Corrientes, jueves 25 de abril de 2024

Opinión Corrientes

Massalin, ¿causa perdida?, por Luis María Díaz Colodrero

12-11-2019
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Por más gestiones y esfuerzos que llevan adelante, el Sr. gobernador, el intendente de nuestra ciudad (Goya) y los representantes de los trabajadores de la empresa entre otros, creo firmemente que las posibilidades de lograr, con genuinos propósitos, revertir la decisión de Massalin de mandarse a mudar de Goya, se cae. Ésta es una intención que "viene de lejos".

Leyendo el comunicado oficial que hicieran público días atrás, resulta que la causal que esgrimen, es la competencia desventajosa que se origina en una inexplicable decisión de la Justicia para con cierta competencia, de otra empresa, a la que favoreció con una insignificante cifra de los impuestos que tributa al Estado en comparación con ella.

En consecuencia: Massalin, que es una filial de la multinacional Philip Morris, en vez de discutir al máximo nivel esa inequidad con las autoridades nacionales, hace la más fácil: decide cerrar la fábrica y trasladarla a su planta ubicada en Merlo (provincia de Buenos Aires).

Este fue el pretendido argumento en que se basa la empresa. en el referido comunicado para despedir a sus más de 200 operarios y dependientes goyanos, generando una previsible zozobra que se traslada a una gran parte de la economía de nuestra ciudad y su zona de influencia.

Surge, nítidamente, que "el argumento" empresario no es valedero, creíble. Más bien resulta una falacia hipócrita... ¿Por qué lo podemos calificar de este esta manera?

Veamos: cerrar la fábrica de Goya trasladándola a Merlo, ¿le posibilitará lograr su justo reclamo que, por la competencia desleal, gravosa a sus intereses de rentabilidad, le solucionará el perjuicio fiscal del que se vale para la adopción de esta semejante, súbita toma de decisión?

Señor lector/a. Desconozco los detalles del airado justo reclamo que, en representación de todos los goyanos, vienen procurando nuestras autoridades conjuntamente con los dirigentes gremiales de los sectores de los gremios del rubro en la Capital Federal. Permítanme expresarle mi pesimismo al respecto.

Ojalá por el bien de todo Goya, en particular de sus empleados, Dios quiera que esté equivocado y se produzca un milagro: que Massalin, a esta altura de las circunstancias, dé marcha atrás con su decisión.