, haciendo brotar en la vera del arroyo Tabay, en medio de la soledad del monte, una nueva planta que sería la fiel compañera de largas horas de soledad y un motivo de unión entre amigos y familiares.

Al despedirse, el hombre -enviado de Tupá- nombró a Yarîi, Diosa protectora, y su padre custodio de la yerba mate, enseñándole a “zapecar” sus ramas al fuego y a preparar la amarga y exquisita infusión que se convertiría en bebida tradicional de toda la región.

LEYENDA DE LA CAÑA CON RUDA


Foto: La leyenda de la caña con ruda, por Matía Gómez. Ilustración digital. (42 x 29,7 cm.)

La tradición de la caña con ruda tiene origen en los guaraníes.

De acuerdo a los cronistas de Indias, en el mes de agosto de todos los años se producían grandes lluvias que, junto al frío estacional, provocaban enfermedades epidemiológicas que llegaban incluso a diezmar las aldeas.

Para combatir los males los nativos recurrían a sus karaís, chamanes que elaboraron un remedio consistente en mezclar hierbas con licores, del cual debía beberse un trago al comenzar la estación de las lluvias chaqueñas.

Originalmente, se utilizaban licores fabricados con chañar, patay, tunas o algarroba, a los que se les agregaba la contrayerba o hierbas medicinales.

Pero con la llegada de los europeos los componentes se "modernizaron" hasta como lo conocemos hoy en día.

Con la introducción del cultivo de caña para la fabricación de azúcar, en la época de la colonización española, se empezó a producir paralelamente el aguardiente de caña.

A esto se agrega la llegada de la ruda en América cuyas capacidades medicinales no pasaron desapercibidas utilizándose la ruda macho contra parásitos y malestares estomacales. También era usada para calmar el ardor y la irritación de picaduras de bichos y alimañas.

Luego, el imaginario guaraní fue adosando propiedades y virtudes tanto a la planta como a la bebida misma.

De allí, derivó una creencia popular que considera a la ruda como un conjuro contra la envidia ajena y la mala suerte, por lo tanto, la bebida es considerada para «espantar los males del invierno».

Según la tradición, cada día 1 de agosto al levantarse y en ayuna se toma tragos de caña con ruda (generalmente tres) para atraer la salud y la suerte y alejar los maleficios.

La fecha coincide con el Día de la Pachamama, celebrado en algunos países de América del Sur.