Tras un áspero debate la mayoría kirchnerista del Senado dio ingreso al pedido de un segundo acuerdo para los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia que entienden en la causa de corrupción con la obra pública denominada "de los cuadernos", a pesar de la advertencia de la oposición de que pocas horas antes había ingresado una orden judicial reclamando a la Cámara que se abstuviera de hacerlo.
La jueza contencioso administrativa María Alejandra Biotti comunicó al Senado que ambos camaristas habían planteado un amparo después de que el Consejo de la Magistratura y el Poder Ejecutivo resolvieran exigirles contar con un segundo acuerdo para ejercer sus cargos. Cuentan con acuerdo del Senado, pero originariamente fueron nombrados para un tribunal oral y en 2018 trasladados a la Sala I de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional de CABA por decreto.
Como existía la posibilidad de que el cuerpo tratara sobre tablas ambos acuerdos y los rechazara haciendo de hecho inefectivo el amparo y convirtiendo en abstracta la cuestión, la magistrada ordenó que suspendiese su trámite legislativo.
La cuestión generó fuerte polémica entre el oficialismo, que pedía que se diera ingreso a los pedidos del Ejecutivo, y la oposición que reclamaba no hacerlo porque significaría comenzar a tratarlo en abierto desacato a la justicia. A medida que ambas partes exponían sus posturas el clima se caldeó hasta el punto de que la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti terminó acusando a los opositores de "oportunismo lamentable" y de "necedad".
Abrió la discusión el oficialista Mario Páis que calificó la medida de la jueza de "abuso de poder y arbitrariedad de gravedad institucional". También de alzamiento contra la Constitución y la soberanía popular y de "liviandad".
El radical Luis Naidenoff, en tanto, advirtió que no debía darse ingreso al pedido de acuerdo en la sesión, porque ese hecho pondría en funcionamiento sus plazos de tratamiento según lo dispone el reglamento. Solicitó por lo tanto que no se lo leyera entre el resto de los asuntos entrados. Aseguró que hacerlo significaría "desobediencia" y que para evitar conflictos de poder debía la Cámara acatar el oficio recibido.
El presidente del bloque kirchnerista, José Mayans, zanjó el asunto anticipando que su sector daría entrada al pedido del Poder Ejecutivo y desoiría el de la jueza. "Nadie nos puede decir qué tenemos que hacer", sentenció. Los pedidos de acuerdo adquirieron por lo tanto estado parlamentario y pasaron a las comisiones de Acuerdos y Asuntos Constitucionales.
