“Creo que una reforma judicial, en este momento, con una ciudadanía inmovilizada es imprudente e ilegítima y alienta sospechas de búsqueda de impunidad” afirma Alejandro Katz consultado por momarandu.com sobre el proyecto reformista del Gobierno Nacional y el anticipo de cambios en la Corte Suprema. Expresa que una sociedad maniatada por la cuarentena hace inviable un debate como el propósito lo requiere
Katz, ensayista, traductor, editor y miembro del Club Político, también reflexionó sobre las posiciones claramente antagónicas que se observan en el país y frente a eso pregona como alternativa un acuerdo de amplio alcance para salir de una situación tan crítica como la de hoy
“La pretendida reforma judicial así como viene carece de legitimidad. No sé si algún día será legal, pero principio es ilegítima y clandestina” , afirma ante momarandu.com Alejandro Katz
“Explico qué quiero significar con ilegítimo. Así lo pone este contexto de emergencia sanitaria decretada por el gobierno que recorta libertades fundamentales, como las de circulación, trabajo y reunión, libertades todas imprescindibles para un debate amplio y democrático de una reforma de esa naturaleza”, señala.
“La reforma a uno de los tres Poderes del Estado- agrega- no puede ser el resultado de una negociación en comisiones de las Cámaras Legislativas o reducida al recinto de sesiones. Es un tema de enorme trascendencia, vital para la República, y sólo puede ser la resultante de un consenso muy amplio que no puede obtenerse sino como consecuencia de una deliberación pública, prolongada, intensa, robusta”
Ante esa carencia Katz sostiene que se vuelve cuestionable y “clandestino” el proyecto oficialista. “ Digo que es clandestino, porque aparece en momentos en que la ciudadano no se puede encontrar ni un café, ni relacionarse en una oficina ni reunirse en un salón de actos para la discusión de un asunto que es trascendental ”.
“Es justo decir, también, que no todo en el oficialismo es igual, hay sectores moderados que no están detrás de políticas de impunidad , y ojalá prevalezcan” agrega
-Usted menciona que no todo es igual ni en el oficialismo ni en la oposición
-Se observa una marcada polarización, sí, pero quizá se esté escuchando a los que gritan fuerte, y menos a los que en silencio trabajan por construir acuerdos. En las dos coaliciones principales hay mucha gente que trabaja conjuntamente para encontrar soluciones. No sé si lo conseguirán y si su propuesta será al final viable como alternativa a la crisis, pero están. Siempre ha habido halcones y palomas, pero la mayor parte de la sociedad, no acepta los halcones, sino al moderación el diálogo y el consenso. Y es lo que se ve en las votaciones. La sociedad no da a nadie la suma del poder público”
-“Lo que digo es que no hay solución para la crisis sin acuerdos básicos que comprometan a todos los actores políticos y sociales y no veo a oficialistas y opositores decididos a una convocatoria amplia, pero también digo que no pierdo las esperanzas porque nuestra clase política en situaciones difíciles ha sabido cohesionarse”, concluye.
