Al menos 34 presos se escaparon este domingo de una cárcel brasileña con problemas de hacinamiento y ubicada cerca de Foz de Iguazú, en la Triple Frontera con la Argentina y Paraguay.
La fuga de los internos, 31 hombres y tres mujeres, ocurrió durante madrugada en la prisión pública de Medianeira, en el estado sureño de Paraná.
Según los primeros datos policiales, los reclusos “contaron con ayuda externa para romper los candados de las puertas” del centro penitenciario y escapar.
La cárcel cuenta con una capacidad para 55 presos, pero tenía una población en ese momento de 111, según un funcionario de la cárcel citado por medios locales y que prefirió no ser identificado.
Agentes de la Policía Militar de Foz de Iguazú realizaban búsquedas en la región y hasta esta tarde habían recapturado a uno de los presos fugados.
El sistema penitenciario brasileño es considerado por organizaciones internacionales como uno de los “peores” y “más inhumanos” del mundo a raíz de sus malas condiciones de encierro, las rebeliones constantes y el poder de las bandas criminales.
El avance de la pandemia del coronavirus en el país, que deja ya casi 1,6 millones de casos confirmados y más de 64.000 fallecidos en todo el país, agudizó esa situación en las cárceles.
El Departamento Penitenciario Nacional (Depen), organismo estatal responsable por una población carcelaria de unas 750.000 personas, contabiliza alrededor de 4.900 contagios y 62 muertos en las prisiones de todo Brasil, según el último balance oficial. En tanto, hay otros 1.146 casos considerados sospechosos a la espera de los resultados de los análisis.
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