Corrientes, jueves 28 de marzo de 2024

Sociedad Mundo
GENOCIDO EUROPEO

Se cumplen 25 años de la matanza de Srebrenica

11-07-2020
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En esta imagen de archivo, Radovan Karadzic, líder de la República de Srpska (D), escucha al general Ratko Mladic (I), durante una reunión en Pale, Bosnia Y Herzegovina, el 5 de agosto de 1993. Ambos son los autores intelectuales y físicos de la matanza.

Esta población de Bosnia y Herzegovina fue testigo de cómo las fuerzas serbobosnias masacraron a más de 8.000 hombres y niños musulmanes en una zona que, teóricamente, estaba protegida por Naciones Unidas, en medio de la cruenta guerra civil que asoló a este país europeo entre 1992 y 1995.

Europa rememora lo que fue uno de los peores episodios en su historia contemporánea, la matanza de Srebrenica. Se cumplen 25 años desde que esta población bosnia sufriese un genocidio posterior a la Segunda Guerra Mundial. El 11 de julio de 1995, en plena guerra civil bosnia, más de 8.000 hombres y niños musulmanes bosnios fueron asesinados por serbobosnios en una zona hipotéticamente protegida por Naciones Unidas.

Este episodio fue el más sangriento de una guerra que se extendió en este país del este de Europa entre 1992 y 1995. Tras su independencia de Yugoslavia en 1991, Bosnia se vio envuelta en una serie de conflictos étnicos encarnizados entre su población musulmana, croata y serbobosnia.

Estos tres grupos se disputaron la hegemonía y el control del nuevo estado, y para ello se perpetraron operaciones sistemáticas de limpieza étnica en las poblaciones que según entendían, debían estar bajo su administración. La convivencia entre estos tres pueblos se había desarrollado prácticamente sin conflictos durante décadas, pero esta contienda hizo que las atrocidades bélicas llegasen a un extremo que no se veía desde 1945 en Europa.

En pleno contexto bélico en Bosnia, las fuerzas serbobosnias de la autoproclamada República de Sprska, que pretendía controlar territorios fronterizos de Bosnia y anexionarse a Serbia, sitió la población de Srebrenica. Este lugar había sido declarado en 1993 como “sitio seguro” por la ONU e hizo que miles de refugiados bosniacos -ciudadanos bosnios de religión musulmana-, se protegiesen ahí.

Esta población industrial había sido el ejemplo de la diversidad y la convivencia de las dos etnias durante décadas, pero, en ese momento, era un objetivo prioritario de limpieza étnica para las fuerzas serbobosnias, que consideraban que el territorio les pertenecía históricamente.

Es por lo que el general Ratko Mladic, bajo las órdenes del líder político serbobosnio, Radovan Karadzik, comenzaron su ataque contra las más de 30.000 personas hacinadas en el enclave de la ONU. La pasividad de los cascos azules holandeses destinados en la zona fue total y no protegieron a los refugiados en ningún momento, llegando a negarles el acceso a su cuartel durante la ofensiva.

En esta imagen de archivo, Radovan Karadzic, líder de la República de Srpska (D), escucha al general Ratko Mladic (I), durante una reunión en Pale, Bosnia Y Herzegovina, el 5 de agosto de 1993. Ambos son los autores intelectuales y físicos de la matanza. © Stringer vía EFE
Tras una serie de bombardeos, Mladic, se hizo con el control de Srebrenica y separó a los hombres de las mujeres, prometiendo no hacerles daño. Durante los sucesivos días, sus tropas ejecutaron a una parte importante de los prisioneros varones y violaron a un gran número de las mujeres que había en la zona.

El horror de lo reportado impactó a la comunidad internacional, que bajo el amparo de la OTAN intensificó los bombardeos contra los serbobosnios y forzaron que las partes implicadas en el conflicto se sentasen en una mesa de paz. Los acuerdos de Dayton de 1995 configuraron una Bosnia confederada en tres regiones étnicas diferenciadas para serbios, croatas y musulmanes. Finalmente, Srebrenica quedó bajo tutela serbobosnia.

Acusación de genocidio, pero sin reparación total

Lo vivido en los diferentes episodios cometidos durante las guerras de los herederos de la Antigua Yugoslavia, hicieron que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas crease el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia, que emitió numerosas condenas contra diferentes personajes políticos y militares de los diferentes países y etnias que componían esta extinta nación.

Srebrenica fue el único acontecimiento tildado de genocidio durante este conflicto. Este calificativo se dio porque se pudo probar que se intentó terminar total o parcialmente con una población por el mero hecho de existir. En este caso la población bosniaca. Aunque los bosniacos aseguraron que hubo más genocidios contra su etnia en la contienda.

El general Ratko Mladic y el político Radovan Karadzic fueron sentenciados a cadena perpetua por el Tribunal Penal para la Antigua Yugoslavia, que fue el precedente de la actual Corte Penal Internacional de La Haya. En este tribunal se condenaron a personajes implicados, pero nunca se condenó a Naciones Unidas por su responsabilidad indirecta.

La reparación a las víctimas y sus familiares tampoco ha sido completa. 25 años después de la masacre, todavía sigue habiendo cientos de desaparecidos y muchas familias sin respuestas. Las tropas serbobosnias realizaron fosas comunes donde enterraron los cadáveres para evitar mayores represalias de la comunidad internacional.

Los autores intelectuales y físicos de la matanza jamás se arrepintieron por haberla perpetrado. Consideraban que la eliminación de los musulmanes en Bosnia era necesaria y, a pesar de las condenas emitidas por el Tribunal, siguen siendo glorificados por miles de personas.

La República de Sprska, que ahora es una entidad federal de Bosnia y Herzegovina, niega que lo sucedido en Srebrenica fuese genocidio y considera ilegitimo al tribunal que así lo dictaminó.

Desde las autoridades serbias más conservadoras se tiene la creencia que se ha magnificado todo lo acontecido durante las guerras yugoslavas en su contra y que, las masacres cometidas contra la población serbia no han sido recordadas ni reparadas.

Milorad Dodik, presidente de la República de Srpska, entre 2010 y 2018, calificó este genocidio como la “mayor mentira del siglo XX”, cree que Mladic es un “héroe” y asegura que “muchos del listado de víctimas murieron en combate o están vivas”.

El negacionismo de lo ocurrido se perpetra, 25 años después, en el lado serbobosnio y el serbio. Un problema que hace que muchas de las heridas del peor conflicto europeo de la segunda mitad del siglo pasado sigan abiertas. Estas posturas hacen que Serbia o Bosnia y Herzegovina estén cada vez más lejos de encarar su proceso de entrada a la Unión Europea, y que los partidos ultranacionalistas sean la tónica política dominante en la zona.

Con EFE, Reuters, AP y medios locales