Foto: Juergistas de la escuela de samba "Dragoes da Real" bailan durante la primera noche de Carnaval en el Sambadrómo en Sao Paulo, Brasil, el 22 de febrero de 2020.
Carrozas trabajadas durante todo el año, asistentes de todo el mundo, músicas tradicionales y el disfrute y la vida en el centro. Arrancaron los carnavales y, en América Latina, están algunos de los principales de todo el mundo. Una pincelada de arte y de color, en el que las energías del día a día se dedican al goce.
Antes de la cuaresma cristiana, en todo el mundo, se celebra una fiesta pagana que, en su orígen se dedicaba a Bacio, el dios romano del vino, las saturnales y las lupercales romanas. Los españoles y portugueses llevaron a América esta tradición, que en el continente han sabido perfeccionar hasta crear los carnavales más importantes del mundo.
El de Río de Janeiro en Brasil, el de Barranquilla en Colombia, el de Oruro en Bolivia o el de Montevideo en Uruguay son algunos de los principales carnavales del continente, que atraen a millones de asistentes, mostrando al mundo carrozas construidas durante todo el año, además de danzas tradicionales, que ya son internacionales, como la samba o la salsa.
Con los lemas de "Que la vida es un carnaval...", de la artista cubana Celia Cruz y hasta el "¡Quien lo vive es quién lo goza!" que se suele decir en Barranquilla, se trata de una de las fiestas más alegres del planeta.
