Corrientes, sábado 20 de abril de 2024

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Autopsia sobre cuerpo de Floyd revela que además padeció COVID-19

04-06-2020
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La causa oficial de muerte, señala el informe, fue el accidente cardiopulmonar que sufrió mientras era retenido por la policía. La pericia dictaminó homicidio.

George Floyd, cuyo asesinato a manos de la policía de Minneapolis provocó una protesta mundial por los prejuicios raciales de las fuerzas del orden de los Estados Unidos, dio positivo en la prueba del coronavirus, según mostró su autopsia, pero la infección no figuraba como factor de su muerte.

La causa oficial de la muerte, según el informe completo de 20 páginas hecho público el miércoles por la Oficina del Examinador Médico del Condado de Hennepin, fue un accidente cardiopulmonar mientras Floyd estaba siendo retenido por la policía que lo tomó en custodia el 25 de mayo.

El forense dictaminó que la forma de la muerte fue un homicidio. Desde entonces, cuatro agentes de policía despedidos de sus puestos de trabajo por su papel en el incidente, que fue capturado en el vídeo del teléfono móvil de un transeúnte, están detenidos por cargos penales, uno de ellos acusado de asesinato.

En el vídeo se veía a un agente de la policía utilizando su rodilla para presionar el cuello de Floyd en la calle durante casi nueve minutos, mientras que la víctima de 46 años jadeaba pidiendo aire y gemía repetidamente: “por favor, no puedo respirar”. Floyd fue declarado muerto en un hospital poco tiempo después.

El video se hizo viral en Internet, iniciando nueve días de protestas y conflictos civiles en todo el país. Los manifestantes también han tomado las calles en el extranjero, desde Alemania hasta Nueva Zelanda.

La autopsia, al enumerar el accidente cardiopulmonar como la causa de la muerte de Floyd, también citó “complicar la aplicación de la ley de manera subjetiva, la restricción y la compresión del cuello”.

En el informe se enumeraban varios factores adicionales como “condiciones importantes” que contribuían a la muerte de Floyd, entre ellos las enfermedades cardíacas, la hipertensión arterial y la intoxicación por el potente opiáceo fentanilo, así como el reciente consumo de metanfetamina.

En el informe se señalaba además que una muestra de hisopo nasal recogida en el cuerpo de Floyd había dado positivo en la prueba de COVID-19, y que Floyd también había dado positivo el 3 de abril, casi ocho semanas antes de su muerte.

El jefe médico forense del condado, el Dr. Andrew Baker, concluyó que el resultado de la prueba post mortem “refleja muy probablemente una positividad asintomática pero persistente… de una infección previa”. No había ninguna indicación en el informe de la autopsia de que el coronavirus jugara ningún papel en la muerte de Floyd.

El Dr. Michael Baden, uno de los dos médicos forenses que realizaron una autopsia privada para la familia de Floyd, dijo al New York Times que los funcionarios del condado nunca le dijeron a él, ni al director de la funeraria, que Floyd había dado positivo en la prueba de COVID-19.

 Fuentes: NyT, Ir y agencias.