Corrientes, viernes 29 de marzo de 2024

Cultura Corrientes
JUAN FRANCISCO “JUANCITO” GÜENAGA CON MOMARANDU.COM

Juancito Güenaga: “Nuestra cultura nos lleva a superarnos y a esmerarnos, día a día”

28-01-2020
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Foto: Juan Francisco Guenaga, en la 30º Fiesta Nacional del Chamamé.

(Por Facundo Sagardoy para momarandu.com) “Esto viene de los paisanos del campo. Y el paisano de campo, como el chamamé, estuvo muchas veces supeditado a la orilla, como el tango, era música de extramuros”, recuerda entrevistado por momarandu.com Juan Francisco Güenaga, al bajar del escenario Osvaldo Sosa Cordero en la 30º Fiesta Nacional del Chamamé celebrado cultor de chamamé. 

“Gracias a Dios, con los Montiel, con los Cocomarola, con los Hermanos Barrios, con los Tarragó, con los Barboza, primero con Valenzuela y Chamorro, hemos llegado a que el Chamamé esté en el Teatro Vera y en el Teatro Colón”, dice Güenaga a momarandu.com ya en la carpa de prensa Pocho Roch, minutos luego de recibir el aplauso de más de diez mil personas reunidas en el Anfiteatro Mario del Tránsito Cocomarola.

Con la luz de Tarragó Ros, Isaco Abitbol, Ernesto Montiel y Tránsito Cocomarola en su pecho, Juancito, paisano campero, maestro del folclore más amado en el litoral sudamericano, salió al escenario mayor de Corrientes para elevar la música, de su puño y letra, “Caraí Pacheco" y "Yaguarinconero", "Me llaman el Campiriño", de Heraclio Pérez y Pedro Antonio de Ciervi, "Jamás te podré olvidar", de Juan Carlos Moor, con Gisela Méndez Ribeiro, y "El Karãu", canción leyenda,“motivo popular”.

Juan Francisco Guenaga (hijo) nació en Curuzú Cuatiá el 19 de agosto de 1950. Vivió su niñez en la estancia San Gabriel, 2° Sección Rural, donde, entre labores y paisanos, llegó a sus manos su primera acordeón: "la problema".

Pero su vida daría un giro hacia el arte folclórico definitivamente tras su debut en 1968 junto a Secundino Ruiz, Jorge González, Gorgonio Ibarra y Ángel Gamarra, en la Escuela de Cazadores Correntinos.

Luego vendría el conjunto con Antonio Vera, Julio Vega Nikita Fonseca, Tony Gamarra, Celestino López y Raúl Ledesma.

A partir de los 80, su trayectoria artística experimenta un extraordinario crecimiento junto a Roque Cabrera y Cochelo López. “Tarragosero” de ley, su canción habría de pisar las más grandes fiestas y festivales folclóricos consagrados hasta la época.


Foto: Al subir y bajar del escenario, Guenaga fue destacado cultor de chamamé. 

Cultor de chamamé firme y seguro, la tradición de su aprecio inmaculado al arte que ha nacido de los grandes compositores y cantores en los suelos del litoral sudamericano quedaría inmortalizada desde su primer disco: "Sacale el Molde" (1986).

No obstante, su obra también incluye grabaciones de polcas y tangos como "Don Juan" o "el taita del barrio Don Juan", canción compuesta en 1898 por Ernesto Ponzio y Ricardo Podestá, grabada en 1910, "uno de los primeros y mejores tangos", según el célebre literato Jorge Luis Borges.

Hasta hoy, Juan Francisco Guenaga (hijo) ha grabado más de treinta discos, en los cuales pueden oírse más de cien de sus canciones . Amado en su tierra como ninguno, ha sido también el único cultor de este género nominado en Buenos Aires tres veces consecutivas a recibir un Premio “Carlos Gardel", la más importante consagración a la musica concedida en Argentina.

Entre sus discos cuentan: "A Curuzú Cuatiá" (1999), "Desde la Sucursal del Cielo" (2000), "Bienvenido maestro Juancito Güenaga" (2001), "35 años a todo Chamamé" (2003), "Por siempre Millán Medina" (2003), "Por siempre Millán Medina" (2006), "Mis 30 años con el chamamé" (2008), "Inconfundible" (2011), "Espectacular" (2012), “Tributo a Tarragó Ros” (2014), "Consagrados" (2015) e "Ídolos" (2016).

MOMARANDU.COM: Un gran maestro, Juan Guenaga ¿Cómo se sintió sobre el escenario?
-JUAN GüENAGA: En el escenario me sentí espectacular. Las puestas, el sonido, la escena, nos sentimos bárbaramente. ¡Qué vamos a ser después! No sé, porque esto es imparable, la Fiesta Nacional. Gracias a Dios ¡La cantidad de jóvenes! Vos salís, miras y ves ¡la cantidad de jóvenes que hay! Músicos, periodistas... gente que, de público, es impresionante. ¡Eso es muy bueno!¡Tenemos chamamé para rato!


Foto: Acordeón Güenaga. 

-M.: ¿Qué decir de las más de diez mil almas, casi todos jóvenes, adolescentes, que lo han aplaudido hasta el cansancio?
-JUAN GüENAGA: Me alegra mucho. Me alegra que la gente vaya y apoye estos eventos. La gente incluye a los hijos, los traen... y los hijos van apropiándose de esto. Está muy claro: no podés querer lo que no conocés. Entonces, cuando no había esta Fiesta, los jóvenes no conocían el chamamé como hoy, porque se tocaba el centro o en otros eventos. Ahora, tenemos la posibilidad de venir y los jóvenes nos ven. Ellos ven y escuchan y quieren ser como alguien, y eso es muy lindo. Nuestra cultura nos lleva a superarnos y a esmerarnos, día a día.

CHAMAMÉ, ALMA DEL PUEBLO QUE CANTA

-M.: Paisaje, naturaleza, costumbres, tradición, canto, danza y rezo. ¿Qué ha hecho que el chamamé sea hoy lo que es?
-JUAN GüENAGA: Nosotros no hacemos esto porque sí, no tocamos de esta manera porque la inventamos y ya, nosotros lo hacemos porque esta es nuestra manera de ser. Vos me llevás a un teatro, y nos vamos a cambiar, quizás, la vestimenta, pero no vamos a cambiar la forma de tocar nuestros instrumentos, no vamos a cambiar nuestra forma de ser. Nos llevás a un festival con treinta, cuarenta mil personas, y vamos a tocar lo mismo... Eso es lo que uno tiene adentro, el ámbito no te tiene que cambiar.


Foto: Durante su presentación en la 30ª Fiesta Nacional del Chamamé, Güenaga invitó al escenario a la cantante Gicela Mendez Ribeiro. 

-M.. Música del campo... en Brasil, el maestro Lucio Yanel también dice que el chamamé es el alma del pueblo manifestándose... ¿Qué opina?
-JUAN GüENAGA: Es el alma del pueblo. Así es. Esto no está en ningún libro, esto no está escrito. Esto es espontáneo, es así... es la manifestación del pueblo. Es así. Eso tenemos que entender... aquí el pueblo se manifiesta a través de su música y de su danza.

GÜENAGA, COSTUMBRE DE ANTEPASADOS

-M.: Bofill hace dos años en una entrevista en este medio recomendó a los jóvenes mirar bien a Guenaga porque en él también se manifiesta la costumbre del trabajo, que en sus prendas típicas Ud. expresa cómo ha hecho el campesino para dar vida a la tierra y a la música folclórica. 
-JUAN GüENAGA: Esta es la costumbre de nuestros antepasados, cuando los paisanos usaban lo mejor, sus mejores galas... y la corralera bordada, y todas estas cosas son las del paisano que se luce en las mejores bailantas, en las mejores jineteadas, y que también se lucía antaño, porque Tarragó Ros ya usaba esta vestimenta hace setenta años, ochenta, entonces, no es una cosa que nosotros inventamos.

“Esto viene de los paisanos del campo. Y el paisano de campo, como el chamamé, estuvo muchas veces supeditado a la orilla, como el tango, era música de extramuros, y, gracias a Dios, con los Montiel, con los Cocomarola, con los Hermanos Barrios, con los Tarragó, con los Barboza, primero con Valenzuela y Chamorro, hemos llegado a que el chamamé esté en el Teatro Vera y en el Teatro Colón”, afirma Güenaga.

“El chamamé es la manifestación pura del pueblo”, subraya.

CHAMAMÉ, UN TESORO DEL PUEBLO


Foto: Güenaga mira directo al público mientras miles se suman a un largo y profundo coro de sapucays. 

-M.: Bajo el escenario, su voz es muy esperada, pero este año no pudimos oírla. ¿Ha quedado algún mensaje por decir?
-JUAN GüENAGA: Ahora, uno ya empieza a ser el viejo que los viejos eran antes... Bofill, Coquimarola, Guenaga, Tarragocito, entonces, a la gente... yo le digo, que sigan apoyando esto, que sigan apoyando nuestra fiesta. Tenemos la suerte de que se hacen diez noches, y que han hecho una puesta para hacer diez noches, y que, con todo esto, es un éxito. No olviden que el chamamé representa a todo esto... a toda la gente pido que no se olvide que, si puede, debe ir a las bailantas. Ahora ya hay diez bailantas. Cuando esto comenzó sólo era en Puente Pexoa, pero se ha ido multiplicando, y cada vez va a ser mejor. Esperemos que también haya una bailanta de la Fiesta Nacional en Curuzú. Ahora no hay. Hay en Empedrado, hay en Paso de la Patria, hay en Caá Catí, hay en Riachuelo, en San Cosme... en muchos lugares. Sólo eso. El público que viene acá tiene que cuidar este tesoro que es el chamamé. Y gracias a momarandu, como siempre. ¡Hasta cualquier momento!