Foto ilustrativa
Avanza en la Legislatura de Corrientes un proyecto para solicitar al SENASA que intermedie con la provincia de Entre Ríos para que la hacienda que ingresa con garrapatas a esa provincia sea tratada en destino con el costo a cargo del remitente, en lugar de ser enviada de regreso por los altos costos de logística que implica. La hacienda correntina es la más afectada por la problemática.
Actualmente, la Comisión de Erradicación de la Fiebre Aftosa (CO.E.F.A.), ente de control de la provincia de Entre Ríos en la temática de garrapata bovina, devuelve las tropas de hacienda con garrapatas que ingresan a esa provincia, ocasionando incrementos en los gastos de flete, cuando pueden ser tratadas en destino con todos los gastos a cargo del remitente de esas tropas de hacienda, evitando gastos doble de flete para transportar de regreso al remitente, teniendo en cuenta los altos costos que ello implica.
En ese aspecto, un proyecto legislativo en Corrientes busca que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) promueva que la hacienda detectada por garrapata no sea rechazada, sino tratada en destino.
La Comisión de “Producción, Industria, Comercio y Turismo” de la Cámara de Diputados de Corrientes, estudió exhaustivamente el expediente de la referencia, por lo cual emitió dictamen favorable para dirigirse al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), para que la hacienda que ingresa con garrapatas a la provincia de Entre Ríos sea tratada en destino con el costo a cargo del remitente.
LA SITUACION
La Fundación de Lucha contra la Fiebre Aftosa (Fucofa) es la entidad entrerriana que impulsa el Programa de Control y Erradicación de Garrapata Bovina, un ectoparásito que, ante elevadas cargas sobre los animales, posee un negativo impacto zootécnico en los rodeos.
Si bien en Entre Ríos se ha avanzado en la erradicación de la garrapata, al encontrarse como zona libre del parásito, los departamentos del norte provincial poseen la mayor proporción de los establecimientos en tratamiento.
La provincia se caracteriza como "indemne con focos".
Para esa entidad, Corrientes "es la provincia que nos aporta la mayor cantidad de tropas, y su ubicación geográfica las hace muy susceptibles a tener esta parasitosis”.
EFECTOS
Se calcula que una garrapata absorbe entre 0,5 a 3 ml de sangre promedio, por lo que una parasitosis intermedia consumiría 50 litros de sangre por año, pudiendo duplicarse esta cifra. Esto se traduce con mayor susceptibilidad a otras enfermedades y en menor perfomance en lo reproductivo como en cuestiones de valor comercial. Transmite enfermedades producidas por hematozoarios, como la piroplasmosis y anaplasmosis.
En nuestro país, las pérdidas directas anuales causadas por garrapatas y sus enfermedades asociadas, se estiman en 180 millones de dólares. De estos datos, podemos establecer que la pérdida alcanza 20-25 kilos por animal.
Consecuencia directa de la parasitación por garrapatas son la menor cantidad de alimentos ingeridos por el ganado, las pérdidas de peso por toxinas e irritación, las anemias producidas por pérdidas de sangre y transmisión de hemoparásitos y la considerable depreciación de los cueros a causa de las perforaciones producidas por los picaduras. Además, estas perforaciones permiten el acceso de bacterias, micosis dermales y larvas de moscas (miasis).
El complejo tristeza "es donde los daños son mayores, ya que los efectos más directos son la mortandad de animales adultos en porcentajes que pueden ser muy importantes (más del 30% en situaciones graves), abortos, y a su vez quienes se enferman y se salvan quedan tan afectados que es muy difícil que vuelvan a gestar".
Con una situación incierta que había en la provincia, en los años 2004/2005 (cuando el plan comenzó a funcionar) había más de 2.000 predios clausurados en tratamiento con garrapata en Entre Ríos y cerca 4.000 predios en vigilancia o bajo control sanitario. La evaluación del período 2015/2016 mostró 310 establecimientos clausurados en tratamiento y un número similar bajo vigilancia, relevados del mismo, número que se complementa con predios ‘de riesgo' que a los efectos prácticos del SIGSA, figuran, o en tratamiento, o como bajo control sanitario.
