Corrientes, viernes 29 de marzo de 2024

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LEGISLACIÓN COMPLETA

Parlamento portugués aprueba despenalizar la eutanasia

21-02-2020
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Foto: Imagen de la sesión parlamentaria en la que fue aprobada la despenalización de la eutanasia, en Lisboa, Portugal, el 20 de febrero de 2020.

El Parlamento portugués aprobó la legislación que permite morir por eutanasia o suicidio asistido cuando la persona se encuentre en una situación de sufrimiento "duradero e insoportable". La votación se produjo en un contexto de apoyo social, aunque también existen grandes detractores entre los sectores más conservadores. Portugal se convierte en el octavo país del mundo en legislar por una muerte digna.

El Parlamento aprobó este jueves 20 de febrero cinco proyectos de ley presentados por el gobernante Partido Socialista, el marxista Bloco de Esquerda, la fuerza animalista PAN y la ecologista PEV, además de Iniciativa Liberal. Ahora la ley debe queda a consideración del presidente de Portugal y de la decisión final del Tribunal Constitucional.

Las cinco propuestas coinciden en lo básico: el solicitante, para morir, tendrá que ser mayor de edad, no tener problemas mentales y encontrarse en una situación de sufrimiento "duradero e insoportable" con enfermedad o lesión incurable y fatal. Además, la aplicación de la eutanasia exigirá la corroboración por parte del paciente hasta en cuatro ocasiones, el seguimiento del proceso por parte de una comisión médico-jurídica y el derecho a la objeción de conciencia por parte de los profesionales de la salud. Los diferentes matices de cada una de las cinco propuestas deberán tratarse en una comisión, de la que derivará un texto final que se votará en unas semanas.

Esta es la segunda vez que el Parlamento portugués vota sobre el derecho a la muerte. En 2018 la ley de eutanasia fue rechazada en una votación resuelta por una diferencia de cinco votos. Sin embargo, con la nueva composición de la Cámara, resultante después de las elecciones de octubre de 2019, fue aprobado un reclamo que tiene apoyo entre los portugueses, pero que, al mismo tiempo, despierta polémica; como se demostró en la marcha contra la eutanasia que tuvo lugar este jueves frente al Parlamento y a la que acudieron medio millar de personas.

Según una reciente encuesta del Instituto Universitario Egaz Moniz, el 50,5% de los portugueses es favorable a la eutanasia, el 25,6% contrario, y el resto, un 23,9%, está indeciso. Hasta hoy, las personas que ayudaban a otros a morir se enfrentaban a penas de entre uno y ocho años de cárcel.

En la eutanasia, el médico toma un papel activo a la hora de poner fin la vida de una persona; mientras que en el suicidio asistido el doctor entrega una substancia letal para que el paciente se la autoadministre.

La decisión del Parlamento fue celebrada por los partidos pro-eutanasia. Catarina Martins, líder del Bloque de Izquierda, declaró que "se trata de una jornada histórica. Un gran día para la democracia".

Sin embargo, este tipo de leyes generan contradicciones. El Partido Comunista votó en contra porque considera que "un país no puede crear instrumentos legales para ayudar a morir cuando no garantiza medios para ayudar a vivir". Unas declaraciones que recibieron el apoyo del democristiano CDS, mientras que el ultraderechista de la Chega, André Ventura, relacionó la eutanasia con Adolf Hitler, ya que aseguró que en 1939 los nazis firmaron un decreto que despenalizaba la eutanasia en Alemania.

Por otro lado, teniendo en cuenta que los partidos mayoritarios dejaron que sus diputados pudieran ejercer la libertad de voto, el líder de la oposición del PSD, Rui Rio, votó a favor de la medida.

El fenómeno de Portugal confirmó una tendencia mundial en favor de la eutanasia que comenzó en la década de los 90. La primera muerte asistida de la historia tuvo lugar en Australia en 1995, en el Territorio del Norte, después de que se aprobase una ley que llegó a permitir cuatro eutanasias, antes de que el Parlamento Federal revocase la norma. En 2017 el Estado de Victoria aprobó una ley que permite el suicidio asistido, así como la eutanasia.

Después de Australia vino Colombia, donde tras un fallo del Tribunal Constitucional en 1996, se dictaminó que el Estado "no puede oponerse a la decisión del individuo que no desea seguir viviendo y solicita que le ayuden a morir". Un fallo que no se convirtió en ley sino hasta 2015.

En 2002, Bélgica aprobó la eutanasia junto a una ley de cuidados paliativos y otra sobre derechos de los pacientes. El requisito indispensable para poner fin a la vida de forma asistida es un sufrimiento físico o mental insoportable.

También en sus vecinos de Luxemburgo y Países Bajos hay legislación al respecto. En ambos Estados está permitida tanto la eutanasia como el suicidio asistido.

Otro país europeo que permite este tipo de colaboración final es Suiza, donde, sin embargo, es delito la eutanasia.

Por su parte, Canadá legisló sobre la eutanasia a instancias del Tribunal Supremo en 2016, mientras que en Estados Unidos hay 10 Estados que cuentan con leyes de suicidio asistido, a la espera de que otros 19 Estados aprueben leyes sobre la materia.

Y la lista continuará: el Congreso de España dio luz verde la pasada semana a una proposición de ley sobre la eutanasia, mientras que Nueva Zelanda votará sobre la cuestión en un referendo el próximo año.

Fuente: France 24 y EFE